Sleaford Mods-Divide and Exit (2014)
Sleaford Mods-Divide and Exit (2014)
“Francamente creo que si nos referimos a caos, no hemos visto nada aún.”
Nigel Farage
El sutilmente sofisticado humor inglés se manifiesta en su
máxima expresión a lo largo de este disco en el que esta banda de verdaderos
forajidos ingleses, que podría equipararse a los insensatos ataques verbales
del populista Nigel Farage ante los dirigentes de la Unión Europea, nos hacen
saber que el Reino Unido está bastante molesto ante la situación actual del
mundo, o por lo menos de sus sucias calles, si bien de sobra sabemos que las
posiciones extremas de Farage representan un serio peligro para el Reino Unido,
escucharlo como uno pudiera escuchar a Bill Hicks o a George Carlin resulta en
verdad gracioso, difícil combinación, gracioso y peligroso, igual que los
Sleaford Mods.
Divide and Exit es uno de los discos más peculiares que he
escuchado este año, una especie de los The Fall desnudos descaradamente hasta
los huesos, un Mark E. Smith corriendo desnudo por las calles de Londres en
medio de la incomodidad del pueblo ingles en estos días, la exuberancia de las
tribus pintoresca plasmadas por Guy Ritchie reducida a su mínima y más grotesca
expresión, aquí no hay estilo, fineza o glamur, aquí todo es callejero, barato
y primitivo, supongo que esta banda habrá de agradecer infinitamente el legado
estilístico de Smith y compañía, o bien, sin la compañía, solo de Smith, quien
pareciera haberse posesionado del alma del vocalista James Williamson.
Estos Sleaford Mods parecen tan entusiasmados con el bajo y
caja de ritmos, que más memorias de un Mark E., Smith vienen a la mente, esta
primitivísima, casi cavernícola sección rítmica minimalista se encarga de
llevar parte del peso de esta grabación, claro, aquí lo que más brilla son las
vocales de hooligans que se carga esta banda, un verdadero portento de sonido
genuinamente ingles a más no poder, ¿Punk? Si y no, pero estos cuates suenan
más punk que el mismo punk, basta escuchar el duro impacto de Air Conditioning,
con su sección rítmica robótica, casi teutona (algo que podría entusiasmar a
Farage o molestarlo, depende), casi motorik,
que vuelve a tomar la batuta de manera bestial en Tied Up In Nottz, dónde algo
de los tímidos teclados baratos que esboza la banda se atreven a hacer su
aparición, hay que reconocer que el hecho de que la banda se restrinja en los
instrumentos que aparecen en la mezcla les da su propia identidad, una
esquelética, hipercinètica y vulgar
identidad que no se guarda los insultos para sí mismo.
¿Quieren punk? ¿Qué tal a Little Ditty? Una pieza de altas
velocidades y un parco ritmo de batería programado, un bajo que latiguea con
fuerza al vocalista, el cual escupe una mezcla de letras, flema sanguinolenta y
veneno puro, una vez más, este es el sonido de los punks derrumbados sobre el
húmedo, frio y sucio suelo, o con la mejilla contra la pared mientras son
cateados por la policía, en Youre Brave el ritmo adquiere ciertos tintes
bailables, un baile desenfrenado y poco amable claro, la ironía inunda la
atmósfera al tiempo que más mala leche es escupida por el vocalista, quien
maldice y blasfema de manera gloriosa en medio del fino y considerado escenario
inglés, escandalosa y deliciosamente inglés.
Uno podría pensar que tan escueta propuesta se desbarataría
luego del primer par de canciones, pero si The Fall han podido representar este
espectáculo por décadas, ¿Por qué estos Sleaford Mods no podrían hacerlo unos
años? Después de todo, esta banda es un hueso, muy duro de roer y muestran
adrenalina al por mayor al atacar piezas como The Corgi, con su zigzagueantes
ritmos de esencia casi pugilística y tramposa, un tema adictivo que de
inmediato nos sacude el interior y se vuelve necesario escucharlo una y otra
vez, vulgares sí, pero deliciosamente atractivos y geniales, From Rags to
Richards cuelga el tema por completo en el golpetear del bajo mientras la batería
mecánica se mantiene estoica, más una prueba dura de resistencia que una bella
expresión artística, algo así como los PIL después de una muy severa lobotomía
y sin la genialidad de Keith Levene, como lo despliegan en Liveable Shit con
sus risas pregrabadas y toda la cosa, un espectáculo bizarro y grotesco.
Hay algo de variedad en Under The Plastic and NTC con
destartalados añadidos sonoros infecciosos al por mayor, la justa precisión e
intensidad de Tiswas o el muy extraño conglomerado rítmico de Keep Out of It,
que mantienen una secuencia imbatible, indestructible, concretando lo que
muchos pensábamos imposible, casi un disco completo de material de primer
nivel, cambiando de paso y manteniendo el factor sorpresa en temas como Smithy
o en Middle Man, dejando por demás demostrado que los Sleaford Mods han
alcanzado su máximo potencial en este disco, dejando en el camino un disco
sólido y entretenido de principio a fin, un disco tan inglés que de seguro
pondrá a bailar al mismo Nigel Farage en uno de esos maratones de alcohol que
tanto suele a disfrutar.
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