Daniel Menche-Guts
Un disco que debo confesar, por su abstracci贸n es a veces complicado de describir, pero que dif铆cilmente podr铆a sacar de mi sistema hasta no poderles platicar acerca de 茅l, ahora bien, vamos con las ya conocidas presentaciones, Menche es una artista s贸nico del norte de los Estamos Hundidos de Amn茅sica, y digo estados, porque son estados y digo hundidos, porque en un ir贸nico rev茅s de la vida, este pa铆s se encuentra en una etapa dif铆cil (junto con Europa), similar a la que todos en Latinoam茅rica conocimos en d茅cadas pasadas, y digo amn茅sica, porque la verdad, es un pa铆s sin memoria, el eterno pa铆s de la novedad.
Menche oriundo Oreg贸n, es un “escultor s贸nico” para quien no existen limites ni restricciones, gustoso en trabajar con cualesquier fuente de sonido le sea proporcionada, entusiasta recolector de sonidos, si de esos llamados “field recordings”, que Menche despu茅s suele trabajar a trav茅s de filtros y a vol煤menes extremos, alcanzando categorizaciones algunas veces superfluas como “noise” a su m煤sica, las cuales Menche muchas veces desestima argumentando que su m煤sica es “como la sangre”, fluye de manera natural, c铆clica, sin complicaciones, y a la que s贸lo es necesario aplicar amplificadores a vol煤menes extremos para poder escucharla.
Tan org谩nico es en ocasiones el sonido de Menche que su m谩s reciente disco lleva por nombre Guts, algo as铆 como v铆sceras, o tripas, y la portada del disco nos muestra una radiograf铆a del torso de un perro Chihuahua, org谩nico, cl铆nico, como gusten llamarlo, pero esa curiosa combinaci贸n de lo anat贸mico, lo visceral, lo extremo y lo radical es el universo d贸nde habitan las creaciones s贸nicas de Menche.
Guts inicia con el golpeteo extremo de Guts 2 x 4, en d贸nde el sonido de percusiones es extremo, podr铆a ser el sonido de 100 bateristas aporreando sus equipos en la distancia, o podr铆a ser el sonido de un fuerte aguacero sobre un humilde techo de l谩mina, o m谩s simple, el sonido que pudi茅ramos captar acerc谩ndonos a una de esas portentosas cascadas en el sur del continente, aunque como pista podemos indicar que Menche se帽ala que este trabajo es una investigaci贸n extrema acerca del sonido del piano, como el mismo lo resume en la descripci贸n de estas grabaciones: “viseras de pianos abusadas y maltratadas”, un sonido que no se pierde en lo digital, como el de alguno de sus c谩maras, sino que conserva en partes iguales su naturaleza brutalmente ac煤stica.
Guts One es una pieza de encanto amenazador, m谩s cercana al drone, d贸nde ya podemos escuchar con una mayor definici贸n a Menche meti茅ndose en las tripas de un piano, se deja espacio a que el sonido fluya y se transforme, que el zumbido provocado se arrastre lentamente, una pieza que pareciera meternos directamente en una de esas casas del terror, d贸nde las sombras densas se materializan, los metales resuenan y las maderas se desquebrajan, mientras que Menche hace uso de las cuerdas interiores del piano para detallar una inconsistente, pero presente, melod铆a macabra, todo una cinta de fondo para una mente verdaderamente oscura y macabra, Menche llev谩ndonos poco a poco de una situaci贸n avasallante de la primer pieza a una situaci贸n asfixiante con esta segunda, Guts One poco a poco va saturando el ambiente hasta llegar a una serie de insistentes zumbidos, Menche en base a ecos y retro alimentaci贸n s贸nica nos lleva a un estado de ataque inmisericorde a los sentidos, una bestia ante la cual nos muestra tener poder y control, pero como esos domadores de osos, nos deja bien presente que ni el esta seguro y el control nunca es total.
Guts Two sigue la misma mec谩nica de la pieza anterior, aunque la primera parte se compone de golpeteos, sin llegar a la atm贸sfera anterior, pareciera que Menche nos transportara de la casa del horror, a uno de eso viejos templos lama, d贸nde los ecos abundan y pareciera que los objetos cobraran vida propia y se comunicaran a trav茅s de las vibraciones, tray茅ndonos a la mente esas teor铆as del “espectralismo” en d贸nde el compositor rumano Iancu Dumitrescu nos dec铆a que los objetos cobraban vida cuando se les aplicaba una buena dosis de distorsi贸n, a la mitad de la pieza, Menche nos aplica una estrategia de sonido c铆clico que nos pone en una situaci贸n similar a la pieza que abri贸 el disco, en d贸nde el golpeteo se vuelve incesante, pero esta vez no existe la distancia, nos pone directamente en el lugar en que esto sucede, creando un interesant铆simo sentimiento de peligro inminente, poni茅ndonos precisamente en el ojo del hurac谩n.
Guts Three cierra el disco con una nueva inmersi贸n en el drone, de inicio la pieza se sumerge en un sonido m谩s grave y distante que en anteriores, sonidos como de cierras, en momentos lejanas, parecieran acercarse poco a poco, Menche va alimentando el final de este ballet-caos-sonoro poco a poco, una historia de tintes un tanto surrealistas que nos ha llevado de una poderosa cascada a una casa del terror y ahora en medio de una enorme nave industrial, d贸nde el sonido poco a poco se vuelve m谩s robusto, m谩s presente y m谩s extremo, casi como el rugido de una bestia que finalmente Menche a desatado y de la cual no hay manera de escapar.
Lo interesante aqu铆 es como Menche ejerce control total sobre este extra帽o fen贸meno ac煤stico, lo hace crecer y enfurecer poco a poco y finalmente lo libera, no es un disco como cualquier otro, es un disco no hecho para escucharse, sino para vivirse, para disfrutarse y para sufrirse, una experiencia, m谩s que una grabaci贸n m谩s, una historia, un concepto sin palabras y sin im谩genes, formada por sonidos bestiales, de un origen que nos podr铆a resultar impactante, si recordamos que esta bestia vive en la entra帽as de un piano, gracias Daniel Menche por mostr谩rnosla.



TODO UN VIAJE AMIGO, GRACIOAS POR LA RECOMENDACION!
ReplyDeleteGracias a ti, saludos!
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