Sonny Sharrock and Peter Brotzmann- What The Fuck Do You Want? (2014)
Sonny Sharrock and
Peter Brotzmann- What The Fuck Do You Want? (2014)
“La pregunta no es si podemos
cambiar, la pregunta es si podemos cambiar a la velocidad necesaria”.
Angela Merkel
Años antes de que Jimi Hendrix nos
cubriera a todos con su neblina púrpura y que descubriéramos lo cool que resulta la guitarra empapada en
distorsión, en el mundo del jazz ya existía alguien cuyos experimentos se
habían internado en un territorio por demás inhóspito, a dónde muy pocos, con
una guitarra se había adentrado, siempre resultará para mí un gusto hablar de
Sonny Sharrock, alguna vez mediante este blog conocí a alguien, si mal no
recuerdo, en Argentina, con quien conversé sobre la música de Sharrock, sobre
loa adelantado que se hallaba a su época, y que tal vez si Sharrock se hubiera
adentrado en el mundo del rock, su leyenda rivalizaría con la de Hendrix, pero
si bien Dylan irritó a muchos cuando añadió guitarras eléctricas a sus
composiciones, Sharrock se volvió un personaje incomodo en el mundo del jazz,
con sus innovaciones que rompían por completo con la tradicional incursión de
este instrumento en el jazz, Sharrock era un rebelde que escuchaba sonidos más
allá de lo que el ser humano podía concebir, era un visionario que veía a la
guitarra eléctrica no como un instrumento de acompañamiento o como un objeto
tradicional para producir melodías, Sharrock lo veía como un catalizador del
alma, y del mismo modo como el gran John Coltrane expresaba apasionadamente su
interior atreves de su instrumento de metal, Sharrock permitía que su alma se
desangrara a través de las seis cuerdas de su guitarra, sin temor alguno.
What The Fuck Do You Want? Es un título típico para un disco del
gran Peter Brotzmann, maestro alemán de las tempestades y heredero de unos
pulmones que harían orgulloso al
mismísimo Albert Ayler, Brotzmann es un tipo rudo, amante de la música
explosiva y sin sutilezas, que significó en alguna época una mancuerna
estupenda para el gran Sharrock, prueba de ello es este poderoso disco que
fácilmente coloca al buen Bro y a Sonny, en un nivel de brutalidad que ya
quisiera el mismo hardcore punk.
Desde el primer tema tenemos un
encuentro incendiario entre ambos monstruos del volumen, con un Brotzmann
explotando a través de su saxofón, mientras que la guitarra de Sharrock le hace
frente convirtiéndose en un instrumento de prodigioso filo y una atormentada
capacidad de crear sonidos de percusión, por momentos, Sharrock consigue
encajar su sonido y los transforma en todo un torbellino de asombrosas
proporciones el cual pareciera, por increíble que pudiera parecer, y por
imposible que pudiera resultar, encapsular el sonido del gran Bro, tarea nada
fácil.
Sharrock es un hombre espiritual y
lo demuestra en todo momento, sus líneas de guitarra en momento se alzan al
cielo cual ardientes llamas y es precisamente aquí dónde fuerza al Bro a
igualar la intensidad del momento, consiguiendo una conjugación de letales
despliegues de expresión que los sitúan indiscutiblemente como predecesores de
las mortales descargas de unos mercaderes del alto volumen como los Bad Brains,
Bathory, Slayer o los Lightning Bolt.
Bro se muestra como un as en eso
de escupir lenguas de fuego, sabe cómo hacer transitar su instrumento por
pasajes inhóspitos que van desde lo malévolamente hipnótico hasta lo turbulento
y aterrador, llevándonos a sitios en que Sharrock permite el despliegue de
fortaleza de Bro y simplemente marca pesadamente el compás, improvisando
sabiamente al lado del gran titán alemán, y otras tomando la iniciativa y
mostrándonos el desacato total a cualquier regla sonora, deleitándose caminando
encima de la delgada línea que divide lo apasionante de lo desafiante, lo
verdaderamente estremecedor, desbordando instinto y energía de una manera
impresionante.
What The Fuck Do You Want? Es un documento poco común, un
ejercicio verdaderamente intense de resistencia, un encuentro que se antoja
despiadado en todo momento de dos talentos que no conocen límite alguno, que se
muestran extremadamente apasionados de sus instrumentos, capaces de crear un
sonido incontenible e inclasificable, el paraíso para aquellos que amamos los
altos, muy altos decibeles.
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