Marc Almond- The Dancing Marquis (2014)
Marc Almond- The Dancing Marquis (2014)
“Creo que entre más viejo soy, más creativo me vuelvo, ya no tengo las
distracciones que tenía cuando era joven.”
Marc Almond
En recientes años he percibido un regreso a los cálidos
sonidos de los 70s, inspirado en cierta forma por los experimentos retro de
gente como Ariel Pink y el deseo de los músicos de hacer a un lado el frío
sonido de la tecnología digital, bandas y artísticas como lo Devendra Banhart,
los Strokes o Daft Punk han hecho importantes incursiones en revivir esos
viejos sonidos que impactan en la nostalgia que muchos sufrimos por los sonidos
captados en nuestra niñez (otros como Adanowsky han experimentado igual, pero
han fallado lame notablemente por falta de talento genuino), muy posiblemente
buscados para recuperar una cierta seguridad o certeza que tuvimos en el
pasado, esto para ayudarnos a salir adelante en la incertidumbre que se
presenta en estos días.
Marc Almond no es
ajeno a los experimentos, poseedor de una carrera similar a la del buen Nick
Cave, con algunos aciertos comerciales, y discos en los que se la juega por
completo, reflejo de su caprichosa naturaleza artística que no busca complacer
a nadie excepto a sí mismo, admirador al igual que Cave del gran Jacques Brel,
Almond es un hombre que fácilmente puede ponerse al tú por tu con el gran
camaleón Bowie y crear discos en una infinidad de géneros y recetarnos generosas
dosis de dramatismo y emotividad a través de su música.
The Dancing Marquis es el disco más reciente de Marc Almond,
y hay que decirlo, ¡Que buen disco se ha sacado Marc! Emotivo y nostálgico de principio a fin, un disco
denso, bien elaborado y con una base afín a los 70s digna de admirarse, tan
ambicioso, dramático y teatral que el mismo Cameron Mitchell, creador de la
espectacular película Hedwig and The Angry Inch pudiera sentirse avasallado por
el talento creativo de Almond, en este disco Almond recluta vibrantes y
coloridos sonidos del glam rock y algo de la música disco para crear este
monstruo de singular belleza, hay prominentes guiños al glam rock en el tema
que da nombre al disco, y como no, si Almond ha manifestado siempre su amor por
la música de Marc Bolan y sus T Rex, y tanto ha llegado su amor por esos
sonidos que ha reclutado al genial Tony Visconti para cristalizar ese singular
sonido nacido en los 70s, triunfando de manera sonora y sin dejar dudas en su
cometido, Burn Bright resalta al máximo la belleza compositiva de Almond, quien
aquí nos regala un tema hermoso de principio a fin, un tema que fácilmente pudo
haberse colado en uno de los momentos más emotivos de la ya mencionada película
de Cameron Mitchell.
Pero la bolsa de trucos de Almond, para el tercer tema
resulta todo menos vacía, ya que nos repite la dosis glam con Tasmanian Tiger
que con su mezcla de baterías marciales y nostálgicos arreglos de cuerdas
fácilmente pudieran hacer de Marc Bolan un hombre orgulloso de la manera en que
su legado es representado aquí por Almond, en una labor que solamente puede
haber nacido del enorme amor y respeto musical que Almond siente y ha sentido
siempre por Bolan, otro tema estelar aquí, Worship Me Now muy probablemente no
tendrá el mismo peso, ya que se desvía hacia el electro pop que muchos
identifican con Almond o los Soft Cell.
Love Is Not On Trial continua con el hermoso trabajo musical
de Almond, con un tema que me recuerda el bajo de Walk On The Wild Side del
ENORME Lou Reed, algo del piano de Perfect Day del mismo Lou, y un tema que
igual aborda el tipo de temas dolorosos que Reed solía tocar en sus baladas, el
tema posee una hermosa cadencia en la cual Almond me recuerda a un Peter
Hammill, sin llegar a la pirotecnia vocal que Hammill es capaz de ejecutar
claro, pero sin duda este es un tema que el buen Peter podría llevar a alturas
insospechadas, mientras que Death Of A Dandy es otra rebanada de buen glam
impecablemente ejecutada por Almond, quien aquí pareciera poner en despliegue
todas sus fortalezas como compositor y vocalista, acercándose al legendario
Brel por momentos, que nos da una intensa y apasionada ejecución realmente
memorable.
The Dancing Marquis
continúa con algunas referencias al buen Brel o a Scott Walker en So What`s
Tonight? Uno de esos temas poderosos que Walker solía ejecutar al inicio de su
carrera solista, y que Almond aquí ataca a la perfección, mientras que en Idiot
Dancing nos regala un curioso tema bailable con letras un tanto deprimentes y
deplorables.
The Dancing Marquis es un disco de categoría estelar, con un
Almond alzándose y exigiendo el reconocimiento como uno de los canta autores
más peculiares del momento, con una carrera que se atreve a meterse dónde pocos
lo hacen y con un talento que parece estar volviéndose más y más prominente con
el tiempo, un disco ADICTIVO.
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