Eyehategod-Eyehategod (2014)



Eyehategod-Eyehategod (2014)

“Las palabras no tienen el poder de impactar la mente sin el exquisito horror de su realidad”
Edgar Allan Poe

Cuando una banda regresa de la muerte con un disco auto titulado, es necesario prestar atención, porque antes que nada, esto significa que la banda está apostándole todo a su nombre, a su legado, y esto no podemos tomarlo a la ligera, ya que sería un error.
 
A Eyehategod lo ha golpeado la indiferencia de las masas, lo ha golpeado Katrina, lo ha golpeado las adicciones de sus miembros y la muerte de uno de ellos, pero es una banda que vuelve a ponerse de pie, y eso ya es para respetarse, a su vocalista, el legendario Mike Williams lo han golpeado tantas desgracias como a la banda misma, y él ha regresado los golpes y las patadas y ha traído a la banda de vuelta, con todo su esplendoroso sonido a pantano sucio y maloliente, Eyehategod sigue siendo esa banda capaz de sumar la maldad y pesadez de los Black Sabbath, con la intensa furia de unos Black Flag, algo que como a muchas bandas de la región, les marco de por vida, Eyehategod es una auténtica leyenda, una historia pasada de boca en boca, que no ha llegado a los medidos, y que no requirió de publicidad para crecer.

Eyehategod es un disco con la palabra venganza tatuada en la frente, a pesar de que a la banda le importa un carajo ser famosos, lleva la consigna de hacerse notar, de hacer que las miradas regresen a esta golpeada región del vecino país del norte, y la banda cumple a la perfección su cometido, desde el estallido punk de Agitation! Propaganda! La banda entra a un estado de combate como si nunca se hubieran ido, las guitarras son hirientes y chillantes, como monstruos que rugen y que lloriquean después mientras mordisquean a sus víctimas, si Down nos acaba de recetar un muy buen disco, Eyehategod nos receta una joya del género o de la región, como quieran verlo, un festín de hardcore punk, metal muy pesado, la lentitud de los Sabbath y una actitud viciosa a más no poder, el equivalente de los EUA al pútrido black metal escandinavo, traducido por el gran William Faulkner.

Las guitarras rabiosas nuevamente se asoman en Trying To Crack the Hard Dollar, un recuento de la difícil vida de Williams en las calles, una especie de Bukowski punk de los barrios de Nueva Orleans, un hombre mitad punk, mitad vagabundo que suele usar a los Eyehategod para externar y reflejar su visión sobre lo peor del mundo que le tocó vivir, Williams no será uno de los mejores vocalistas, pero una cosa es segura, su angustioso grito es una bandera para la escena local, Williams es un héroe para tan golpeada región y el hecho de que Williams y sus Eyehategod se vuelvan a poner en pie es motivo de ponernos de pie, Parish Motel Sickness no deja que la pesadilla termine y pone de manifiestos nuevamente sus aguerridos riffs al frente, algo que tiene poco que ver con el más pulido heavy metal, pero que no desconoce la eminente influencia de Tony Iommi y compañía y visitando a los Melvins muy arriba en el norte de pasada.

Quitters Offensive y Worthless Rescue poseen esa cadencia sureña que tanto gusta estos días, es una especie de influencia del viejo blues filtrada a través del proto metal y el proto punk que la banda usa como materia prima para tan abominables creaciones, es una materia oscura que hace que se muevan los pies y que se cuela atreves de la maraña de malévolos ruidos, pero nada se compara o nada nos prepara para la malevolencia que Williams y compañía liberan en Nobody Told Me, con un baterista monolítico, duro y contundente que pudiera sentarse tras tambores la próxima vez que los Sabbath quieran grabar un nuevo disco, lo cual no debe estar muy lejos de suceder, dado el éxito de su más reciente aventura juntos.
Framed From the Wall es nuevamente una despiadada descarga de punk sucio a cargo del grupo, quien demuestra de muchas formas que este disco auto titulado es un regreso triunfal a sus raíces, la banda sigue sin cometer errores, su visión repugnante del mundo sigue causando estragos, y poco o nada han hecho los años para debilitar esta poderosa y horrenda visión, Williams sigue siendo un maestro de las húmedas cloacas, como clarifica en Robitussin and Rejection.

No dudo que muchos coincidan en que este Eyehategod es uno de los discos más sobresalientes del metal extremo este año, un año en el que se esperan muchas sorpresas a cargo de Burzum, Darkthrone, Obituary y Cannibal Corpse entre otros, pareciera que la nostalgia nos trae de regreso a bandas que pudieron hacer la gran diferencia y llegar a la superficie en los años pre Nirvana y la “revolución alternativa”, bandas verdaderamente pesadas y con capacidad de generar material original e innovador, basta escuchar la manera en que estos Eyehategod manejan las tenebrosas guitarras en conjunto con un aniquilador trabajo de batería, Flags and Cities Bound, mil veces mejor escuchar esto que ver una película de terror y si el sur se volvió una pesadilla, tenemos aún a alguien como Williams que nos puede describir con sus desgarradores gritos el infierno que trajo Katrina a esa región, uno de los grandes regresos del año.


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