El Regalo que No Queríamos



El Regalo que No Queríamos

“La cultura pop no trata sobre la profundidad, trata sobre mercadotecnia, oferta y demanda, consumismo.”
Trevor Dunn

El origen de “regalar la música”, podría rastrearse hasta las épocas de Jerry García y sus Grateful Dead, leyendas de la contracultura en los 60s-70s, conocidos por sus tremendas presentaciones de horas y horas y su afinidad por improvisar y transformar sus grabaciones de estudio casi cada vez que las ejecutaban, alentando a sus seguidores a que las grabaran con sus grabadoras manuales y que estas las compartieran entre los fans del grupo, que para aquel entonces ya formaban un robusto culto alrededor del grupo, como consecuencia de esto, surgieron tantas grabaciones del grupo, que se siguen editando de manera continua, varias veces al año, sorprendiéndonos con agradables novedades, de manera que pareciera que el grupo o el GRAN Jerry nunca hubiese desaparecido, se dice, inclusive, que si existiera alguna catástrofe global, y solo quedaran ruinas de la humanidad, muy probablemente las grabaciones que sobrevivirán serán las de los Grateful Dead, por su enorme cantidad.

Trascendencia, no ganancias, eso es probablemente los que los Grateful Dead buscaban, poder capturar cada una de las versiones de sus temas, crear un enorme archivo de estas, compartirlo y trascender más allá de la vida de la banda o de sus miembros, esto en una época complicada para las grabaciones exteriores y bromosos aparatos reproductores de sonido, ¿Qué podría detener a un grupo en nuestros días con las modernas grabadoras digitales de tamaño pequeño y los aparatos reproductores de sonido capaces de almacenar miles y miles de archivos de sonido? ¿El fin seguiría siendo la trascendencia?

Napster, el sistema de intercambio de archivos en línea sentó un precedente y abrió posibilidades para algunas mentes inquietas a finales de los 90s, algunos artistas como el legendario Roger McGurnn, líder de los Byrds, hablaron a favor de estas nuevas maneras de compartir la música, ya que gracias a estos medios su música había sufrido un re descubrimiento por parte de la juventud, lo que se traducía en nuevas oportunidades para talentos que de otra manera pudiesen ser olvidados, otros como Lars Ulrich, baterista de Metallica, entablaron batallas feroces por proteger su música y bloquear esta innovador manera de compartirla, irónicamente, Lars debió haber olvidado que en el mundo underground del metal pesado del que salieron él y su banda, entre otros, había crecido gracias a la costumbre de compartir cintas grabándolas de manera casera una y otra vez, dándole una exponencial exposición a las bandas, muchos de mi generación así conocimos a Metallica, a Slayer, a Possessed y Exodus, entre otros, cuanta miopía mostró Lars, que en esas épocas ya denotaba una desconexión total con su público original, que posteriormente saldría a flote en la decadencia de su banda durante un periodo.       

Para ir entendiendo aún más la evolución de este fenómeno,, tendríamos que preguntarle al mismo Rubén Blades, sobre cómo le fue en sus andanzas digitales, luego de que el fenomenal músico panameño de salsa, se convirtiera en pionero en ofertar de manera osada su música vía la gran RED, allá por el 2003, luego de editar su disco Conceptos y ponerlo disponible para descarga, a un precio sugerido, no necesariamente obligatorio, muchos lo descargarían gratuitamente, otros debieron haber pagado, ¿Quién sabe? Pero lo que Blades buscaba era experimentar, y trascender a un nuevo medio, a nuevas generaciones, a nuevas latitudes, la ganancia nunca fue el objetivo, muy probablemente si hubo algunas ganancias, aunque no económicas, ya que Blades empezó a abrir camino para que otros músicos exploraran estos territorios globales, ganarán libertad y una fuerte exposición a mayores públicos en todo el mundo, un hecho revolucionario que pondría en jaque a la industria disquera y su capacidad de promoción y distribución, y que pondría de frente a los músicos la posibilidad de darse a conocer a nivel mundial, sin una disquera de por medio.

