The Stooges (1969)
The Stooges (1969)
“Me gusta la música que es más
ofensiva, me gusta que suene como uñas rasgando una pizarra, que me ponga
salvaje.”
Iggy Pop
Por: Ghost Writer
Prefiero el Fun House al disco debut de los Stooges.
Definitivo. Tengo que decir que son dos discos distintos, en Fun House hay una
anarquía total, se acercan a una versión brutal del free jazz, el disco debut
de la banda de alguna manera tiene una forma definida. Una estructura.
Resuenan ecos del garaje brutal de los Velvets, la vulgaridad callejera de los Stones, la sexualidad desinhibida de un Jim Morrison (la portada del disco es un obvio tributo a los Doors que más tarde repetiría Danzig también en su disco debut) y la energía desbordada de James Brown (y uno que otro toque a la Bo Diddley).
Resulta ensordecedor 1969. El bajo es bestial, hay ese swing y tribalismo en las baterías (como en Little Doll) La guitarra se cuece aparte. Ron Asheton pudo ser muy primitivo, inauguró por si solo la escuela del minimalismo brutal. Todo esto mientras Iggy Pop se cortaba con vidrios o saltaba de clavado hacia la audiencia. El punk como una actitud había nacido.
Producido por el ex Velvet, John Cale, uno pensaría que este disco sonaría como el Fun House. Pero no.
Suena a los Stones liberándose de todo, a los Velvets fusionando a la perfección el vanguardismo salvaje y la canción pop de tres minutos, suenan a los Doors sin teclados y con más acido en sus mentes.
Impactado quedé la primera vez que escuché el masoquismo de I Wanna Be Your Dog. El alucine putrefacto y bizarro de We Will Fall. El nihilismo de No Fun.
Anticipándose a los Mudhoney, Sonic Youth y los Nirvana, No Right muestra a la banda en un extremo sónico, sin barreras y con John Cale dándole forma a los ataques disonantes de la banda. Tarea poco sencilla.
Atacando de manera despiadada el amor y paz del "verano del amor", es claro porque los Stooges no fueron queridos en su época, reivindicados por el punk, queda claro que Iggy, los Asheton y Dave Alexander con este disco debut tomaron un camino complicado, poseídos por una visión adelantada muchos años a su época.
Resuenan ecos del garaje brutal de los Velvets, la vulgaridad callejera de los Stones, la sexualidad desinhibida de un Jim Morrison (la portada del disco es un obvio tributo a los Doors que más tarde repetiría Danzig también en su disco debut) y la energía desbordada de James Brown (y uno que otro toque a la Bo Diddley).
Resulta ensordecedor 1969. El bajo es bestial, hay ese swing y tribalismo en las baterías (como en Little Doll) La guitarra se cuece aparte. Ron Asheton pudo ser muy primitivo, inauguró por si solo la escuela del minimalismo brutal. Todo esto mientras Iggy Pop se cortaba con vidrios o saltaba de clavado hacia la audiencia. El punk como una actitud había nacido.
Producido por el ex Velvet, John Cale, uno pensaría que este disco sonaría como el Fun House. Pero no.
Suena a los Stones liberándose de todo, a los Velvets fusionando a la perfección el vanguardismo salvaje y la canción pop de tres minutos, suenan a los Doors sin teclados y con más acido en sus mentes.
Impactado quedé la primera vez que escuché el masoquismo de I Wanna Be Your Dog. El alucine putrefacto y bizarro de We Will Fall. El nihilismo de No Fun.
Anticipándose a los Mudhoney, Sonic Youth y los Nirvana, No Right muestra a la banda en un extremo sónico, sin barreras y con John Cale dándole forma a los ataques disonantes de la banda. Tarea poco sencilla.
Atacando de manera despiadada el amor y paz del "verano del amor", es claro porque los Stooges no fueron queridos en su época, reivindicados por el punk, queda claro que Iggy, los Asheton y Dave Alexander con este disco debut tomaron un camino complicado, poseídos por una visión adelantada muchos años a su época.
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