Bill Ward-Accountable Beasts (2015)
Bill
Ward-Accountable Beasts (2015)
“Siempre dicen que soy un cerdo capitalista, supongo que lo soy, pero
eso me beneficia como baterista.”
Keith Moon
Por: Ghost Writer
En medio de la controversia generada por la negativa de Bill
Ward de participar en el disco de reunión de Black Sabbath, uno se pregunta si
Ward estará a la altura del proyecto o si el tiempo habrá hecho mella en este
baterista de hierro.
La respuesta está en Accountable Beast, un disco excéntrico y confuso a la vez, evidentes son los rasgueos poderosos de guitarras que son una clara señal de la fuerza que Ward pretende imprimir con el fin de ni quedarse atrás en la batalla de decibeles contra sus ex colegas, y aunque interesantes y rabiosos, las guitarras nunca forman parte medular de este disco aunque aparece bulliciosas por aquí y por allá de una forma bastante desarticulada, en cuanto a Ward, el hombre sigue tocando la batería a velocidades ridículamente lentas, con una fuerza contundente, pero definitivamente presentando cero evolución en su técnica, aunque con los Sabbath, Ward hubiese sonado como pez en el agua.
Por otro lado Accountable Beast es un disco alucinante, excéntricamente ingles en la tradición de un Keith Moon, Ringo Starr o Robert Wyatt, extrañamente, estos tres también bateristas, la fuente de inspiración pudiera ser tal vez la demencia barroca pop de un Syd Barrett, que aquí no acaba de cuajar, despliega complejidad, más no perfección pop que permita hacer el disco funcionar de alguna manera y vocalmente hay que decirlo, el disco es un desastre, aunque un desastre que si uno le dedica algo de tiempo se llega a disfrutar.
Leaf Killers abre con soberbias guitarras que en segundos harían a los BS preocuparse, pero posteriormente los teclados y vocales nos llevan por rutas muy diferentes, Accountable Beasts rockea de una manera envidiable, aunque nuevamente las voces terminan extraviando el tema, mientras que Katastophic World aparece en un extraño territorio, parte BS, parte Arthur Brown, parte Alice Cooper.
Hay temas de una muy curiosa manufactura como D.O.T.H., tema fuertemente barroco con terribles teclados y un ritmo zombie a cargo de Ward apenas salvado por intensas guitarras que nunca acaban de complementar el tema de forma adecuada, mientras que First Day Back cae en lo ridículo y ni la dinámica entre guitarras wah y pesados teclados consiguen rescatarla.
Accountable Beasts podría funcionar como una ópera rock, aunque una bastante mala, Bill Ward es un pésimo Keith Moon y la noticia de que BS dejara de existir luego de su próxima gira es señal de que no volveremos a escuchar a Ward en su ambiente adecuado y que estos discos bizarramente erróneos seguirán avergonzándole como películas de terror de clase B, Aunque eso para algunos vez no sea tan malo.
La respuesta está en Accountable Beast, un disco excéntrico y confuso a la vez, evidentes son los rasgueos poderosos de guitarras que son una clara señal de la fuerza que Ward pretende imprimir con el fin de ni quedarse atrás en la batalla de decibeles contra sus ex colegas, y aunque interesantes y rabiosos, las guitarras nunca forman parte medular de este disco aunque aparece bulliciosas por aquí y por allá de una forma bastante desarticulada, en cuanto a Ward, el hombre sigue tocando la batería a velocidades ridículamente lentas, con una fuerza contundente, pero definitivamente presentando cero evolución en su técnica, aunque con los Sabbath, Ward hubiese sonado como pez en el agua.
Por otro lado Accountable Beast es un disco alucinante, excéntricamente ingles en la tradición de un Keith Moon, Ringo Starr o Robert Wyatt, extrañamente, estos tres también bateristas, la fuente de inspiración pudiera ser tal vez la demencia barroca pop de un Syd Barrett, que aquí no acaba de cuajar, despliega complejidad, más no perfección pop que permita hacer el disco funcionar de alguna manera y vocalmente hay que decirlo, el disco es un desastre, aunque un desastre que si uno le dedica algo de tiempo se llega a disfrutar.
Leaf Killers abre con soberbias guitarras que en segundos harían a los BS preocuparse, pero posteriormente los teclados y vocales nos llevan por rutas muy diferentes, Accountable Beasts rockea de una manera envidiable, aunque nuevamente las voces terminan extraviando el tema, mientras que Katastophic World aparece en un extraño territorio, parte BS, parte Arthur Brown, parte Alice Cooper.
Hay temas de una muy curiosa manufactura como D.O.T.H., tema fuertemente barroco con terribles teclados y un ritmo zombie a cargo de Ward apenas salvado por intensas guitarras que nunca acaban de complementar el tema de forma adecuada, mientras que First Day Back cae en lo ridículo y ni la dinámica entre guitarras wah y pesados teclados consiguen rescatarla.
Accountable Beasts podría funcionar como una ópera rock, aunque una bastante mala, Bill Ward es un pésimo Keith Moon y la noticia de que BS dejara de existir luego de su próxima gira es señal de que no volveremos a escuchar a Ward en su ambiente adecuado y que estos discos bizarramente erróneos seguirán avergonzándole como películas de terror de clase B, Aunque eso para algunos vez no sea tan malo.
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