Productividad, Salarios e Incongruencia en México
Productividad,
Salarios e Incongruencia en México
“La productividad es ser capaz de hacer cosas que antes no podías
hacer.”
Franz Kafka
En México, y en que otras partes del mundo tenemos una idea
errónea respecto a la productividad, de sobra sabemos que es un punto básico
que no hemos sabido desarrollar de la manera correcta, y nuestro fracaso en
este punto ha afectado el despegue de México como potencia a nivel mundial, a
falta de ingenio, creatividad e interés, muchas empresas han asumido de manera
holgazana que ser más productivo implica despedir gente y operar con menos
personal y mantener los sueldos, de ahí la supuesta “productividad”, operaciones
realizadas por gente poco especializada, sin observación al detalle, con un
desdén a la perfección y por consecuencia con caídas notables en eficiencia y
calidad, no hay que ir muy lejos, basta con caminar a una tienda de
autoservicio, farmacia o tienda de conveniencia para encontrarse con empleados
de mal humor, anaqueles vacíos con mercancía no exhibida, productos caducados
que no son retirados, ausencia de personal que nos ayude o nos de informes, y
filas, largas filas por los escasos cajeros disponibles, ¿Es esto productividad?
No, es la completa degradación del compromiso de calidad en servicio.
En México hemos entendido la productividad como la reducción
de personal la manera más sencilla y que requiere menos esfuerzos para reducir
costos inmediatos, aunque estas medidas dan un resultado inmediato, a largo
plazo repercuten en una caída de la productividad precisamente y en un descuido
a la calidad de los productos, la respuesta real no es contemplada por los
empresarios ya que no se hacen planes a largo plazo se pone por encima una
supuesta mejora en la calidad que termina trayendo productos baratos, si, pero
de muy mala calidad, y aunque esto pueda resultar ventajoso en ciertos
mercados, países desarrollados descalifican a México como una opción poco
viable para invertir ante una mano de obra barata, si, pero muy mal calificada.
La apuesta segura y a largo plazo sería trabajar en invertir
fuertemente en la educación de los jóvenes y en la capacitación del personal,
apoyar fuertemente al sector laboral, de esta manera consiguiendo jóvenes
graduados con mayor capacidad y personal capaz de asumir mayores
responsabilidades en sus puestos, todo esto, claro va de la mano con mejores
condiciones y sueldos en el sector laboral, una carga inmediata si, en los
costos, pero que dota de una mano de obra bien preparada que puede producir más
porque sabe cómo hacerlo y de esta manera se vuelve atractiva para que la
industria extranjera se sienta interesa en invertir, después de todo, se dice
que: “Gana más, quien produce más, y produce más el que sabe más.”
Hay que dejar claro que los salarios bajos ayudan a mantener
“competitivos” a las empresas, pero habría que revisarse si realmente esto
termina reflejándose en la competitividad o en los márgenes de utilidad de los
empresarios, ya que la desigualdad en el país continua en fuerte crecimiento,
mientras los ricos se vuelven más ricos (tenemos al hombre más rico del mundo)
la clase media comienza a adelgazarse y a caer en el desfiladero de la pobreza,
aumentando lo robusto de este sector.
Los salarios no suben, pero los productos si aumentan
constantemente, y la riqueza de los empresarios aumenta, si se es más
productivo despidiendo gente, y las tecnologías mejoran, y hacen más esbeltos
los procesos, ¿Porque no hay una relación congruente entre salarios y márgenes
de utilidad? ¿Por qué no se ha solucionado la desigualdad? ¿A cuántos mexicanos
se ha sacado de la pobreza en los últimos años? ¿O será que se ha engrosado el
número?
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