Vader-Tibi Et Igni (2014)
Vader-Tibi Et Igni
(2014)
“Me he dado cuenta que lucha de la gente de Polonia ha hecho surgir los
sentimientos de comprensión y solidaridad por todo el mundo.”
Lech Walesa
Siempre hablo bien de Polonia ya que tengo buenos recuerdos
de mi niñez sobre su selección de futbol, en aquellos años bastante destacada y
guiados por el gran Lato (campeón goleador en el mundial del 74 y que se quedó
a jugar en el México), también las inspiradoras historias de la vida de Lech
Walesa y Karol Wojtyla, precisamente sería en Polonia dónde se gestó el principio del fin
del nocivo comunismo aberrante y dónde la semilla de la libertad empezó a
germinar, y si se hubiese gestado un buen plan de transición para los países
comunistas al libre mercado, Polonia debió ser el más claro ejemplo de esta transición
llevada de buena manera.
Parte de esta transición fue el desarrollo de bandas
vanguardistas en Polonia, muchas de ellas ya las hemos mencionado aquí,
pertenecientes al mundo del free jazz, de la música experimental para películas
y música de vanguardia en general, otra escena importantísima y en la cual
Polonia lleva el liderazgo en Europa es la del metal extremo, y esto incluye
sin duda alguna a los legendarios Vader, vigentes desde tiempo atrás de la
caída del régimen comunista, Vader estaba presente desde la época en que el
Thrash dio paso a la brutalidad del Death Metal con bandas como los Massacre,
los Death del gran Chuck Schuldiner y los Possessed, los Vader iniciaron su
carrera a principio de los 80s, con una propuesta que precisamente dejaba atrás
el Thrash o el Speed Metal y se adentraba en la brutal profundidad del Death
Metal, causando tal impacto que sus demos se hicieron famosos en esa hermosa
era en que las grabaciones caseras circulaban en casetes de mano en mano, de
ahí que estas bandas no sufrieran con la era del internet, ya que su éxito
nunca se basó en la fuerza de sus disqueras o de la publicidad, sino en la
información trasmitida de fan en fan trascendiendo su reputación a nivel mundial.
Luego de que la banda firmara con la también legendaria disquera
Earache alguna vez la gloriosa casa de los Napalm Death, Godflesh y los Carcass
en el Reino Unido, los Vader entraron cuando la Earache empezaba a perder
fuerza y buscaba diversificarse, firmando precisamente a “nuevas” bandas como
los Vader, Fudge Tunnel, Pitchshifter o
Brutal Truth (¡Y más tarde los Deicide!) de ahí que se creyera que los Vader eran
novatos recién llegados a la escena del metal extremo mundial.
Difícilmente se podría decir que los Vader han evolucionado
desde sus primeras épocas, ya que han mantenido una línea muy similar
afianzando sus ejecuciones musicales, manteniendo una impecable línea de
brutalidad y constancia, sin sorprender mucho a sus habituales seguidores, pero
complaciéndolos una y otra vez, disco tras disco, estableciendo un paralelo con
bandas como Motorhead con las que sabes que no habrá muchas novedades en sus nuevos
discos, pero difícilmente te sentirás defraudado y uniéndose a esas bandas como
los Ramones o AC/DC que trabajan año tras año en mantener su estilo propio, sin
muchos cambios, únicamente puliendo lo que ya saben hacer, y en este caso, este
Tibi Et Igni es más de lo mismo, ¿Pero qué hay de malo, cuando los mismo sigue
siendo muy bueno? ¿Si no está roto para que arreglarlo? Y precisamente sin
sorpresas este disco es un disco muy bueno, profundizando en el manejo de
intros bien elaborados, como en Go To Hell, la banda de Piotr Wiwczarek, alguna
vez bajista otras guitarrista y siempre en las vocales descarga de manera
prodigiosa un verdadero infierno de sonido con unas bases muy firmes en la
escuela de la despiadada brutalidad de Slayer y el salvajismo del hardcore, si,
Piotr no estará a nivel de un Glen Benton o de James Tardy de los Obituary,
pero no le pide nada a un Tom Araya o a cualquier intenso vocalista de
hardcore, como en Where Angels Weep con sus guitarras elevándose como veloces
llamaradas hasta el cielo invocando el característicos estilo de los ya
mencionados Slayer, con un Kerry King que pareciera manifestarse a través de
las guitarras de Marek Pajak y el mismo Wiwczarek.
Hay temas como Armada On Fire que podrán no ser un derroche
de originalidad pero poseen una convicción musical envidiable, una condición
física para ejecutar semejante despliegue de brutalidad sonora, estupendas
guitarras materializándose en temas como Triumph Of Death con su espectacular
rítmica, para después pasar a pesados pasajes de teclados atmosféricos que
añaden un poco de singular identidad épica a temas como Hexenkessel, cuya
combinación de abrasivas guitarras y brutales baterías destacan y hacen subir
el nivel de este muy buen disco.
Vader por momento peca de genérico con temas como Abandon
All Hope con sus guitarras exagerando los trémolos y después apalancándose en
los blast beats de manera compulsiva, en otras nuevamente construye llamativos
intros para sus temas, como en Worms of Eden, un tema que vale su peso en oro
por la introducción aunque después pierda un poco de carisma (más no
intensidad) según va progresando el tema.
Lo importante de este Tibi Et Igni es que no posee puntos
débiles, y en ningún momento decepciona, cumple a cabalidad con lo que uno
podría esperar de un buen disco, y en contadas ocasiones excede nuestras
expectativas con temas brillantes como Des Satans Neue Kleider, dónde se
combina la brutalidad, lo dramático y lo épico, que luego de más de 30 años de
vida mantiene con vida a este legendaria banda y los mantiene un nivel muy
superior a muchas bandas de hoy en dìa.
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