Gene Sharp- De la Dictadura a la Democracia (2003)
Gene Sharp- De la
Dictadura a la Democracia (2003)
“La caída de un régimen no nos trae una utopía, en su lugar, abre un
camino para que el trabajo duro y los esfuerzos a largo plazo construyan
mejores relaciones de justicia social, económica y política, y erradicar otras
formas de injusticia y opresión.”
Gene Sharp
De la Dictadura a la Democracia pareciera ser un documento
que en su momento no causara tanto furor, pero que poco a poco se va
convirtiendo en un instrumento imprescindible en los tiempos modernos, dónde la
libertad, la equidad, la justicia y la democracia se yerguen como pilares de
nuevas sociedades con gobiernos verdaderamente elegidos por el pueblo, es el
pueblo el que manda y cuando el pueblo demande, son los gobernantes quienes
deben responder, es un deber humano que las futuras generaciones se encarguen
se elegir y de exigir a sus gobernantes, no de ser amenazados por ellos.
La filosofía de Gene Sharp, autor de este libro es simple,
resistencia no violenta para vencer o cansar al régimen, sabiendo de antemano
que la violencia genera más violencia, Sharp teoriza sobre la fuerza del pueblo
aplicada a “atorar” al régimen a ponerle trabas hasta debilitarlo, a no dejarlo
avanzar, en mucho, haciendo remembranza de la lucha de gente como Gandhi, que
sin disparar una bala pudo derrotar al poderoso imperio Británico (en épocas en
que este se hallaba débil, claro), Sharp expone de manera clara las bases de
sus argumentos, los dictadores no pueden existir sin el aparato militar o
burocrático que le acompaña, quiten al dictador su ejército y sus subordinados
y quedará únicamente un hombre desposeído de toda fuerza, obligado a dimitir,
después de todo el ejército y el aparato burocrático también es gente, y ese es
el eslabón más débil de la cadena.
Se dice que muchas de la tácticas expuestas en el libro por
Sharp, fueron aplicadas en la llamada “Primavera Árabe”, ese movimiento de
grandes cambios y revoluciones en el norte de África, en la que el pueblo se
unió, puso a un lado diferencias y se organizó, resistiendo de manera pacífica,
en lugares como Túnez o Egipto, sin recurrir a la violencia, pero sin dejar de
presionar fuertemente al régimen hasta que este quedó agotado y fue finalmente vencido,
en otros lugares como en Libia, que como en muchos casos terminó con la muerte
del dictador, tras un enfrentamiento violento, la caída del régimen se dio
luego de un cruel baño de sangre, aún así, hay ejemplos en los cuales ni las
recomendaciones de Sharp o la violencia generada han podido derrocar a estos
regímenes injustos, el caso de Siria, en el cual Bashar Al Assad se vio
respaldado por otro miembro del “club” de dictadores, Vladimir Putin, aunque
hay que reconocer aquí, la diplomacia con que Putin actuó, y la astucia para
sacar provecho al conflicto, resultando pavoroso pensar que luego de frenar la
masacre, muchos veían a Putin como un fuerte candidato al Premio Nobel de la
Paz, cosa más retorcida y una decisión muy a la ligera que hoy nos estaríamos
lamentando, pero Putin, astuto nuevamente supo capitalizar el momento para
evitar que dicha “Primavera” le alcanzara a él y a su régimen cuando el norte
de África se era golpeado por el tsunami social, en Rusia se empezaban a formar
olas.
Hay muchos lugares aún, en los cuales el pueblo sigue
secuestrado, ya sea por un cruel dictador (Corea, Cuba, Venezuela), por un
partido totalitario (China) o por “democracias controladas” (Rusia, México), en
los cuales el pueblo tarde o temprano tendrá que despertar, si algo hemos de
aprender de los sucesos recientes es que las revueltas aún no han
terminado, y que en este siglo 21, aún
hay muchos pueblos que corren el riesgo de ser explotados, manipulados y
usados, y cuya única respuesta y arma es la fuerza de la unión, la resistencia
no violenta con el fin de evitar en la medida de lo posible le derramamiento de
sangre, para todos ellos en los escritos Gene Sharp es posible encontrar una
manera, un modo y un camino, el que menos sangre implique derramar, el cual no
implica un choque directo, una lucha armada, sino debilitar al gobierno no
deseado, al que no escucha y al que es indolente ante el sufrimiento del
pueblo, ese que se ofende ante la crítica, pero no se ofende ante las malas
condiciones de vida de los gobernados.
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