La Máquina de Lavar Cerebros
La Máquina de Lavar Cerebros
HYPERDRIVE
Por: Erreh Svaia
La Máquina de Lavar Cerebros ya comenzó a funcionar, y lo
hace siempre de la forma más cruel y perversa, en aquellos que menos
posibilidades tienen para discernir las mentiras de la verdad, a ellos se les
vende un presente que no existe, se les hacen promesas que de antemano se sabe
no se pueden cumplir, se les habla una inflación que comienza a salirse de
control y que pegará en el bolsillo del ciudadano, se les habla de datos de
crecimiento en los empleos que contrastan con la realidad, en la que se registran
cifras de desempleo récord, y una moneda, el peso, supuestamente
"fortachón", que se ha beneficiado no del esfuerzo propio del país o
de su presidente, sino de circunstancias ajenas, como el debilitamiento del
dólar, y ni que decir de las promesas de restaurar la paz en el país, que el
mismo Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de la república, Alfonso
Durazo, ha calificado de “irresponsables”, durante el que ha sido el inicio más
violento de los sexenios más recientes, paradójicamente, con un gobierno que
nació con todo para ganar, una mayoría de voto aplastante en la presidencial y
en las cámaras, pero que en 5 meses no ha hecho nada significativo más que
culpar a los gobiernos anteriores.
Ayer en un mitin político en el estado de Oaxaca, el presidente
sostuvo en "votación a mano alzada" la rehabilitación del llamado Tren
Transístmico, un acto supuestamente de "democracia popular",
aplaudido de manera cruel por los fanáticos del oficialismo, una supuesta
"votación" ante un público no sólo perteneciente a uno de los estados
con mayor atraso educativo, también cautivo y usado para éste tipo de
lamentables eventos políticos, tan del México antiguo y que parecía quedar en
el pasado, o en algunos de los nefastos gobiernos protagonistas locales, hoy,
ese teatro de lo absurdo, inmortalizado en cintas como la mítica Calzonzin
Inspector, es puesto en escena por el mismo presidente, que parece evocar memorias
políticas de su niñez, con las que seguramente se inspiró para adentrarse en la
política e iniciarse de la mano del PRI, quien solía practicar éste tipo de
pantomimas.
El mismo presidente que eligió revivir los linchamientos
públicos al estilo de la película Canoa, basada en hechos reales, ese presidente
que no sólo permite esos linchamientos porque son "parte del México profundo",
sino que los alienta y que también los utiliza para dirigir amenazas a la
prensa que le cuestiona, a aquellos que no están de acuerdo con su manera de
actuar, para esos disidentes hay amenazas, para historiadores, pensadores,
columnistas y periodistas, como en el México del pasado con Díaz Ordaz, Echeverría
o López Portillo, hay amenazas, para columnistas serios, como Roger Bartra (cuyas
informadas críticas vienen desde una izquierda avanzada que debiese existir en
algo más que sólo papel en el país), hubo cancelación de sus columnas, para seguir
con el historiador Enrique Krauze, opositor al movimiento del actual presidente,
hoy acusado, sin pruebas de “conspirador”, o contra el escritor Gabriel Zaid, para
todos ellos, hubo linchamientos públicos sin pruebas, sólo por ejercer su
derecho a criticar al actual régimen.
Para el presidente todos sus enemigos son
"conservadores" así ha acusado bajo esa etiqueta a gente como el ya
mencionado Krauze, o al historiador y novelista Francisco Martín Moreno, a
pesar de que quien parece ser más conservador que ninguno, es él mismo (con esa
visión de idolatría al pasado imperial del PRI Sistema), con la parte más
"progresista" de su gabinete, Olga Sánchez Cordero y Marcelo Ebrard,
amagando en varias ocasiones con renunciar, con temas como los fuertes apoyos
para los sectores evangelistas que apoyaron a su candidatura (incluido el Partido
Encuentro Social de ultra derecha) y dejando en el olvido cuestiones como la
legalización de drogas, del aborto o la desmilitarización del país.
Hoy la máquina de lavar cerebros pretende hacernos cree que
hay un cambio con respecto a gobiernos anteriores, mientras amenaza a unos periodistas
y da recursos a otros, mientras crea un aparato propagandista en todo tipo de
medios, mientras busca crear una nueva central obrera corporativista, mientras
busca re escribir la historia al más puro estilo populista, mientras habla de
preocuparse por el medio ambiente, al tiempo que apunta al carbón y al petróleo
como sus “palancas de desarrollo”, mientras se olvida de brindar confianza al
inversionista, principal generador de empleos, mientras profundiza la apuesta
por la militarización de una forma improvisada, sin las leyes secundarias que
pregonó prevendrían los errores del pasado, autorizando proyectos a discreción,
sin licitaciones, o permitiendo a personajes cercanos al presidente, participar
en ellas, y ganarlas, cancelándolas, sólo después de que la maniobra se ha
hecho pública (tal y como hacían las pasadas administraciones).
La máquina de lavar cerebros ha sido echada a andar, y tiene
sus propios datos, en ellos, cuando la suerte o la casualidad nos favorece, es
por mérito del gobierno, cuando el mal trabajo nos deja desprotegidos y en una
situación desfavorable, es culpa de todos, hasta de los conquistadores
españoles de hace más de 5 siglos, la máquina de lavar cerebros busca engañarnos
con una realidad que no existe, negando los datos, despreciando a los expertos
y amenazando a la crítica, en un desprecio total por la razón, no me sorprendería
que en unos meses más el presidente trate de convencernos de que no hay
calentamiento global, de que no hay violencia en el país a pesar de las
estadísticas, y ¿Quién sabe? Tal vez incluso de que las vacunas son dañinas
para la salud y de que la Tierra es plana.
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