Superchunk, What a Time To Be Alive, 2018


Superchunk, What a Time to Be Alive

Por: Erreh Svaia

Rock N Roll Animal

El disco definitivo de lo que va de la “era Trump” es What a Time to Be Alive de la leyenda del rock independiente Superchunk, cuarteto de Carolina del Norte, poseedores de una larga trayectoria de 30 años, banda que ya muchos daban por olvidados (y que lograron escapar exitosamente a la nociva era Nevermind) parecen haber sido realmente inspirados por los oscuros pasajes de años recientes y nos han devuelto ese gran disco que tan sobresaliente banda nos debía, desde el tema que da nombre al disco y que ya hace referencia a la administración Trump y a la desinformación que tanto goza el populismo de usar a su favor, una instrumentación ágil, por demás dinámica y vocales casi propulsadas por helio a cargo de Mac McCaughan (aunque cuando suela enojado como en la estática Bad Choices me recuerda bastante a un venenoso Dave Mustaine), la banda usa su amplia experiencia para sonar tan informados como revitalizados, una ecuación difícil de lograr hoy en día pero que responde mejor que nadie a las nubes que asoman en el horizonte de nuestro presente.

Para Lost My Brain la banda puntualiza y representa de forma brutal el flujo abusivo de información, el caos creado e incluso la adicción hacia los medios digitales que parece esclavizarnos recientemente, la duda sembrada que nos sigue carcomiendo sembrada por villanos que nos negamos a reconocer, con una espectacular Break the Glass que ejemplifica perfectamente la delicadeza del equilibrio de fuerzas en que vivimos hoy en día, “vaya tiempo para estar vivos”, como dice el título, importante señalar aquí el fabuloso trabajo de fluido y de prodigiosa dinámica de la bajista Laura Ballance y del baterista Jon Wurster que meten un singular brío a la propulsiva Dead Photographers o a la durísima y melódica a la vez Erasure.

Para I Got Cut, las guitarras de McCaughan y de Jim Wilbur reflejan ese frío filo de cuchillo en unas punzo cortantes guitarras que proyectan la ansiedad de las juventudes ante las recientes y el intenso intercambio de confusas noticas y una realidad que parece desintegrarse en segundos, además de la mención al “whitleblower” Chelsea Manning y su paso de villana a heroína de la era de la información, otra importante referencia son los 80s y la banda de punk rock Reagan Yoouth, en una época que pareciera reflejar a momentos la era Trump con unos Superchunk posiblemente viéndose reflejados en aquella oscura banda de hardcore, y si de hardcore punk se trata, ahí está la arrebatada Cloud of Hate que sin mencionar nombres si reconoce a esos personajes que parecen haber “abierto una grieta” en nuestra realidad y sembrar una campaña polarizadora basada en el odio.

What a Time to be Alive cierra con dos interesantes temas, ninguno de ellos tan abrasivos como los anteriores y de obvio carácter más introspectivos, All for You con un excelente trabajo de guitarras y una actitud 100% decantada por el punk rock, y que fácilmente se coloca dentro de lo mejor del disco, mientras que Black Thread busca una atmósfera menos conformacional y más reflexiva, es una manera diferente de terminar un disco tan intenso, que pareciera provocarnos y llevarnos hacia el cuestionamiento de muchas de la cosas que han sucedido recientemente, a pesar del cambio de paso, resulta ser el perfecto broche final para un extraordinario disco, el disco que seguramente se consolidará como ese disco tan esperado de la era Trump, como el relámpago en medio de la oscuridad, y que nos dice que al final no es un tema de bríos de juventud para enfrentar la macabra realidad, sino de experiencia para poder identificar nuestros problemas y hacerles frentes, ni Fugazi, Ministry, Nine Inch Nails o los Public Enemy pudieron materializar ese disco, pero los Superchunk no se lo pensaron dos veces, éste es el bueno.    

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