Payasos en la ONU y El Mundo Feliz del Gran Hermano
Por: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
“El camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones" en eso parece haber quedado la ONU, además de haberse convertido en un foro de payasos populistas y demagogos, no es fácil olvidar el histrionismo desatado de Nikita Khrushchev usando su zapato para golpear furiosamente el podio durante su discurso, o las participaciones maratónicas del dictador caribeño Fidel Castro, ¿O que decir de las rutinas cómicas de Hugo Chávez? Poco apropiadas para un recinto que no debiese dejar lugar para éste tipo de excesos, o bromas macabras como nombras a Arabia Saudita al frente de la Comisión de Derechos Humanos (Tan macabro como nombrar al PES al frente de la Comisión de Salud y Cultura en México).
Hoy fue el turno de otro payaso, y no me refiero al actor Joaquin Phoenix en otra prueba de maquillaje para su personaje del Joker en la nueva película de Batman, aunque otro villano antagonista del "caballero de la noche" bien podría ocupar ese estrado y desatar uno de esos discursos populistas y ganarse un puñado de aplausos, el brillante Oswald Cobblepot, alias el Pingüino, quien en uno de los capítulos del Batman “groovy“ de los 60s ganaba una campaña política al mismo Batman para convertirse en alcalde de Ciudad Gótica, historia recreada por Tom Burton en la primer cinta del oscuro héroe con Michael Keaton, pues bien, parece que la realidad ha rebasado a la fantasía y los villanos ganan elecciones a presidente y los payasos dan discursos en la ONU.
En el foro de la ONU, Trump invitó (en medio de carcajadas) a ser parte de su "doctrina patriótica", que no es otra cosa que su "America's First", una incomoda mezcla de nacionalismo, proteccionismo y separatismo exacerbado, que para muchos parecería una invitación amable a profesar su amor por la patria, pero cuando hemos visto ésta "doctrina" aplicada en países como Rusia o Turquía, cabe preguntarnos ¿Dónde está el amor más allá de la retórica y la manipulación? Al igual que los fanáticos de Morena en México, Trump declaró ipso facto que su administración ha hecho en menos de dos años más que las administraciones anteriores en toda la historia del país (¡La magia populista de la posverdad en todo su esplendor!), el patriotismo del que habla Trump, falso por cierto, no es otra cosa que la versión engañosa del nacionalismo que recorre actualmente al mundo y que se ha convertido en un virus dañino con Putin como su "Che Guevara", que para muchos pudiera parecer el remedio al llamado caos de la globalización, convendría preguntarnos ¿En qué época no ha estado el mundo en caos, y como ese caos nos ha ayudado a evolucionar cada vez más?, ¿No fue Putin el "remedio" contra el caos de la era posterior a la disolución de la URSS? ¿No fue Erdogan el remedio para el caos en medio oriente después de la Primavera Árabe y la amenaza del Estado Islámico? ¿No es Trump el remedio para el caos "Neoliberal de Obama? ¿No fue Hugo Chávez el remedio para el neoliberalismo en Latinoamerica? Supimos como llegaron, utilizando nuestras imperfectas democracua, pero nadie sabe, con excepción del desparecido Hugo Chávez, que no se fue exactamente por su voluntad ¿Cuando se irán?, el escritor Moisés Naim hablaba de la dificultad para esos autoritarios gobernantes de mantener el poder de forma perpetua hoy en día, pero no me atrevería a ver la actual época de Trump, Putin y Erdogan como una etapa definitiva, sino como una era de transición, con éstos precursores, además de otros, solo como punta de lanza para desplazamientos y transformaciones más drásticas, más costosas en cuanto a libertad y derechos humanos., aceitar hoy en día a Trump, Putin o Erdogan como nuestros salvadores ante la incertidumbre de un mundo interconectado y globalizado, es abrir la puerta a un mundo sin libertad.
La invitación de Trump (respondida por Emmanuel Macron, quien pareciera convertirse en su contraparte política) fue clara para abandonar la "globalización", un llamado a las armas para pelear realmente contra la pérdida de poder de éstos autoritarios ¿Qué mejor manera de mantener el poder personal que aislar al país del resto del mundo? ¿Qué mejor manera de acabar con la inmoralidad de las dictaduras que convirtiendo a todos los países vecinos en dictaduras? La receta perfecta encontrada por gente como Putin, Erdogan o la mismísima dinastía de los Kim en Corea del Norte, condenar de manera perpetua y maldecir a gente como George Soros en su búsqueda por las "sociedades abiertas" de las que hablaba su mentor, el filósofo Karl Popper, y mientras Naim habla de la globalización, Bauman de la liquidez de los tiempos y del Internet como instrumento para conectar al mundo, algunos como Putin y Erdogan han limitado el acceso, mientras China el gigante en ascenso ha optado ni sólo por bloquear Internet para los ciudadanos, sino que busca desarrollar su propia versión de éste a manera de control totalitario sobre su población, si bien esos instrumentos de información abierto han sido instrumentos para la libertad, el día de mañana podrían convertirse en aparatos de control de la población, esa bienvenida que parecemos ingenuamente darle a las dictaduras posmodernas como Rusia, mañana podría ser la consolidación definitiva de "mundos felices" bajo el yugo de un "gran hermano" como lo describían Aldous Huxley y George Orwell, la aceptación hoy podría ser nuestra condena mañana.
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