Le Petite Guerre Froide
Le Petite Guerre Froide
Dispersión Caprina
Por: Erreh Svaia
Aunque la legendaria Guerra Fría terminó con la caída del
Muro de Berlín, a finales de los 80s, con la URSS sucumbiendo unos meses después,
varios eventos han regresado a la memoria imágenes diminutas de aquél legendario
conflicto entre las dos alguna vez potencias mundiales, en algún momento los
conflictos posteriores a la Primavera Árabe, con el Zar Putin sintiendo su área
de influencia amenazada por la amenazante presencia de tropas estadounidenses
cercanas a Siria, parecían revivir fricciones entre los dos países, con Rusia,
tomando el papel de la URSS, sin el poder económico, pero manteniendo su
arsenal bélico, en su momento, Putin intervino a favor del dictador de Siria,
Bashar Al Assad, supervisando el retiro de armas químicas y poniéndole un alto
a una posible intervención autorizada por ele entonces presidente Barack Obama,
aunque el conflicto en Siria, difícilmente se podría señalar como resuelto, las
tensiones entre los EEUU y Rusia se han reducido en la región, con Rusia afirmando
su presencia y los EEUU retirándose gradualmente del territorio.
En meses recientes, la presión internacional contra el régimen
dictatorial Chavista en Venezuela, parece reactivar un posible nuevo conflicto
entre ambas naciones, con intereses rusos en la región, que han prendido las
alarmas de Putin, y lo ha llevado a interceder por el gobierno de Nicolás
Maduro, mientras por otro lado, el presidente de los EEUU, Donald Trump, ha
convertido el conflicto en una suerte de arma política para sacar provecho de una
supuesta postura “anti socialista”, apoyado por varios jugadores alienados con
él, como el presidente Jair Bolsonaro en Brasil y el presidente Iván Duque en
Colombia, creando una “pinza” que poco a poco va cerrando espacios al régimen Chavista,
para Trump es conveniente éste frente “pantalla” de lucha, ya que le ayuda a
crear una suerte de propaganda contra el crecimiento del ala radical del Partido
Demócrata, liderado por el ex candidato presidencial Bernie Sanders y la congresista
Alexandria Ocasio Cortez, al final, el nuevo plan de batalla de Trump, es una
supuesta “lucha contra el Socialismo”, representado de igual forma por el régimen
Chavista en Venezuela, que por la fracción radical del Demócrata representado
por Sanders y Ocasio Cortez y su propuesta de Green New Deal, que recoge de
manera oportunista, parte del entusiasmo generado hace un par de años por el Partido
Verde y su entonces candidata Jill Stein, para Trump, esto es un activo que le
servirá para crear uno de esos “enemigos imaginarios” de los que tanto
disfrutan los populistas, un enemigo con el cual asustar y agitar a las masas
populares, con el fin de erigirse como su protector y defensor.
Aunque se antoja difícil que Putin o Trump vayan a caer en
una escalada de ofensivas militares, la tensión en la región sigue al alza, con
las agresivas declaraciones de ambos mandatarios, por un lado, Trump forzando
la entrada de ayuda humanitaria a Venezuela, denunciada como una agresión
contra la soberanía por parte del régimen Chavista, y Rusia enviando
paramilitares para apoyar en temas de seguridad a Maduro y sus cómplices
militares, al tiempo que tanto EEUU, como Rusia, continúan con sus operaciones
comerciales, los EEUU comprando grandes cantidades de petróleo, dando a cambio oxígeno
a una diezmada dictadura, mientras que Rusia continua otorgando prestamos a
futuro a una Venezuela, con el fin de obtener acceso a los recursos naturales
de éste país a tasas preferenciales, en realidad las guerras hoy en día se
desarrollan en ámbitos comerciales y tecnológicos, y se antoja difícil que
ambos países se atrevan a incursionar en conflictos armados que hoy en día
resultarían excesivamente costosos, los cuales mermarían duramente los recursos
de Rusia a un grado mortal, mientras que se convertiría en una pesada carga
económica para un endeudadísimo EEEU, pro otro lado, éste conflicto de hasta
hoy, dimes y diretes, pareciera ser más una pantalla para ocultar la relación
investigada entre el Kremlin y Donald Trump, que sigue avanzando, con hitos
como el cierre de gobierno, la discusión por el financiamiento del muro fronterizo
y la ahora, “lucha contra el socialismo” como perfectos distractores para un
Trump que ha podido distraer la atención sobre su cuestionada relación con
Putin, en el intermedio, nos alertamos pensando que vivimos una suerte de
pequeña guerra fría.
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