Lectura en Evolución





Lectura en Evolución

Dispersión Caprina

Por: Erreh Svaia

Recuerdo cuando empecé a conseguir muchos de mis discos favoritos en versión digital, no porque no quisiera pagarlos en una tienda, simplemente porque no los tenían, la idea de tener la versión física de un clásico musical siempre será tentadora, pero las tiendas de discos no siempre estarán ahí para uno, con esas piezas en versión física, así que si quieres escuchar algo de los Velvet Underground, de Philip Glass, de Magma o de Albert Ayler, Internet y la versión digital del disco es la mejor apuesta, ya no estamos en la época dorada de los “sharity blogs” en que todos subíamos o colgábamos discos en nuestros blogs, algo que me recuerda esa época adolescente en que intercambiábamos cintas grabadas una y otra vez, los casetes pasaron a la historia, igual los “sharity blogs” luego de que se desatara una dura cacería contra quienes compartíamos música en internet, gente como Peter Hammil de los Van der Graff Generator solía aparecerse en mi blog para exigir quitara el enlace a algunos de sus discos, amenazando con demandarme, Peter, si los discos de mis adorados VdGG hubiesen estado en las tiendas de discos de mi país, con gusto los hubiera comprado, de hecho los he encontrado en algunos viajes que he hecho y te aseguro Peter, los he comprado, ¿Pedirlos por correo? Antes era imposible, el servicio de correos por lo regular es pésimo, por eso dejé de comprar la revista inglesa de música Wire (también en algún momento la encontré para descarga digital), hoy con Amazon, es diferente, pero así como el disco físico murió hace ya algún tiempo, el libro, otro de mis grandes gustos simples en ésta vida, también está próximo a morir, por más que Paco Ignacio Taibo II se quiera dar aires de prócer de la cultura rematando libros que nadie quiere en $50 pesos, la realidad es que puedes conseguir libros mucho más económicos y más interesantes en Tiendas de Autoservicio en ediciones muy económicas, hasta de $30 pesos, y la realidad es que el país no lee porque no le interesa, no porque le sea económicamente inviable, si uno tuviera el deseo intenso de hacerse de un libro y las tiendas de libros no pudieran responder a tal demanda, y económicamente fuera imposible adquirir el libro en Amazon, hay miles de sitios en internet en dónde tales libros pueden ser obtenidos, y si el deseo vehemente del gobierno actual es el de hacer que la gente lea para coadyuvar al desarrollo, primeramente debería impulsarse el inglés como segunda lengua, los mejores libros por lo general se escriben en inglés, y por lo general también tardan 1 o 2 años en ser traducidos al español, recuerdo que el famoso libro de Thomas Piketty, El Capital en el Siglo XXI, llegó a mis manos en inglés, casi dos años antes de que editara en español.

Así como murió el disco en físico, así también habrá de morir el libro de papel, lo lamento pero así será, el libro en digital tiene todas las posibilidades de llegar a todo rincón del mundo y a precios muy inferiores a los de la versión física, si la intención del gobierno es intensificar el hábito de la lectura en la población mexicana, lo primero sería adecuar los programas educativos para fomentar éste hábito, dedicar tiempo específico destinado a la lectura, a la comprensión, a crear programas que como en un deporte desarrollen y fortalezcan el hábito, no hay otra manera, después el inglés como segunda lengua, y por supuesto, la lectura en medios digitales, el libro de primaria gratuita es un asunto de obsolescencia pura, me causa mucha nostalgia verlo en las mochilas de mis hijos, es el mismo libro que yo tuve, las mismas lecturas, nada ha cambiado en 30 años, pero el mundo si, y no estamos al día, el libro gratuito de primaria ya debería de ser uno en versión digital constantemente actualizado acorde al acelerado mundo que vivimos, y como ya he descrito anteriormente, destinar tiempo específico, no sólo en la escuela, también en los trabajos a la lectura, la posibilidad de seguir constantemente aprendiendo el pensamiento de otras mentes es sin duda uno de los procesos más enriquecedores que podemos vivir, el libro en papel va a morir, y no lo celebro, pero es la realidad, estoy a punto de empezar a leer Serotonina de Michel Houellebeq, que ya aborda la temática de los “chalecos amarillos” en Francia, y no tendré que esperar llegue en físico a una librería, a que Taibo II presione a las editoriales a que me lo vendan en $50 pesos, a que Amazon lo tenga en versión digital, probablemente lo pueda empezar a leer durante un embotellamiento mientras voy a casa, o en la fila mientras espero a que me corten el cabello, y mientras puedo seguir leyendo también Las 48 Leyes del Poder de Robert Greene o Inteligencia Intuitiva de Malcolm Gladwell, sin tener necesidad de tener que cargar con los tres libros, que los encargados de educación y de cultura se pongan a trabajar en lo que realmente deben y se dejen de tonterías atascadas en el siglo pasado, nuestros hijos van a tener que competir con otros chicos que hoy ya están leyendo más de 50 libros al año.             

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