Dos Izquierdas Que No Hacen Una
Dos Izquierdas Que
No Hacen Una
“Mucho del pensamiento de izquierda es un jugar con fuego a cargo de
gente que ni siquiera saben que el fuego quema.”
George Orwell
Con la reciente aprobación como partido a Morena por parte
del INE, el partido fundado por Andres Manuel Lopez Obrador, podría decirse que
otorga disfuncional democracia una
segunda propuesta de izquierda (si claro, hay partidos menores como el PT que
se dicen de izquierda, pero en realidad son negocios familiares sin muchas
propuestas y que terminan solamente asociándose en el último momento con
partidos grandes para mantenerse con vida y conservar su cheque), lo cual
pudiera ser congruente con el estado de ésta en Latinoamérica, hasta cierto
punto coincide con la idea de que realmente existen dos tipos de izquierda
actualmente, una retrograda que ha llevado a cabo Cuba por muchos años, y que
pareciera ahora abrirse al mundo y la que ha traído Nicolás Maduro a Venezuela
que cada vez más se va cerrando al mundo, la “otra” izquierda es una izquierda
abierta, poco dogmática y progresista, que hemos visto funcionar en Brasil hace
unos años con Lula Da Silva, o en años más recientes en Uruguay con José
Mújica, y posiblemente la podamos ver y evaluar en un futuro en Chile con la
Bachelet.
Si vemos el estado actual del PRD, partido que
históricamente se separó del PRI y engulló a los múltiples partidos menores de
izquierda en el país, encontraremos una propuesta de izquierda no muy abierta,
dogmática aún y de muy pocas propuestas progresistas, el PRD pareciera un
obstinado partido en decadencia que no avanza con los tiempos, y cuyo principal
papel en los últimos años es la de oponerse a todo y a todos, poco hemos visto
de progreso en su desempeño a cargo de varios estados o de la capital del país,
develando una estrategia descaradamente populista y mañosa en esta última, que
en poco o nada ha ayudado al avance de la capital.
Por otro lado
pareciera que Morena se alzara como una propuesta de izquierda, “opuesta” al
PRD, una izquierda más radicalizada y progresista, o bueno, eso es lo que AMLO
nos quiere vender, pero después de todo, AMLO, al igual que los perredistas
proviene del PRI, y una de sus actuaciones más “importantes” dentro del mundo
de la política fue ser jefe de gobierno del DF, establecer una red de control
de sindicatos y comerciantes, establecer políticas populistas de dadivas de
dinero y creación de universidades semilleros de militantes de su partido en
turno, durante su turno como jefe de gobierno del DF, los mismos casos de
corrupción que vivimos con el PRI, salieron a la luz con AMLO, cuya única
característica siempre ha sido el discurso populista, ese que busca brillar
criticando al gobierno, a la oposición, a los Estados Unidos, a las propuestas
progresistas, a todo ya todos (que distinto del PRD ¿No?) sin una propuesta
real y promesas sin base que sólo alguien muy ingenuo podría pensar que se
podrían llevar acabo, desgraciadamente AMLO representa no una izquierda, sino
un populismo que ya vivimos con el PRI, un populismo que está dividiendo en
estos momentos a Europa, un populismo que se alimenta del enojo y los temores
del pueblo y que a cambio les da falsas promesas y una descarada manipulación,
un populismo intolerante, que cuando gana acredita los procesos y las
instituciones, pero cuando pierde las manda al diablo.
Para desgracia de México, no hay propuestas inteligentes
provenientes de estas dos izquierdas, tanto el PRD como Morena responden a
poderes superiores y a conveniencias partidistas, no ha demandas reales de la
sociedad, su fuerza, arrastre y carisma se basa en criticar los errores de los
demás, en lugar de proponer soluciones, una izquierda que promete mucho, pero
no nos revela como hará para cumplir a cabalidad esas promesas, son una
añadidura más a nuestra democracia de promesas, de apariencias, de palabras que
se lleva el viento, de imágenes falsas, y
de pocos, muy pocos hechos.
Necesitamos una izquierda que no regale los bienes de la
nación, que invierta en capacitación para que se desarrolle el pueblo, que no
se cierre al comercio mundial, que idolatre la educación de calidad y la
impulse a capa y espada, que de protección real al desvalido, que defienda la
igualdad de la mujer y garantice los derechos de quienes piensan diferente, una
que defienda ferozmente al medio ambiente y desarrolle nuevas fuentes de
energía limpia en lugar de pelear por el petróleo, una que impulse en realidad
al emprendedor para que genere empleo y que busque que ambos obtengan lo justo
para vivir una vida decorosa, no una izquierda que quiera apoderarse y
controlar todo, una izquierda que no prometa amor, sino que lo demuestre, que
promueva la unión y el respeto, y no que sea un instrumento de odio y división entre
los mexicanos.
Nos han dado pan con lo mismo y nos han traído no una
versión mejorada del PRD, sino una vil copia de los mismos vicios que ha n
debilitado al partido que fundara Cuauhtémoc Cárdenas, nuestra izquierda sigue
siendo retrograda, ahora más dividida que nunca, y que sigue sin ofrecernos una
verdadera opción de progreso y de mejora para nuestra sociedad, nos siguen
vendiendo espejitos, ¿Cuántos caerán en este trampa?
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