Robert Plant-lullaby and…The Ceaseless Roar (2014)
Robert
Plant-lullaby and…The Ceaseless Roar (2014)
“La música es para cada persona
que anda por el mundo.”
Robert Plant
Resulta curioso que para finales
de los 70s, tras la llegada del punk rock, Robert Plant y sus Led Zeppelin eran
considerados por la juventud como dinosaurios musicales, objetos obsoletos del
pasado que convenía solamente dejarlos morir, por todo esto es más que
asombroso dar una mirada a la carrera solista de Robert Plant, la cual ha ido
ascendiendo tras cada grabación de manera increíble, Plant ha sabido, o tal vez
la aprendió algunas cosas a Bowie (cosas que extrañamente Bowie ya olvido), de
modo que se ha convertido en un investigar musical, no sólo integrando nuevas
tendencias en su música, sino que rescatando viejos artefactos o explorando
música fascinante que yace lejos del mainstream,
enriqueciendo su sonido de una manera increíble que fácilmente lo colocan a un
nivel de vanguardismo que debe preocupar a gente como Bjork o Radiohead, si
tomamos en cuenta que este “dinosaurio” inició su carrera hace casi 5 décadas.
lullaby and…The Ceaseless Roar
muestra que ya desde el título Plant se ha envestido en un viaje épico de
principio a fin, Little Maggie le presenta etéreo, lejano a aquel “metal god” que todos conocimos en
nuestra adolescencia, Plant buscando dentro de sí mismo nuevas texturas que lo
alejen de su pasado y que le permitan hacer simbiosis con el mundo actual que
le rodea, y aquí es dónde Plant encuentra su nicho mejor que nadie, integrando
elementos electrónicos de manera sutil, al tiempo que introduce esos elementos
de blues milenario que encontró en las tierras del Sahara junto a los grupos de
blues tuareg de Mali, con quienes Plant participo continuamente en sus
festivales, todo esto ha dado un impulso al trabajo de Plant que lo hace
atractivo musicalmente y a la vez interesante en su innovación, que encontraría
un eco en Bjork colaborando con Omar Souleyman o con Thom Yorke de los
Radiohead incluyendo guitarras tuareg en sus discos de solista.
Para Rainbow, Plant permite a sus
músicos introducir el tema con estruendosas percusiones, y es aquí donde la voz
de Plant empieza a desplegar su músculo de manera prodigiosa, Plant ha madurado
su ejecución de una manera sobresaliente, de una forma en que muchos de sus
contemporáneos no han podido, haciendo de su trabajo algo completamente nuevo
que se desmarca de su pasado, pero que no traiciona la grandeza de su legado,
Plant se muestra inquieto como un jovenzuelo y con una mentalidad abierta que
le rejuvenece en cada tema, con ese estilo volátil, ágil, que lo mantienen en
las nueves al tiempo que entona cada nota con la misma pasión que le aprendió a
su legendario ídolo, Elvis Presley, algo que me hace pensar que si Elvis aun
viviera su música sin duda se debatiría entre esos discos acústicos que hizo
Johnny Cash con Rick Rubin y la electrónica sutil a la manera que la maneja
Plant.
Plant y sus músicos trabajan de
una manera extraordinaria en Pocketful Of Golden, creando un tema denso en el
cual se conjugan la electrónica que se atreve, pero que no subyuga, la
orquestación siempre atinada añadiendo drama, la ejecución soberbia y bien
ensamblada de guitarras y bajos y la apasionada interpretación de Plant por
encima de la mezcla llevándonos a sitios de ensueño, Embrace Another Fall
muestra un dinamismo mayor que los temas anteriores, la melodía es arrebatadora
con su fuerte influencia de los ritmos tuareg de medio oriente, que en épocas
como estas, parecieran darnos un mensaje de unión y paz entre las culturas de
este, cada vez más globalizado mundo, si alguien pudiera tener un comentario
negativo sobre este moderno mundo global, este disco de Plant sin duda sería un
fuerte comentario sobre lo positivo de esta integración y consolidación de un
nuevo mundo cada vez más cercano y sin fronteras, el cual Plant sabe cómo
llevar a un juego nivel añadiendo brutales guitarras que se suman a la ya de
por si asombrosa mezcla, estrategia que pareciera repetir en la estupendamente
titulada Turn It Up, en dónde sin duda Plant nuevamente se desmarca de su
pasado y se entrega por completo a un tema que lo único que podría tener en
común con los Led Zeppelin es su osadía y su volumen extremo, al tiempo que
Plant se atreve aquí a ascender a considerablemente peligrosas alturas con sus
agudas vocales, ¿Era Page realmente el genio tras los Zeppelin? Plant aquí
demuestra que sin duda su aportación era el equivalente a la genialidad de
Page, y que incluso ha sabido ir más allá de aquella enorme leyenda musical.
Hay algo de ese pasado clásico en
la carrera de Plant, uno de esos temas en los que sabe dejar caer su peso como
leyenda, y esto sucede en Somebody There, melodía que tiene aires de clásico
sin lugar a dudas, un tema arrebatador, que resulta grandiosamente
irresistible, y que sin duda nuevamente nos lleva a un pico de emoción que
pareciera no disminuir en ningún momento a lo largo de este disco.
Lullaby and…The Ceaseless Roar es
un disco enorme, pareciera que Plant ha decidido finalmente entregar el disco
más grande de su carrera solista, claro, algo nada fácil dado que Plant ya nos
ha entregado poderosos discos solistas, aun así, aquí Plant se autoimpone un
nivel bastante alto, ¿Podrá repetirlo alguna vez? ¿Quién sabe? Si como se ha
rumorado, podría ser su último disco, esta leyenda ha entregado un capítulo
final mayúsculo, en apariencia imposible de superar.
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