En el 2007, Radiohead, una banda que ha sabido manejar un inteligente equilibrio entre lo comercial y la vanguardia editó su disco In Rainbows de la misma manera que Blades unos años antes, con un precio sugerido y la posibilidad de no pagarlo, nuevamente, un experimento llevado a mayores dimensiones, una bien pensada combinación de experimentación y vil explotación comercial, Radiohead trascendió en lo que Blades tal vez no pudo, pudieron capitalizar el momento y un buen disco, convirtiéndose en pioneros y de alguna manera tomando fuertemente las riendas sobre su carrera y ganando el favor de una audiencia que si bien no pagó, agradeció el coraje de la banda y su bastante bien calculado riesgo.

Hace un par de días, U2 editó un nuevo disco vía digital, en conjunto con Apple y el lanzamiento de un nuevo teléfono inteligente y un reloj-teléfono inteligente, el disco se subió a la red para su descarga gratuita, esta vez, muchos dirán un “regalo”, sería interesante conocer ¿Cuánto pagó Apple a U” por “regalar” su música? ¿Cuánto se embolsó Bono con esta estratagema comercial? No nos emocionemos, lo que U2 ha hecho no tiene nada de revolucionario, pero me asusta pensar que aquí, en este caso específico, la música ha pasado de ser el centro o la medula de algo a un mero accesorio de un teléfono o de un reloj digital, tanto ha valorado Bono y sus secuaces, alguna vez músicos bastante admirables y respetados, su música, que la han regalado como un “adicional” a estos nuevos gadgets, ¿Han hecho un favor para el mundo de la música? ¿O de plano esta es la gran declaración de que la música no vale nada, que la industria puede patrocinarla y regalarla en realidad? ¿Habrán puesto los U2 verdadero empeño en esta nueva grabación, o simplemente fue algo que les “sobró” y que alguien pago muy bien por ese sub esfuerzo y sub ejercicio musical? La industria una vez más ha menospreciado el sentido de trascendencia de la música, la ha denigrado, ha encontrado la manera no de regalártela sino de imponerla, su valor que tanto reclama cuando descargamos algún contenido sin pagarlo, ahora sale sobrando, ellos quieren dictar lo que escuches, esta vez, aunque en apariencia no lo pagues, ¿U2 nos ha regalado su nueva creación, o nos ha arrojado algo que simplemente le sobró y Apple atreves de iTunes nos lo impuso? ¿Es acaso otra sarcástica declaración de Bono que señala que la música al igual que los gadgets habrá de convertirse en algo pasajero que se hará desechable y obsoleto rápidamente por completo una vez que otra novedad llegue a nosotros? La frase música desechable cobra un nuevo sentido, gracias Bono.                                                            



                                                                                                           

Comments

  1. Escucha el disco. No, no es lo que les ha sobrado, es un gran disco de hecho, considerando claro que estamos hablando de una banda con más de 30 años de carrera y cuyos momentos de mayor lucidez están en su pasado.

    Y con respecto a la estrategia, me ha parecido fabulosa, es lo que ellos buscaban, volver a estar en boca de todos y si gracias a eso algunos se escuchan el disco y le ven la magia, mejor aún. Además, los que odian a U2 (a Bono más que nada) seguirán odiándolos, con o sin estrategia.

    Ahora, en cuanto vendió el álbum U2 a Apple, importa? Es su negocio, que lo manejen como les da la gana, que vendan el álbum al precio que quieran, si hay quien quiere pagar ese precio bien por ellos.

    Y lo último, la polémica con respecto al disco "regalado" me parece algo ridícula, agitada más que nada por quienes odian a U2. Me refiero a que, entregan todos sus datos personales a Facebook, Twitter, Instagram, publican sus vidas a diario...y les molesta que les regalen un disco? Andá...

    Saludos!
    Esteban (Mañana publico la reseña en mi blog acerca del nuevo disco de U2, a ver si le das una miradita)
    http://politomusica.blogspot.com

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  2. agradezco el comentario, no me considero de los que odìan a U2, hay discos de ellos que en verdad aprecio, como el Zooropa, del cual ya he escrito, en lo personal no encontrè nada extraordinario en este disco, de plano totalmente flat, sin nada nuevo o sobresaliente, me parece curiosamente que U2 se coloque al otro lado del espectro de Radiohead, con quienes deben compartir algo de DNA, mientras que Radiohead ofrecìa, U2 impuso, creo que ese es el punto de coyuntura, y lejos del mal o el bien se ponen justo en el ojo del huracàn en los temas de sobre exposiciòn, que a la larga considero serà el juez màs cruel de su estrategia.

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