Nick Drake, Pink Moon, 1972, Una Reseña
Nick Drake, Pink Moon, 1972, Una Reseña
Por: Erreh Svaia
El Craneoscopio
Pink Moon, el último disco de Nick Drake, buscaba mostrar las
composiciones del cantautor, completamente “al desnudo”, sólo Drake, su
guitarra y unas cuantas notas de piano en el tema que da nombre al disco, al
igual que los dos previos discos de Drake, Pink Moon tuvo muy poca repercusión
comercial, la negativa de Drake a dar entrevistas o a hacer presentaciones en vivo,
sin duda coadyuvaron a que el músico conservara su carácter marginal y
obviamente a que pocas copias se vendieran de sus discos, en 1972, luego de dos
sesiones a altas horas de la noche, Drake mencionó que ya había grabado “todo
lo que tenía”, dejó las cintas a su productor John Wood y le pidió solamente
que la portada de su disco incluyera una “luna rosa”, así sucedió y se incluyó
una pintura surrealista como carátula de Pink Moon, Drake moriría dos años más
tarde, aún sorprendido por la poca repercusión que su música había tenido hasta
entonces, así con 26 años de edad, Drake aparentemente se quitaba la vida
mediante una sobredosis de anti depresivos, los cuales usaba de forma regular.
Pink Moon es una canción que engloba perfectamente la dirección
artística del disco, Drake enfrentándose a su guitarra de manera magistral al
tiempo que su voz acompañaba la melodía 8con ciertos acentos casi esquizofrénicos
y devastadores) en lo que sería de no ser por una breves notas de piano, la expresión
más minimalista de uno de los grandes genios musicales incomprendidos del Reino
Unido, y cuya breve legado llegaba a su fin en éste su tercer disco,
irónicamente, en 1999, la compañía Volkswagen usaría ésta misma canción para un
comercial de uno de sus modelos, y sería entonces que la leyenda de Drake
cobraría nueva vida y el mito retomara fuerza al grado de que sus discos serían
reeditados y recopilaciones surgirían en medio de la euforia de nuevos
aficionados a su música “de peso” en la escena musical mundial, gente como
Morrissey, Robert Smith de The Cure, Michael Stipe de los R.E.M. y Elliott
Smith harían hincapié del enorme talento apenas reconocido de Nick Drake.
A pesar del minimalismo impreso en cada uno de los temas, es
posible apreciar las texturas arrebatadoras en temas como Place To Be, casi
épicas, emotivas como pocas, con un Drake capaz de expresar mucho con tan poco,
en un tema que parecería prolongarse hasta el infinito, seguido por el barroco
trabajo instrumental de Road, en el cual Drake pone de manifiesto su destreza
en las seis cuerdas, trayendo curiosas melodías vocales de una forma en pocos
alcanzarían a ejecutar en aquel entonces, capaces de dar sendos ornamentos al
tema y dejando en claro que con una guitarra, Drake era capaz de llenar
espacios con singular facilidad.
Para Which Will, Drake haría un uso más profundo de su voz,
la cual se convierte en una protagonista casi a la par de la guitarra a lo
largo del tema con una poderosa influencia del reconocido folk inglés, con el
que Drake tuvo relación de manera tangencial, colaborando con algunos de sus
principales exponentes en sus dos discos anteriores, en lo personal, además del
tema que da título al disco, Things Behind the Sun, que pareciera crear cierto
distanciamiento con la “luna rosa”, es uno de mis temas favoritos, y más complejos
contenidos en el disco, con un Drake en total dominio de sus habilidades en un
tema que define de sobre manera el estilo muy personal e inconfundible del
autor.
A pesar de la brevedad, apenas 28 minutos, Pink Moon parece
un largo y devastador viaje a través de la atormentada mente de Drake, con
temas bastante oscuros y dolorosos como Parasite, con arreglos que ya denotan
un colapso dentro de la mente de Drake, Ride, otro ejercicio folk y barroco a
la vez que resulta un exquisito arrullo para el alma, para cerrar por último
con dos temas sobresalientes, Harvest Breed que denota el particular estilo de
tocar la guitarra de Drake, totalmente propio e inimitable, y From the Morning,
que pareciera no sólo terminar el disco, sino también anunciar la llegada de la
luz de la mañana, una suerte de metáfora que tal quizá reflejaba la manera en
que Drake se sentía luego de dos noches luchando contra éstas piezas y
finalmente entregándolas para la posteridad, varios afirman que Nick Drake se
hallaba totalmente satisfecho y orgulloso de éste, su disco final en más de un
sentido, ya que también sabía que su disquera, ante las bajas ventas, ya no le
apoyaría más.
Sería la última grabación, y la más personal de Drake, la
primera en apenas llegar a América, y probablemente la más “famosa”, y todo
gracias al comercial de la VW.
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