Un rebelde ya no es ahora, lo que antes era (o mi vieja mula ya no es lo que era)
Un rebelde ya no
es ahora, lo que antes era (o mi vieja mula ya no es lo que era)
“La única manera de lidiar con un mundo esclavo, es liberarse
absolutamente de todo convirtiendo a nuestra existencia en un acto de
rebelión.”
Alberto Camus
Hace unos años lo comentaba, ser un rebelde ya no es lo que
antes era, dejé de llevar el pelo largo, usar camisas negras y usar chamarras
de cuero cuando se volvió la norma, cuando todos empezaron a hacerlo, ¿Cuál es
el punto de rebelarte de esta manera, cuando se vuelve parte de la normalidad,
cuando todos se volvieron desaliñados? Ahí se acabó la magia de ser rebelde,
hasta un grupo de pop se formó bajo el nombre de RBD, ¿Que más denostada podría
estar la rebeldía? Los “nerds” se volvieron “geeks”, y “geek” se convirtió en
algo “cool”, muchos de ellos formaron bandas “indie” o se convirtieron en
“hackers” o en diseñadores publicitarios, o lo que sea, pero la rebeldía dejó
de ser exclusiva y la policía dejó de molestarte si llevabas el pelo largo y
camisa negra.
Hace un par de semanas acudía a una tienda de conveniencia y
tras de mí, en la fila para pagar en la caja se encontraba un joven vestido de
negro en shorts, me recordó un tanto a Phil Anselmo, el insulso y superficial
vocalista de Pantera con su “look” de tipo rudo, tatuajes en los chamorros y
otros que le subían por el cuello, ya saben, una pinta de esas que asustan a
los chavales de secundaria, pero que resultan aburridos para los mayores, been there, done that.
Cuando terminaba de pagar la mercancía, pude ver a un hombre
bajar de un auto blanco muy lujoso, entró a la tienda casi empujando
violentamente las puertas y empezó a gritar: “¿Quién te hizo ese tatuaje”,
señalando a la pierna del joven rudo detrás de mí, el hombre era un tipo de
edad avanzada, muy delgado, con la cara llena de arrugas, pelo blanco
encanecido y largo recogido en una coleta, el tipo gritaba con una mezcla de emoción
y furia, era difícil entender que le molestaba tanto, repitió varias veces la
pregunta mientras se acercaba al joven rudo: “¿Quién te hizo ese tatuaje?”, el
joven se mostró entre molesto y asustado por el intenso cuestionamiento del
hombre maduro, a tal grado que le respondido un tanto agresivo un par de veces:
“¿Por qué?” mientras fruncía el ceño, el hombre maduro nuevamente le repitió la
pregunta aunque con otras palabras: “¿Quiero saber quién te lo hizo?” creo que
mencionó el nombre de una persona preguntándole al joven si esa persona le
había hecho el tatuaje en la pierna, el joven finalmente un poco más relajado
le respondió que no, que se lo habían hecho en un local conocido en el centro
de la ciudad, y entonces el hombre mayor calmó su efusividad y arremango su
pantalón mostrando la pantorrilla al joven mientras le decía: “¡Es que yo tengo
uno igual!” mostrándole un tatuaje exactamente igual al de la pantorrilla del
joven, el cual puso una cara de obvia incomodidad al darse cuenta que su
“maléfico” tatuaje se hallaba también en la pantorrilla de aquel venerable
hombre de edad avanzada, obviamente echando un tanto por tierra la simbología
de aquel acto físico de rebelión.
¿Qué tan rudo puedes ser cuando llevas el mismo “maléfico”
tatuaje que tu padre o tu abuelo? Me corté el pelo cuando se puso de moda y
todos empezaron a llevarlo largo, empecé a usar camisas de vestir cuando se
pusieron de moda las camisas negras con leyendas de bandas de Thrash Metal de
los 80s, dejé de escuchar a Metallica y a Nirvana cuando hasta el más “nerd” de
la preparatoria les escuchaban y se sentían muy rebeldes por escuchar a
aquellos ya domesticados rebeldes musicales, y es que en esos momentos los
grandes emporios descubrieron que domesticar a aquellos rebeldes y
esterilizarlos era una manera de venderlos a las masas ansiosas por probar su
“rebelión al sistema”, de la misma manera como esas camisas del Che Guevara
abundaron entre los jóvenes y hasta puestos de tacos he visto con la imagen del
rebelde guerrillero argentino, el cual debe revolcarse en su tumba como
reacción a la explotación capitalista de su imagen, todo lo contrario a la
imagen e ideología que pregonó durante su vida.
¿Quién quiere ser rebelde bajo estos términos? ¿Quién quiere
ser rebelde en estos días? El que se resiste a caer en el consumismo, el que se
resiste a creer en las noticias, el que se resiste a aceptar la realidad del
país, el que se resiste a escuchar sólo lo que los medios nos dan como
programas de televisión o artistas musicales, el que se resiste a tomar el
camino fácil de la izquierda y no cuestiona lo retrograda y necia que se ha
vuelto en nuestro país, el que se niega a aceptar que la buena educación es un
privilegio de ricos o algo que se termina con la escuela y decide seguir auto
educándose día a día leyendo, el que se resiste a soñar que será “rock star” o
artista de televisión sin derecho a seguridad social (que es lo que quiere el
gobierno) y lucha desde su escritorio día a día para ser mejor, el que se niega
a engordar junto al resto de la población, alimentada con productos basura que
está prohibida su venta en otros países, el que se niega a pensar que Dios me
guarda una mejor vida en el más allá, porque esa mejor vida debe ser esta, que
es la única que tendremos, el que se niega a patrocinar al narcotráfico
consumiendo drogas, el que se niega a embriagarse los fines de semana viendo
futbol, o a suicidarse lentamente con tabaco, esa es una rebeldía que he
encontrado y que no quiero dejar ir esta vez.
Comments
Post a Comment