Aleksandr Dugin-La Cuarta Teoría Política (2012)



Aleksandr Dugin-La Cuarta Teoría Política (2012) 

“Los EE.UU. son una cultura quimérica, anti-orgánica y trasplantada que no dispone de tradiciones estatales sagradas, ni de sustrato cultural, pero, sin embargo, trata de imponer a los otros continentes su anti-étnico y anti-tradicional modelo babilónico”
Aleksandr Dugin

Luego de la caída del régimen comunista en la extinta URSS en los noventas, todo parecía indicar que el futuro del mundo se hallaba en el capitalismo, un indicador no de que era la mejor opción, sino la única que nos quedaba, un mundo unipolar se fue gestando y la agresiva comercialización del Oeste empezó a tomar posesión del mundo, el concepto de la globalización tomó impulso, gracias a la caída de toda barrera (con algunas excepciones como China, Cuba, Venezuela o Irán)     

El dominio del capitalismo convirtió de alguna manera en un caos el mundo, el capitalismo financiero siguió al capitalismo comercial, y el riesgo aumentó en el mundo, la especulación se convirtió en una forma de obtener ganancias y el mundo se convirtió en un moderno juego de Monopoly con un sólo jugador, la conquista del libre mercado y del exceso de comercialización empezó a convertirse en un callejón sin salida, por un lado, la feroz búsqueda de materias primas, por otro, la búsqueda de una homogenización de la población, eliminar las diferencias culturales para estandarizar los productos a comercializarse de manera agresiva, ante todo esto, el caos empezó a reinar el sistema que quedó empezó a mostrar su feo rostro.

En la Cuarta Teoría Política, el ideólogo favorito de Vladimir Putin, Aleksandr Dugin, hace una difusa propuesta más allá del capitalismo y de la Tercer Vía de Anthony Giddens, Dugin osadamente basa su teoría en varios arriesgados puntos, declara obsoletos el liberalismo, el comunismo y el fascismo, pero no los descarta, propone rescatar elementos de cada uno de ellos y con esto armar una nueva teoría política, denuncia el liberalismo, la cara actual del capitalismo como una trampa al ofrecer el crecimiento y la modernidad como un futuro prometedor, siendo que no considera el crecimiento y la modernidad como sinónimos de progreso, por el contrario, Dugin propone, basándose las ideas del filósofo italiano Julius Evola una vuelta al tradicionalismo, a los valores de antaño, agregándole elementos “mejorados” del fascismo y del comunismo, al tiempo que declara una guerra frontal contra la influencia decadente de Occidente, el fin del mundo multipolar y el regreso de Rusia como una potencia que ayude junto a China e India ha contrarrestar el peso de los Estados Unidos e Inglaterra y encontrar nuevamente un equilibrio en el mundo.

Dugin denota cierta nostalgia por el pasado Soviético de Rusia, algo que definitivamente le ha ganado la simpatía de Putin y de la vieja guardia comunista en Rusia, aunque las propuestas de Dugin tienen varios puntos débiles, uno, vuelve a idealizar los ideales comunistas de la extinta URSS, los cuales de manera utópica funcionan, pero en la práctica de sobra sabemos se corrompen y no se cumplen, denuncia el avance de imperialismo occidental como criminal, pero propone volver  al imperialismo Soviético, lo cual es prueba de la visión bastante sesgada de Dugin.

La Cuarta Teoría Política se debate entre aciertos y errores, el principal acierto de Dugin es despertar el sentido de que algo está mal en la actualidad y alentar la urgencia del deber de buscar algo más allá, una manera de resolver la problemática mundial que ha estancado naciones y hundido a otras, además de resolver el tema de la globalización, una tendencia llena de pros y contras, su propuesta de voltear al tradicionalismo no es nada nuevo, ya que de sobra es sabido que ante la debilidad y decadencia del mundo actual, un “regreso a las raíces” siempre resulta fortificante y restaurador de la fe, por otro lado, La Cuarta Teoría Política de Dugin falla en establecer una propuesta concreta, el mismo señala lo abierto y difuso de su propuesta, y ahí yace su principal debilidad, en que no atina a dar una propuesta de teoría concreta, convirtiéndose sólo en una lluvia de ideas sin conclusión.

Sin duda resulta interesante la visión de Dugin, la ventana que nos abre al pensamiento ruso sobre el estado del mundo, en el cual nos enseñaron desde niños a identificar el bien (Estados Unidos de América), y el mal (La URSS), resulta iluminador tener la visión del “otro bando” y darnos cuenta que en el mundo ideal no hay malos y buenos, sino distintas ópticas y que para ver mejor tenemos la responsabilidad de conocer los dos lados de la historia, nos enfrentamos a una decadencia cultural y a un riesgo enorme de las economías mundiales, por lo que la columna central de esta Cuarta Teoría Política, resulta una guía interesante para poder decidir qué elementos debemos tomar y rescatar de las teorías anteriores y si es necesario dar un paso atrás al avance del mundo para retomar fuerza.       



Tambièn interesante intersante resulta que dentro de este cúmulo de visiones en Rusia, con un Dugin tras el poder dándole forma al futuro, uniendo elementos extremos de la derecha y la izquierda, mientras que la oposición rusa ha invocado también la teoría de la herradura consolidando en su estructura la extrema derecha y la extrema izquierda, cada vez más unidas, con dos bandos muy similares entre sí a pesar de todo. 
 



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