Neil Young-A Letter Home (2014)

Neil Young-A Letter Home (2014)

“La experiencia no se puede crear, tienes que pasar por ella.”

Albert Camus

Veterano iconoclasta por excelencia, lo que mantiene a Neil Young a flote después de tantos años en el mundo de la música, es el hecho de que a pesar de lo osado de sus experimentos, siempre consigue, sin importar la dirección que tome crear un disco coherente con canciones de peso y temas que consiguen siempre sobresalir en su discografía, creando un sincero interés en cada uno de sus pasos, sabe crear expectación y siempre sorprender, rara vez podremos decir de un disco de Neil Young que no nos ha provocado algo, y esto se debe a que cada disco tiene una razón de ser, funciona como un todo, puede gustarnos o no, y a pesar de ello, siempre encontraremos momentos estelares que pueden rescatarlo de los momentos más difíciles de sus grabaciones, A Letter Home cae en esta categoría a la perfección, es un disco difícil, posee la “crudeza” auditiva de esos viejos discos de los primeros “bluesmen” en el vecino país del norte, y aunque esta aura sonora de alguna manera hace del disco lago hasta cierto punto hermético, irónicamente añade también una cierta calidad y una proximidad que proporciona un complejo encanto al disco.

A Letter Home es un disco de versiones a cargo únicamente de Young, quien se apoya en su guitarra acústica, una armónica, algo de piano y el apoyo vocal del interesante Jack White, Changes es uno de mis temas favoritos y el encargado de abrir el disco, como no sentir un enorme amor por los temas del gran Phil Ochs, un personaje que con un poco más de suerte pudo estar a la paz de gente como Bob Dylan, sería difícil decir si Young hace o no una buena versión del tema, lo maltrata, lo destruye a su manera, pero lo vuelve un tema de Neil Young, usando la nostalgia que destila la composición de Ochs, para después visitar el otro lado del espectro, armónica en boca, trayéndonos un tema de Bob Dylan en Girl From The North Country, el cual Young no tiene ningún problema para tomar y hacer a su manera, respetando una cierta relajación existente en los temas de Dylan.

En A Letter Home hay temas más complejos, menos inmediatos, como Needle of Death del legendario Bert Jansh una leyenda folk inglesa que tuvo gran influencia sobre gente como Led Zeppelin, Donovan o Nick Drake, explotando al máximo la textura conseguida en este disco, grabado en su mayor parte en algo parecido a un estudio portátil que graba directo a vinil, un guiño increíble por parte de un hombre cuyas grabaciones en ocasiones son caprichosamente minuciosas en cuanto a sonido se refiere, y que aquí parece querer irse directo a las raíces de todo.

Hay dos temas en los Young versiona al recientemente cumpleañero Willie Nelson, Crazy, en el cual Young suena a una extraña mezcla entre un fragilísimo Lou Reed y un destruido Daniel Johnston, si algo así pudiera ser imaginado, el otro tema de Nelson que es revivido por Young es el clásico On The Road Again, tema que sin duda consigue llevar a Young a uno de los punto más altos y memorables de la grabación, haciéndose acompañar por instantes del White, y de un gentil piano, en una versión simplemente arrebatadora.

Reason To Believe es un tema de otro grande del mundo del folk, el genial Tim Hardin, y gracias a un trabajo estrujante de piano, Young consigue hacer justicia a un tema hermoso y de arrebatadora belleza nostálgica, Young parece disfrutar cada uno de los momentos de esta grabación, relajándose, divirtiéndose en lo que pareciera ser una inesperada experiencia para un hombre con toda la experiencia del mundo en los estudios, aquí Young se convierte en un fan de estos grandes temas, se convierte en un amateur interpretando estos temas en una pequeña cabina, y dedicando canciones a diestra y siniestra en una declaración de amor por la música en su más pura expresión.

Para muchos podrá ser un disco de sonido bastante extraño, pero resulta ser un increíble acercamiento por parte de Young un hombre que se atreve a desnudar su sonido y sus pasiones frente a un micrófono y nada más, una oda al pasado de parte de un hombre que rara vez ve hacia atrás, pero que cuando lo hace, sabe cómo hacerlo a su manera, conceptual a su manera, un éxito en su propuesta y un disco único digno de escucharse y dejarse llevar por su mística.