Áreas Estratégicas

Mentiras Corporativas

Un día, el flamante director de la empresa convocó a todo el departamento de suministros en la sala de juntas. Se erguió frente a nosotros y desplegó un discurso tan conmovedor que resonó en lo más profundo de mi ser. Cada palabra que pronunciaba era como un verso de poesía. A pesar de no frecuentar nuestro departamento y mostrar poco interés en nuestros procesos, ese día nos reconoció de una manera que nunca olvidaré: "Ustedes son el alma y el motor de esta empresa. Son quienes marcan el ritmo y gracias a su dedicación, la empresa late con fuerza y avanza a toda velocidad. Son una parte esencial de nuestro equipo". Recuerdo ver a mis colegas con los ojos cristalizados por la emoción. Era el momento cumbre para el área de suministros. ¡Habíamos triunfado!

Unos días después, al llegar a la empresa para otro día de trabajo, noté algo peculiar. La recepcionista lucía una camiseta verde con el logo de la empresa, conmemorando su primer aniversario. Al pasar por el área de atención al cliente, las chicas también llevaban la misma camiseta. Incluso dos compañeros del almacén, al cruzar por delante, me saludaron luciendo el mismo atuendo. La situación se tornó aún más extraña cuando visité al equipo de sistemas y descubrí que todos vestían la misma camiseta. Justo antes de llegar al área de suministros, saludé a Rocío, la auxiliar del área de pagos, y una vez más, noté la camiseta verde que todos portaban, incluyéndola a ella. Al volver la vista hacia mi equipo, era evidente que ninguno de nosotros llevaba esa prenda. Intrigado, le pregunté a Rocío sobre la camiseta y cuándo habían sido entregadas, ya que no recordaba haber recibido ninguna por parte del departamento de recursos humanos. Rocío me respondió: "Ah, no se entregaron a todos. El director mencionó que solo eran para áreas estratégicas..."