Salarios de Miedo y la Catástrofe que se nos Avecina



Salarios de Miedo y la Catástrofe que se nos Avecina

"El salario mìnimo impide a muchas prsonas obtener un empleo."


Milton Friedman

Resulta desconcertante que la propuesta que el PAN está abanderando para consulta popular el próximo año sea una muy similar a la que Miguel Mancera está proponiendo para el DF: Un aumento al salario mínimo, un aumento que si se dé por decreto, como llegó a suceder en los 70s, solamente desencadenaría una serie de situaciones que lejos de resultar beneficias para el país, terminaría hundiendo muchos de los avances no realizados, pero proyectados para el futuro, ahora, ¿Qué hay de malo con que haya un aumento en el salario mínimo, no nos hemos quejado por décadas de los bajo qué es? Si, el salario mínimo en México es…muy mínimo, si, pero un ajuste a la alza por decreto no es precisamente la manera más inteligente de solucionarlo, si así fuera, ¿Para qué pensar en aumentarlo un 10%, o un 20%? Aumentémoslo un 500% de una vez.

El tema no es fácil, ya que si revisamos un poco la historia y la lógica de un aumento al salario mínimo por decreto, las repercusiones a esta decisión llevan a una escalada de precio (aumentan los salarios, los gasto de maneo de obra, los costos de producción y por ende los precio), por lo que un súbito aumento de salarios no es la solución estrictamente correcta, por si fuera poco, las pocas empresas que buscan no perder su competitividad ante los competidores y buscan conservar su estrategia de precios, acuden a “reingenierías” muchas de ellas a la “mexicana”, ya que en lugar de buscar hacer más eficientes sus procesos, acuden a despidos masivos de personal, lo cual además de la inflación provocada por el aumento de precios, solamente suma a una debacle económica para el país.

El “menor” de los males (Inflación, desempleo, escasez) sería la pérdida de competitividad a nivel mundial, algo que ya hemos comentado en anteriores ocasiones, si bien, la mejora en condiciones laborales ha representado un avance para China, mejores salarios han implicado una pérdida de competitividad para este gigante asiático y una disminución en su impresionante crecimiento año contra año, ahora, China ha asumido el riesgo, da por hecho que su fuerza laboral debe ir mejorando en sus condiciones, pero sus estrategias hacia mejorar la productividad no van encaminadas a despidos masivos y a crear desempleo, sino a nuevas tecnologías y una mejora de procesos, el camino correcto para no desequilibrar la economía, ahora bien, esta ventaja que ha aprovechado México y que ha servido para atraer, inversión, podría verse seriamente afectada al incrementar los salarios.

¿Deben aumentar los salarios? ¡Por supuesto! Pero la estrategia para hacerlo debe ser establecida de manera adecuada, inteligente y bien fundamentada, mayores salarios, soportados con nuevas tecnologías y procesos mejorados realmente, como se llevan a cabo en países como Alemania implican un mayor poder adquisitivo lo cual finalmente termina derramándose en la industria (que gracias a estas mejoras en procesos no aumenta precios) provocando mayor bienestar para todos, no es ciencia de cohetes el hecho de que al percibirse mejores salarios la gente gasta más y la economía se va saneando, esto siempre y cuando el proceso esté bien apuntalado.     

Por otro lado hay otros temas, quizá no tan importantes, que van de la mano con el salario mínimo y que deberíamos tener en cuenta también, muchas de las multas aplicadas en el país van de la mano al salario mínimo, por lo que esto nos afecta directamente a todos, otra situación que en lo personal no veo con agrado es que las aportaciones del gobierno a los partidos políticos de igual manera se basan en salarios mínimos, por lo que estas lacras del país terminan beneficiándose, esto si no buscamos la manera de desvincular el salario mínimo de todas estas implicaciones.

¿Queremos mejores remuneraciones por nuestro trabajo? ¡Por supuesto!, pero recordemos que a mayor poder adquisitivo, contaremos con más opciones, el coste de oportunidad de nuestras decisiones aumenta, y esto nos siempre nos trae la felicidad, si vamos a empezar a pensar en que los que menos ganen empiecen a ganar un poco más, también hay que pensar como aquellos que ganan más, empiecen a aportar más, igual y disminuimos sus costes de oportunidad y los hacemos un poco más felices.
    
  


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