Godflesh- Decline and Fall (2014)
Godflesh- Decline
and Fall (2014)
“Soy el imperio al final de la decadencia.”
Paul Verlaine
Sin muchas fanfarrias Godflesh regresa a la vida, la
legendaria banda de Birmingham encabezada por el siempre prolífico Justin K
Broadrick, nos ha traído un nuevo disco de corta duración que demuestra el
estado actual de la banda, uno que muestra de sobra que la banda aún tiene el
músculo suficiente para golpearnos en verdad duro con esa combinación de cajas
de ritmos monstruosas, bajos abominables y guitarras apocalípticas, ¿Poca cosa?
Para nada, ¡Welcome to INDUSTRIAL Hell!
Justin K, Broadrick es uno de mis músicos favoritos, un
hombre incansable a la hora de trabajar en la música, creador de un sin fin de
proyectos que gravitan alrededor del volumen alto pero con suficientes
diferenciadores que denotan su extensa creatividad, ya sea en el mundo del metal
industrial, el grindcore, la electrónica, la música techno, el hip hop y el
shoegaze entre otros géneros, creativo incansable cuyos gustos musicales le han
llevado a romper muchos paradigmas musicales, su principal instrumento creativo
ha sido Godflesh con quienes hizo leyenda en la gran era de la Earache, hombro
con hombro con bandas pioneras de la extrema musical inglesa como los Napalm
Death (de quienes formó parte), Carcass y los Bolt Thrower.
Decline & Fall representa apenas un bocado de lo que
está por venir, la banda, o el dúo quizá debiéramos decir formado por Broadrick
en las guitarras y por GC Green en el bajo se encuentran actualmente inmersos
en el estudio preparando el resto del material de lo que será su nuevo disco A
World Lit Only By Fire a editarse este año, Decline & Fall es una
prometedora muestra de una banda que se desintegró en la cumbre de sus poderes
creativos, sin caer en una decadencia que nos orillara a preferir no volver a
saber nada de ellos.
El tema que se encarga de abrir este fugaz disco es Ringer,
que ya de entrada abre con virtuosas dosis de distorsión y estática solo para
dar paso a la brutal escuela de sonido de la banda caracterizada por esas
baterías mecánicas programadas tanto por Broadrick como por Green, un
portentoso golpeteo que nos embate hasta dejarnos molidos los huesos y
pulverizado el cerebro, una fría y mecánica forma de destruir a la par de una
devastadora secuencia de ritmos machacantes que parecen no tener fin, y
precisamente esa pareciera ser la clave a lo largo de este corto disco,
machacarnos hasta el cansancio sin misericordia, claro, el bajo de Green no se
cansa, ruge sin piedad, formando una maquina mitad piel mitad metal que refleja
nuestro estado existencial actual y que se deleita en esos brutales golpes
rítmicos, todo esto al tiempo que Broadrick interviene y añade adrenalina al
procesos al introducir esas guitarras filosas a la mezcla ya de por si
amenazadora.
Los ritmos asombrosos y envolventes que Broadrick aprendió
del hip hop se ponen de manifiesto de manera extensiva en Dogbite un
impresionante tema que mezcla la dureza de las calles del industrial Birmingham
con la brutalidad metálica de la banda, esos imposibles ritmos que se mueven de
manera increíble en paralelo a la durísima descarga de la banda, una
combinación que solo los Godflesh eran capaces de lograr y que parece sonar
intacta aquí, ¿Y si Broadrick pudiera unirse a esos MCs del brutal grime de la misma manera en que su amigo
Kevin Martin ha hecho? No dudo que los resultados sonarían así, pero aún más
increíbles, ¿Qué tal una colaboración con Burial?
Playing With Fire derrocha dinamismo y un ritmo contundente,
compacto y perfectamente enaceitado, aquí Broadrick y sus guitarras toman el
protagonismo, con estas repiqueteando a lo largo de la melodía, exhibiendo
nuevamente los poderes compositivos de la banda capaz de ir de un extremo
sonoro a otro invocando una paleta sonora muy extensa que se abre mucho más
allá de los que el metal industrial pudiese permitir, para los que consideraban
a Godflesh como un fenómeno industrial, queda claro aquí que Broadrick y
compañía son algo más, capaces de adentrarse en territorios que el buen Al
Jourgensen jamás podría explorar con esta precisión y sabiduría.
El cierre de este breve disco viene con Decline & Fall,
un tema que goza de unas increíbles guitarras y bajo, además de la dinámica
rítmica proporcionada por la brutal máquina, ¿Rage against the machine? No aquí
es Rage along the machine, or with the machine, como la banda lo demuestra en
este tema que termina un disco formidable que parece indicarnos que el regreso
de la banda va por muy buen camino, que la escuela callejera de brutalidad que
inventó Broadrick hace décadas sigue
vigente e indomable, ¿Qué podría faltar aquí? Que Broadrick nos pueda traer un
disco de larga duración que incluya sorpresas, que mejore las formulas, que
mantenga este nivel de intensidad y que consiga una mezcla más extensas de
temas congruentes a este.
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