John Lennon, Plastic Ono Band, 1970, Una Reseña





John Lennon, Plastic Ono Band, 1970, Una Reseña

Por: Erreh Svaia

El Craneoscopio

El mejor disco de John Lennon, “como un todo”, situándolo muy aparte de sus muchos sencillos a lo largo de su carrera que seguramente tuvieron mayor impacto a nivel popular, Plastic Ono Band, el primer disco luego de su salida de los Beatles, mostraría una cohesión descomunal, creada bajo el amparo de la “Primal Scream Therapy” que tanto John como su esposa Yoko Ono, habían decidido tomar, así Lennon, personaje adorado por las masas, se encontraba hecho trizas, el éxito, la fama, las presiones y la pérdida de su visa en los EEUU le habían convertido en un personaje lleno de inseguridades, así que mucho de su trabajo en terapia se refleja en éste primer disco, Yoko Ono tendría un disco similar, con los mismos músicos y casi con la misma portada, aunque uno fabulosamente experimental, mucho más allá de lo que Lennon podría concebir.

El Plastic Ono Band de John Lennon sería un prodigioso ejemplo de minimalismo, con una instrumentación sumamente discreta, aunque muy peculiar, llama la atención la batería de Ringo Starr, quien deja claro su papel como uno de los mejores bateristas de su época, y quien suena poderoso y omnipresente, al parecer liberado de su papel como Beatle, el bajista Klaus Voorman complementa la sección rítmica, aunque de una manera mucho más sutil en éste disco, en algo que en apariencia se pudiese escuchar como una continuación de los Beatles, aunque sin George Harrison y con un Voorman, a quien se llegó a considerar como reemplazo de McCartney en caso de que los Beatles hubieran decidido seguir sin él.

Así, Mother, poderoso tema que se encarga de abrir el disco, presenta parte de esa terapia que busca “expulsar los demonios” de la infancia desde la raíz, con el fin de liberar el dolor acumulado, así mismo la presencia dominante de la batería de Starr y el piano melancólico de Lennon, además de desgarradora ejecución, Hold On es otro de esos temas casi “en los huesos”, en el que Lennon se acompaña de la guitarra eléctrica y del empático trabajo en la batería de Starr, otro tema fabuloso que habla sobre el control de las emociones, en apenas un par de minutas, mientras que en I Found Out, extrae parte de su esencia y gran amor por el blues, en un tema que permite a Voorman y a Starr lucirse de una forma extraordinaria, Voorman, un artista plástico, que como bajista me resulta bastante interesante se encarga de proporcionar parte del poderoso fondo sobre el cual se alza éste tema, en el que Lennon se toma algunas libertades exquisitas con la guitarra.



Posiblemente Working Class Hero sea otro de esos temas brutales que ahuyentaron a las masas y a la popularidad superficial de abrazar éste disco del todo, aquí Lennon trae a colación parte de su niñez, parte de las experiencias vividas, y sus visión con respecto a las clases sociales, apenas acompañado por una guitarra acústica y creando una atmósfera desoladora, pareciera que Lennon quisiera revivir la esencia de esos viejos temas folk de protesta que caracterizaban los primeros años de la carrera de uno de sus ídolos, Bob Dylan; para Isolation, Lennon comienza a salir un poco de su “caparazón” a abordar temas derivados de sus relaciones sociales, su esposa, sus amigos, la industria del entretenimiento y el resto del mundo, también aquí, Lennon se da más libertad con los arreglos que adquieren un poco más de dinamismo.

Hay temas como Love, en los que Lennon desnuda por completo su alma y así consigue encontrar una parte del sonido peculiar que explotaría más adelante en su carrera solista, y que le permitiría una mayor aceptación popular, mientras que el espíritu de experimentación radical del disco de Yoko, se cuela un poco en el blues mutante y estridente titulado Well Well Well, con distorsionadas guitarras, bajos monumentales y baterías demoledoras de huesos, aunque sin buscar mucha transcendencia, preparando el camino para cerrar el disco de una manera casi perfecta con God, que ya define el futuro de la carrera de John, que busca causar incomodidad a través tanto de controversiales declaraciones y de confesiones brutales, así, Lennon continúa exorcizando sus demonios, cuestionando sus propias creencias e irritando a algunos de los escuchas, para completar un disco que requiere esfuerzo para adentrarse en él, pero que sin duda resulta apasionante, poderoso y seguramente l punto más alto a nivel artístico de su carrera, un poderoso inicio y un “golpe con guante blanco” en la cara de los que dudaban de la carrera de Lennon tras el fin de los Beatles, si, el “sueño se acabó”, pero la realidad era bastante atractiva después de todo.      
  


   

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