Sebastian Bach-Give Em Hell (2014)
Sebastian Bach-Give Em Hell (2014)
“La juventud se desperdicia en
los jóvenes.”
George Bernard Shaw
En estos días el hard
rock ha pasado a ser casi un objeto de cuarentones, sería raro que grupos
nuevos de esta vertiente capturaran muchas almas jóvenes, luego de que en los
90s, Nirvana y sus “hordas” acabarán con el glam
metal, hair metal o pop metal, yo
siempre he argumentado que para que esto hubiese pasado, se hubiese necesitado
mucho más que un disco como el Nevermind, Sonic Youth, Dinosaur Jr., Pixies o
los Melvins deambularon en el underground
por décadas con mejores propuestas que las de Nirvana, sin siquiera la mitad de
la aceptación de las masas, yo siempre he adjudicado este declive del glam, pop
o hair metal a Guns N Roses, en especial a su clásico Apetite For Destruction,
un disco que puede barrer y trapear el piso con Kurt Cobain y compañía en
cualquier momento, y que nos abrió a muchos las puertas a sonidos más duros,
quien se halla enamorado del AFD y sus afinidades por el funk, el speed metal,
el punk y hasta la música disco, difícilmente mostraría aprecio posterior por
bandas como Warrant, Trixter, Firehouse o Slaughter, GNR de alguna manera
alimentó nuestro deseo por el peligro, por la novedad, rompió la inercia y nos
llevó a buscar por un sonido más abrasivo, crudo, nos enseñó a rechazar el
exceso de cuidado, detalle o procesamiento en el sonido e imagen de las bandas,
escuchar a GNR iba más con escuchar a Metallica o a Megadeth que con escuchar a
Warrant o a Winger, así es como nuestros gustos empezaron a evolucionar, y
entendimos que había mucho más que el cabello atiborrado con spray y la ropa
spandex ajustada, claro, había muchas bandas rescatables en esos momentos,
Motley Crue, Poison, Stryper, Kix, Cinderella, muchos de ellos surgidos en los
inicios del movimiento en su versión estadounidense, bandas que siguieron sus
impulsos y que se hundieron junto con todo el movimiento, luego de que cientos
de bandas surgieran para ponerse a las órdenes de las disqueras y de sus ejecutivos,
algo cíclico, que siempre sucede en tiempos modernos y que sucedería de igual
manera al grunge, al gangsta rap, a la música “alternativa”, al nu metal y al
pop punk.
Muchas de estas bandas de hard rock sufrieron una curiosa
transformación, ya que al ser rechazadas por el público, dejaron el mainstream y crearon un nuevo underground, en una historia que se
antoja para estudiarse a detalle, GNR dejaron de existir para ser el vehículo
personal de Axl Rose, Bon Jovi se refugió en el pop, Motley Crue entró en estado
hibernación, mientras que Poison y Stryper endurecieron su sonido para tratar
de separarse del resto de bandas pop metal, un movimiento atinado, pero
realizado demasiado tarde, el barco ya se estaba hundiendo y si todos hubieran
optado por subirle al volumen a sus amplificadores, meterle más distorsión a
sus guitarras y tratar temas que no sólo hablaran de un machismo adolescente,
muy probablemente seguirían teniendo relevancia, aunque bueno, tal vez hubieran
se hubieran transformado en hard rock y de todos modos hubiera decaído el
glam/pop/hair.
Sebastian Back es uno de los sobrevivientes del hundimiento
de aquel movimiento, líder de los Skid Row, banda de duro hard rock, mal
aconsejados por su disquera, primero inclinándose por las baladas y después
rechazando acercarse a bandas más pesadas como Judas Priest o Iron Maiden, la
banda terminó expulsando a Bach, quien hizo una decente carrera como actor de
obras musicales en Broadway, esto sin olvidarse de su pasión por el rock duro,
poseedor de una buena e intensa voz, Bach presenta este año su Give Em Hell,
disco bien elaborado, claramente dentro del espectro del hard rock, con ritmos
acelerados, guitarras rabiosas y una vocalización salvaje puesta en acción desde
Hell Inside My Head, con un Bach buscando equilibrar la parte melódica de su
voz, con feroces guitarras que parecieran acecharle a cada paso, sus años en
Broadway le han dado un admirable dominio de sus vocales, capaces de ponerse al
frente de una áspera pared de sonido, para los que escucharon a Skid Row en
vivo sabrán que los chicos tocaban duro, y que si se hundieron fue más por sus
asociaciones con otras bandas que por falta de talento, Bach por momentos me
recuerda a Vince Neil de los Motley Crue al alcanzar sus notas más agudas y
viciosas, Harmony nuevamente exhibe sus tendencias a combinar ritmos pesados
con un aguzado sentido de la melodía, Bach se muestra inteligente me atrevería
decir con un olfato mejor para los temas que en su estancia con los SR, claro,
el atractivo comercial queda en entredicho al no existir mucha de la esencia
pop de las baladas de SR, y nuevamente las asociaciones con el hair metal
pueden terminar condenando este disco al olvido, injustamente, ya que hay
buenos temas que adoradores de Marilyn Manson o Rob Zombie, en sus épocas
recientes pudieran encontrar atractivas, temas como All My Friends Are Dead
muestra a un Bach en excelente forma para el rock duro, con una voz envidiable
y bien acompañado en los instrumentos que en ningún momento de vuelven blandos.
Dominator es una pieza de un rock bastante pesado
perfectamente ejecutado, esto a la par de otros temas como la incendiaria Gun
To A Knife Fight o la brutal Taking Back Tomorrow son muestras claras de un
artista y un género que tenían cosas rescatables, después de todo este Give Em
Hell resultará mejor que escuchar a bandas como Creed o Linkin Park, que
emergieron luego de la muerte del metal pop de los 90s, Bach y los demás
sobrevivientes se han endurecido, como el buen hard rock, se han vuelto duros
como pierda y esto es algo que se puede disfrutar sin arrepentimiento alguno.
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