Rectificar Cuanto Antes
Rectificar Cuanto Antes
Por: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
La guerra contra el crimen organizado comienza de la misma
forma en que inició la guerra de Felipe Calderón contra el narcotráfico, con
mucha terquedad, un gobierno que pretende mostrar su lado más duro en un
frente, el combate a la delincuencia y que al final termina generando daños
colaterales cuantiosos, que muestra el lado implacable de la delincuencia y la
incapacidad del gobierno de establecer una estrategia realmente exitosa, brillantemente
“quirúrgica” que extirpe el mal sin dañar lo que se encuentra alrededor, Calderón
fue torpe en su actuar, había que actuar, claro, pero de una manera
inteligente, no brutal y sólo generando grandes costos humanitarios y
económicos, su terquedad fue su punto débil, Enrique Peña buscó “dar batalla”
en el rubro educativo, pero nuevamente actuó con torpeza con una reforma
educativa de poca profundidad, con una evaluación magisterial que buscaba más
ejercer una forma de control, y su más grande error, pensar que enviando a prisión
a la líder del sindicato de maestros la educación en México podría avanzar
mágicamente, nuevamente, una cadena de errores derivada de una estrategia
torpe, lo cual nos lleva al actual presidente Andrés López y su presente “guerra”
contra el robo de combustible, que empieza a dar claves del empecinamiento personal
de Andrés con el fenómeno del robo de combustible, un poco razonado corte al
abasto en los ductos que sigue afectando no sólo a los usuario, también a
empresas y negocios, al sector del transporte y de salud y que al final, en un
país que genera gran parte de su fuerza eléctrica a partir del combustible,
podría traer consecuencias aún más graves, por otro lado, su estrategia de
enviar el combustible a través de pipas tripuladas por choferes a los que se
les ofrece un muy respetable sueldo, podría ser algo tan riesgoso y costos en
vidas humanas, usándolos como presa para ser cazados por los criminales en las
inseguras carreteras del país, como la estrategia criminal de enviar más y más
hordas de personas a sabotear y “ordeñar” los ductos de distribución, el pago a
los transportistas no es más que reconocer que la labor que harán es peligrosa,
tal vez no valga tanto la pena arriesgar la vida por el sueldo anunciado, pero
al gobierno parece no importarle, al crimen organizado tampoco, la final, el
costo humano es el que empezará a incrementarse, los “abrazos y no balazos” se
transforman en “fuego contra fuego”, y los resultados ya los hemos visto
sexenio tras sexenio.
México y sus gobernantes siguen pensando que vivimos en el
México de los 70s, y más aún el presidente López, siguen ofreciendo soluciones
a un país que ya no vive en la realidad del PRI Sistema de los 70s, de la
presidencia imperial, el país ya no está aislado, la información fluye, y aunque
endebles aún, existen instituciones con cierto grado de autonomía, existe
prensa libre y una sociedad que sabe que lo que busca no está solamente en el país,
no dudo que el presidente López sea un hombre capaz de reaccionar y entender la
nueva realidad alejada de sus memorias del PRI Sistema de los 70s, lo que está
en duda es ¿Cuánto tiempo tardará en entenderlo? ¿Cuánto tiempo tardará en
darse cuenta que no estamos en los 70s y que es imposible regresar a esas
épocas que parece añorar tanto? Espero que no sea todo el sexenio y después
piense que tal vez necesite otro para “ahora si” hacer lo adecuado, aunque su
visión de manejar el país desde la óptica de la política, no deja de ser una
ventana al pasado, y no una puerta al futuro, la cancelación de un proyecto de
aeropuerto en el que el mismo admitió no existían pruebas de manejos corruptos,
en favor de un proyecto de trenes con adjudicación directa, la Keynesiana
creación de “empleos espontáneos” como la integración de chóferes de pipa y la integración
de población civil a los cuerpos de defensa, la implementación de precios de
garantía en básicos como el frijol, maíz, trigo, arroz y leche son medidas que
ya se usaron de forma catastrófica 50 años atrás, la búsqueda de la llamada “autosuficiencia”
que ha llevado a países como Cuba y Venezuela a perder precisamente eso, su capacidad
de competir, su capacidad de obtener alimentos y otros bienes, además de la
escasez de gasolinas podríamos experimentar a corto plazo la escasez de
alimentos y caer en una poco deseada espiral inflacionaria.
Por otro lado, la llamada Guardia Nacional ya aprobada por
la cámara de diputados, muchos de ellos, que protestaban en contra del uso de
la fuerza militar para el cuidado de la seguridad en las calles, ahora se encuentran
a favor de la implementación permanente de la Guardia Nacional, un ente
militar, para la intervención interna en temas de seguridad, nuevamente, en
lugar de los “abrazos y no balazos” prometidos en campaña, López apuesta por el
“fuego contra fuego” que ya ha demostrado causar grandes daños colaterales, y
éste podría ser su legado más oscuro, la militarización permanente del país, el
cual a largo plazo implicará un costo masivo al ambiente democrático, de
libertades sociales y de derechos humanos en el país, no es sorpresa que ya
varios organismos internacionales, el grupo Eurasia, la Unión Europea, la
Cámara de Representantes de Alemania y la revista Time señalen a México como
uno de los grandes riesgos geopolíticos del 2019.
¿Qué se puede esperar de un gabinete que lejos de integrar
en su mayoría a gente con ideas nuevas, integra en su mayoría a personajes rescatados
de viejas administraciones de los 70s, Manuel Bartlett, Porfirio Muñoz Ledo, Javier
Jiménez Espriú y Alejandro Gertz Manero? Esta semana causó una trágica risa la
afirmación del dictador Venezolano Nicolás Maduro que señalaba “haber viajado
en el tiempo hacia el futuro, y vio que todo salía bien para Venezuela”, dudo
que Nicolás Maduro sea John Titor, o posea una máquina del tiempo, pero empiezo
a durar que López si la pudiese tener, y que busca llevar al país a los 70s,
espero que rectifique.
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