The Who- Quadrophenia: Live In London (2014)



The Who- Quadrophenia: Live In London (2014)

“Mientras crecía, lo que me resultaba interesante era que la música era colorida y la vida era gris, la música siempre ha sido más que entretenimiento para mí.”
Pete Townshend 

Pocos han de ignorar que los Who son una de mis bandas favoritas y que Baba O Riley fácilmente califica como mi tema favorito de todos los tiempos, ese magnético tema salido de la retorcida mente de Pete Townshend siempre me ha resultado exquisito, aún y que los Beatles o los Velvet Underground como grupos les llevan algo de ventaja bajo mi humilde opinión, los Who han creado temas increíbles, puedo alegar que en ocasiones su obsesión con los discos conceptuales u operas rock han debilitado un poco el contundente impacto de la banda, una larga carrera discográfica, mucho más larga que la de los Beatles o los VU les han expuesto un poco más a errores o fauls, pero sin duda lo mejor de los Who carece definitivamente de rival.

En un plano creativo, los Who siguen adelante y por mucho a cualquiera de sus contemporáneos, aún con vida, los Stones siguen sin poder crear música nueva que por lo menos cumpla con los estándares previamente impuestos por la banda y los Kinks tienen leves chispazos creativos pero nada que tenga una verdadera repercusión, mientras que los Who se han atrevido a crear música nueva que definitivamente responde a las expectativas, y en cuanto a su música consagrada, demuestran que aún pueden sacarle jugo suficiente en lugar de perderse en la nostalgia de los tiempos pasados.      

Quadrophenia en su momento marcó un fuerte hito en la historia de los Who, editado en 1973, el disco suponía una reafirmación de los Who como amos y señores de la ópera rock, luego del indiscutible triunfo de su opera anterior, el clásico Tommy, Townshend nuevamente se ponía cerebral y buscaba desmarcarse de las tendencias de la época, incluso adelantándose en los tiempos y retando a sus escuchas, un disco doble de verdadera larga duración representaría un golpe masivo por parte del grupo, alejado del mundo de los sencillos y las listas de popularidad, Quadrophenia apostaba por el cuadro completo, vendía cual obra literaria el disco completo y no sólo páginas o capítulos de este.

Este disco en su versión recuerdo haberlo adquirido en su formato de casete en un día lluvioso, en cual lo más indicado sería no haber salido de casa, pero el deseo de escucharlo y la gran expectativa eran muchas, ¿Cómo decir no a tal cantidad de temas de tal solidez? ¿Cómo resistirse al talento narrativo de Townshend y al carisma interpretativo de Daltrey? Imposible.  

Al día de hoy tanto Roger Daltrey como Pete Townshend deciden volver a enfrentarse a este disco monumental y toman el control de este musical masivo en el contexto en vivo, un lugar en el que posiblemente no pudieron hacer cuajar el disco en el pasado, hoy en día la tecnología y el apoyo de músicos adicionales (algo que le sucedería también a Brian Wilson con su Pet Sounds) brinda a los Who la oportunidad de presentar de una manera digna Quadrophenia a sus seguidores fuera del estudio, en directo.
The Real Me sigue siendo el mismo golpe que destroza la puerta de manera estruendosa, los años han hecho más dura la voz de Daltrey, ha perdido agilidad, sí, pero el músculo maduro que ahora esboza sigue siendo espectacular y la batería a cargo de Scott Devours tal vez no tenga la genial locura de un Keith Moon pero cumple en cuanto a la aplicación de fuerza y contundencia, sí, siempre se extrañará el bajo de Entwistle, imposible de reemplazar en este tema, pero el ataque es bien llevado por Pino Palladino y por Townshend padre e hijo en las guitarras, Quadrophenia, el tema sobre el desdoblamiento de cuatro personalidades dentro del personaje principal, que da título a este disco, suena magnifico en vivo gracias al bien dirigido trabajo de los metales y a los impecable teclados a cargo de un copioso número de músicos, que arropan eficazmente al grandioso tema.

Otro tema de singular belleza y tremendo dramatismo es Cut My Hair, en el cual Daltrey suena espectacular, llevando a cuestas el enorme peso emotivo del tema y con un Townshend embelleciendo y embruteciendo en partes iguales el tema con delicados arreglos de guitarra y despiadados rasgueos de guitarra, furia que repite de manera exponencial en The Punk and the Godfather, otro de los grandes temas del disco original, en el cual los clásicos acordes devastadores de Townshend son prueba fehaciente del poder de la banda en estos días, ¿Nostalgia? Para nada, saltó por la ventana en los primeros giros de brazo de Townshend y no la volvimos a ver.
 
Townshend padre da oportunidad a su hijo de hacerse del protagonismo vocal en The Dirty Jobs, sustituyéndole y acompañando a Daltrey en un tema sublime que junto a Im The One queda claro que ha servido de base para las historias evocadoras de un Eddie Vedder, quien seguramente matarìa por poder crear una ópera rock de este calibre con o sin sus Pearl Jam, y por si fuera poco, la tecnología permite integrar al difunto John Entwistle, uno de los mejores bajistas de la historia en 5:15, uno de los temas más furiosos del disco, que hace sonar a la banda inspirada como pocas veces, en algo que sin duda es un homenaje grande a uno de los mejores músicos que han existido, estrategia que repiten en Bell Boy incluyendo la voz del gran Keith Moon, mágicamente revivido por la tecnología de nuestros días.

Quadrophenia es un indiscutible triunfo a cargo de una banda que a pesar de las perdidas en el camino, un gran bajista y un gran baterista, mantiene su fortaleza y su juventud en sus ejecuciones, una banda que sigue sorprendiéndonos en los musical, que no viven de glorias pasadas y que cuando deciden voltear atrás es para sacudirnos, no para conmovernos, aquí no se explota ninguna nostalgia, sino que se usan los avances de la tecnología para avivar aún más, la llama de algo que el tiempo no ha podido apagar. 

                            
   




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