Queremos Imponer Nuestro Desorden A Cósmicas Proporciones



Queremos Imponer Nuestro Desorden A Cósmicas Proporciones

“Muchos viajes continúan largo tiempo luego de que el movimiento en tiempo y espacio han cesado.”
John Steinbeck

Un pensamiento que siempre ha rondado cual fantasma aterrador mi mente desde la infancia es el cuestionamiento sobre los programas espaciales, en aquellos años de mi infancia, sólo podíamos considerar a los EUA y a la extinta URSS, hoy en día otras potencias como China o India se han sumado al tema, los viajes al espacio siempre me parecieron un parámetro que de alguna forma nos ayuda a dimensionar el avance tecnológico del ser humano, el cual ha dejado ya el planeta y se dirige a velocidades vertiginosas en una carrera no sólo por explorar otros planetas, sino a la colonización de estos, es cuestión de algunos años para que se establezcan bases en la luna, lugares para la explotación de minerales, colonias habitadas y ¿Porque no? guerras entre colonizadores, como en el pasado las pudo tener España y Francia, hoy en día, estamos a menos tiempo de ver guerras fuera del planeta y nuevas carreras por conquistar nuevos territorios, fuera de la Tierra, se habla incluso de la conquista de Marte, vecino país que se cree poseedor de materiales interesantes que bien podrían ser usados para crear combustibles, de esta manera convirtiéndose en una posible estación de abastecimiento para viajes más lejanos, una frontera, un lugar de paso, jugando le digo a mi hija, haciendo alusión a los escritos de Ray Bradbury: “Tal vez tus hijos sean marcianos”, ¿Y porque no? las nuevas generaciones que nazcan fuera del planeta ya no será terrícolas, así que los marcianos, probablemente terminemos siendo nosotros, tal vez  nosotros terminaremos siendo esa raza cósmica y guerrera de que se habla en libros de ciencia ficción, esa raza tan temida en el universo que se dedica a conquistar nuevos planetas, a explotarlos y a abandonarlos después, a fin de cuentas, creo que esa raza maligna terminaremos siendo nosotros mismos.

Pero lo que me obsesiona respecto a este tema es que estemos pensando ya en un futuro fuera del planeta Tierra y no seamos capaces de resolver los problemas que aún tenemos dentro de la que aún sigue y tal vez siga siendo nuestra casa, tanto se ha hablado de la destrucción del planeta, pero seamos humildes y aceptémoslo, tal vez la raza humana se extinga algún día, somos apenas una diminuta mancha en el la historia del universo y muy probablemente el planeta aquí siga y nosotros no, viendo desde esta perspectiva nuestros problemas se vuelven tan pequeños, nuestras guerras mundiales un pleito de vecindad, y nuestra negativa a resolverla se convierte en un asunto de pura negligencia, podemos y debemos resolver los problemas que atañen a nuestro pequeño y diminuto punto en el universo, no debemos siquiera pensar en dejar este planeta, mientras siga existiendo pobreza, millones mueren de hambres en todos los rincones del planeta al tiempo que nuestra tecnología avanza a las estrellas, ¿No es esto el ejemplo más claro de la desigualdad en que vivimos? Desde una tumba dos metros bajo tierra, hasta más allá de las estrellas, así de distancia hemos puesto entre nosotros, no nos extrañe que otros se sientan libres y más cercanos a dejar el planeta, mientras otros nos damos cuenta de lo mal que estamos y de lo mucho que hay que hacer aquí, quedémonos en nuestra casa, sigamos “admirando” solamente el universo pero olvidémonos de exploraciones con fines colonialistas, resolvamos el “pequeño gran problema” que tenemos en nuestro “pequeño gran planeta”, porque el día que tengamos que rendir cuentas a quien sea, aquí o en el más allá, como explicaremos que pudimos vencer todas las fronteras imaginables en este universo, pero no pudimos vencer nuestras diferencias, siendo que somos todos hermanos bajo un mismo techo, no pudimos vencer enfermedades que se esparcieron por todo el planeta, no pudimos ponernos de acuerdo entre hermanos y no pudimos vencer el hambre…no pudimos evolucionar más allá de lo que somos y hemos sido, en tanto tiempo para nosotros y en tan poco tiempo para el universo.

¿De que servirá descubrir más recursos en las estrellas? ¿Para hacer más ricos a los ricos? ¿Para que servirá encontrar nuevos lugares habitables? ¿Para que los ricos se vayan y dejen atrás este mundo? El momento es ahora de bajar la mirada y darnos cuenta en dónde tenemos los pies, el momento es ahora que pareciera que la humanidad entre en una fase oscura, con las nuevas hegemonías entrando en conflicto, la enfermedad, la pobreza y el desempleo afectando a los más desvalidos, y el orden natural que hemos afectado y que a la postre se nos terminan revirtiendo a nosotros mismos.

Es el momento de poner diferencias a un lado y pensar en que sigue, no para el país, sino para el mundo.              
    

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