Judas Priest, Invincible Shield, 2024
Es maravilloso cuando una de tus bandas favoritas publica uno de los mejores discos de su carrera.
Con 19 álbumes y más de 50 años como la banda insignia del heavy metal, Judas Priest regresa tras 6 años desde Firepower con Invincible Shield, un disco extraordinario. Firepower fue un prodigioso esfuerzo por combinar la intensidad de Painkiller de 1990 con el sonido clásico de los 70 y la popularidad de los 80, una tarea nada fácil que casi logra. En cambio, Invincible Shield confirma que lo han conseguido. Los primeros tres temas son excelsos en intensidad, compitiendo fácilmente con lo mejor de Painkiller. Panic Attack, con su riff inspirado en Tom Sawyer de Rush y las brutales baterías de Scott Travis; The Serpent and The King, probablemente lo más intenso que escucharemos este año en el mundo del heavy metal; e Invincible Shield, poderoso tema que conjuga la electrizante potencia de Painkiller con la oscura intensidad de Stained Class. Es evidente que Richie Faulkner, con su estilo propio, logra conjugar sonidos de grandes como Yngwie Malmsteen, Randy Rhoads e incluso Eddie Van Halen, mientras que Rob Halford, Glen Tipton e Ian Hill siguen siendo el sólido fundamento de esta máquina musical. Devil In Disguise reduce la velocidad, permitiendo disfrutar detalladamente del trabajo de la banda, con riffs rabiosos, una Halford en su mejor forma y un bajo duro y despiadado. Gates of Hell trae de vuelta el sonido clásico, ahora contemporáneo gracias a la producción de Andy Sneap. Crown of Horns es una pieza estelar destinada a convertirse en un clásico, donde cada miembro del grupo brilla intensamente. As God Is My Witness es la pieza más furiosa que han creado en años. Si bien Painkiller sigue siendo el mejor disco de la era moderna de Judas Priest, Invincible Shield es lo mejor que han hecho en 30 años. Solo un puñado mínimo de bandas podría presumir de hacer uno de sus mejores discos tras 55 años de carrera.
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