México Secuestrado



México Secuestrado

“Para mí, el despertar llegó cuando fui secuestrada.”
Patty Hearst

Por: Erreh Svaia
México el país, está secuestrado, los mexicanos honestos y trabajadores preocupados por el futuro del país hemos sido privados de nuestra libertad y nuestros derechos, minorías corruptas y chantajistas se han impuesto a la ciudadanía, una ciudadanía incapaz de organizarse para escapar de sus captores.

El crimen organizado, la informalidad, la partidocracia y el sindicalismo han acabado por enredársele al cuello al país y de asfixiarnos lentamente, con un gobierno cómplice, débil, enfermo y corrompido hasta la medula, incapaz de hacer frente a estos males, con país  atrapado, al parecer sin remedio.

El crimen organizado, que fuera la causa de una sangrienta guerra ocurrida el sexenio pasado, hoy sigue operando corrompiendo a las autoridades, ensuciando a la juventud, amenazando al ciudadano y alejando la inversión extranjera, afectando los flujos de esta, convirtiendo a México aún, en tierra de nadie y reduciendo fuertemente cualquier expectativa futura de crecimiento.

Todo un mercado informal en el cual no existen las regulaciones y que no aporta a esa productividad que tanto requiere el país, caminando muy cerca de la criminalidad y el clientelismo en una despreciable con la corrupción gubernamental.

Una democracia mediocre y disfuncional con partidos inmersos en la corrupción, sin poder garantizar los procesos democráticos, sin ejercer una representación adecuada de los ciudadanos y creando una parasitaria clase política que está más preocupada por enriquecerse y perpetuarse que por corregir el rumbo del país.

Los sindicatos, esos entes que debiese velar por el bienestar y los derechos de los trabajadores, en nuestro México se convierten en los explotadores que venden a sus agremiados al mejor postor y los usan como carne de cañón para chantajear, presionar y hacer terrorismo político vendiendo un voto duro al mejor postor con el fin, no de buscar el progreso del trabajador mexicano, sino buscando perpetuar su liderazgo y sus privilegios que tanto le cuestan en lo económico y en el desarrollo al país, el gobierno, cómplice no parece querer hacer nada, y el mal está tan arraigado, que  estos grupos pudiesen influir o incluso interrumpir elecciones.

¿Cómo llegamos a esto? Y lo más importante… ¿Cómo terminamos con esto?

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