Nuevas Caras, Viejas Caras

Nuevas Caras, Viejas Caras

“Detesto a todos los políticos, no me gusta ningún partido político, uno no debería pertenecer a ellos, uno debe ser independiente y permanecer en medio, cualquiera que pertenece a ellos deja de pensar.”

Ray Bradbury   

Sin temor a equivocarme considero que lo que menos necesita México en estos momentos es un partido político más, atinadamente el flamante INE o instituto electoral ha autorizado la consolidación no de uno, sino de TRES partidos político más, no nos hemos conformado con partidos de mentiras que únicamente representan negocios familiares que hay que perpetrar, el Partido del Trabajo, el Partido Verde o Nueva Alianza, partidos que no representan a la sociedad, sino al interés de una familia en particular, partidos cuya única finalidad es ser comodines para los intereses de los partidos mayoritarios, regalos hechos por el gobierno a ciertos individuos de dudosa reputación.

Pareciera que el fin de la guerra fría ha traído una mezcolanza de ideologías, una propuestas confusas en lugar de teorías firmes, ahora tenemos un Partido Encuentro Social con un pasado un tanto incierto, con ideología liberal, con pretensiones de impulsar la educación gratuita y fomentar una marcada separación entre los poderes del estado y la iglesia, invoca también el “juarismo reformista y laico”, en una época en que pareciera que Juárez es la palabra mágica para obtener credibilidad progresista ante los enterados, lo incongruente de su naturaleza radica en el pasado presumible de su presidente como pastor de la iglesia bautista, y su inclinación por la derecha basado en defender los intereses de las clases altas, una extraña combinación que parece no ser llevada a terrenos muy firmes, por otro lado está el Partido Humanista, que así como el PRD se formó de ex priistas, este se forma de ex panistas, se presumen vínculos con el grupo “Calderonista” que perdió el poder dentro del Pan y cuyos mayores actores son el ex presidente Felipe Calderón y el ex candidato a presidente del PAN Ernesto Cordero que de ser ciertas refuerza su esencia “ex panista”, lo bizarro de este partido es el origen de sus dirigentes, que van desde el marxismo, hasta la democracia cristiana, que quiere denominarse como una alternativa muy plural, pero que de sobra se puede determinar que estará más enfocado a la derecha y a intentar restar peso al PAN en la política.

El tercero de estos nuevos participantes, no tiene nada nuevo, Morena, partido fundado por AMLO busca restar fuerza al PRD, colocarse como una soñada alternativa de izquierda para el país, cuyos “logros” se pueden detectar en el gobierno del distrito federal con AMLO alguna vez al mando, populismo, corrupción, dadivas y adoctrinamiento al por mayor, vicios que vivimos con el PRI en los 70s y 80s y que solamente cambiaron de piel cuando se les acabaron las oportunidades de ascender ahí en esa época, o la ambición y terquedad los rebasó con el PRD y la paciencia y buenos modos se terminaron en sus dos postulaciones para presidente, AMLO no tiene muchas propuestas concretas que ofrecer, su fuerte es criticar al gobierno, prometer dadivas de dinero y hablar sobre la austeridad y la democracia mientras sus hijos aparecen en yates o con ropa de diseñador al tiempo que heredan puestos políticos en el negocio, que diga partido de su padre, igualitos que la monarquía Castro en Cuba.

Los “nuevos” partidos políticos desgraciadamente llegan a México de mano de viejos conocidos con oscuros pasados, sin propuesta claras, sin una definición formal, buscando recolectar desesperadamente  simpatías tanto de derecha e izquierda, sumándose al triste espectáculo de la popularidad en México, dónde gana más el que promete más, el que sonríe más, el que insulta más y el que miente más, no el que se compromete realmente con un proyecto en firme, y cuya intención real es la de explotar la necesidad, desesperación y frustración de la gente, ante una situación económica cada vez más desigual, ante un país que se estanca y ante un gobierno que parece imposibilitado e tomar buenas decisiones por los intereses que ha comprometido en la sombra.