La Rebelión contra la Extinción.

La Rebelión contra la Extinción.

Por: Erreh Svaia

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Hoy en día existen tres grandes amenazas para la humanidad: El avance veloz de tecnologías que podrían volver obsoleta la mano de obra del hombre, la amenaza siempre latente de un conflicto nuclear a escala global, y el cambio climático ocasionado por la emisiones contaminantes generadas por el ser humano, ni el gobierno populista y xenófobo de Donald Trump en los EEUU, ni la cleptocracia nacionalista encabezada por Vladimir Putin en Rusia, ni el régimen neo totalitario de Xi Jingpin en China, cuentan con medidas reales para combatir ninguno de éstos males futuros; Ni la derecha política, ni la izquierda política, ni la ultra derecha, ni la izquierda radical, ni el socialismo del Siglo XXI, ni los regímenes nacionalistas populistas parecen tener propuestas reales para combatir a ninguna de éstas amenazas reales, ¿Quieren conocer a un verdadero estadista u hombre con visión a futuro? Busquen a un líder que éste realmente preocupado por resolver éstos tres temas y que los incluya en su agenda, la realidad es que, al día de hoy, no los hay.

Lo que hemos visto son esfuerzos de la sociedad civil preocupada realmente por lo que está por venir, por el inminente cambio climático que está sufriendo el planeta y que se acelera día tras día, con manifestaciones más y más violentas, que amenazan a la existencia del hombre, el calentamiento global que derrite de forma acelerada el hielo en los polos, los huracanes cada vez más devastadores, más recurrentes y en lugares en los que antes no ocurrían, temperaturas cada vez más extremas y períodos impredecibles de lluvia y sequía extrema, afectando fuertemente a la agricultura y poniendo en riesgo el futuro de la alimentación a escala global.

Es la sociedad la que parece estar señalando el camino a los políticos con acciones cada vez más contundentes y numerosas, hoy, así como las redes sociales han permitido la proliferación de fenómenos políticos como Donald Trump y el Brexit, también están otorgando la plataforma a movimientos como el de Fridays For Future (Viernes por el Futuro), en Suecia, iniciado a forma de huelga personal por la estudiante de 16 años Greta Thunberg, a quien se le han unido numerosos grupos de estudiantes que han decidido ponerse en huelga los viernes y protestar en varias ciudades de Europa, contra los políticos a quienes acusan de su inacción ante la cada vez más drástica afectación por el cambio climático; A las pacíficas y conmovedoras protestas de Thunberg (que ya se han extendido a Francia y España), hay que sumar las movilizaciones masivas y cada vez más contundentes acciones del movimiento Extinction Rebellion (Rebelión Contra la Extinción) iniciado en el Reino Unido y que empieza a extenderse por el mundo; Londres, París y Berlín ya han sido ciudades sede de estos masivos contingentes que han paralizado a dichas ciudades a forma de protesta  demandando acciones reales a favor del bienestar del planeta, acciones que coadyuven y ayuden a mejorar las condiciones del suelo, el aire y el agua, siguiendo un alarmante "llamado a las armas" por parte del respetado científico Sir David Attenboroug, quien con su más reciente documental "Climate Change - The Facts”, ha dejado claro que sólo acciones realmente radicales podrán generar el cambio necesario para buscar frenar el daño que el ser humano ha causado sin consideración alguna al planeta, más allá de la política, más allá de acciones paliativas, parece que en cuestiones de medio ambiente, empezamos a adentrarnos en la filosofía más radical de ecologistas como el anarco primitivista John Zerzan, quien ya empezaba con su radical movimiento ecologista a principios de los 90s, sin llegar a posturas más violentas al respecto como las del tristemente célebre “Unabomber” Ted Kaczynski.

México no debería ser la excepción, ante éste llamado de atención global, en México es lamentable que contemos con un Partido Verde Ecologista lleno de hipocresía y de la podredumbre política de la que no nos hemos podido librar en el país, un partido creado sin verdaderas intenciones de cuidar el medio ambiente, y formado sólo por puro oportunismo político, que lejos de fomentar una cultura del cuidado de la naturaleza, ha permitido graves afectaciones en estados como Chiapas, en donde gobierna, y que hoy es aliado de un gobierno federal que no ha hecho nada por evitar la extinción de la vaquita marina, que anuncia con bombo y platillo un proyecto de Tren que amenaza con afectar grandes extensiones de tierra en la vasta reserva de selva en el sur del país, afectando a numerosas comunidades indígenas, además de promover (al igual que Trump) una penosa apuesta por el carbón como principal fuente de energía para el futuro del país, tomando como bandera la disminución en el precio de las gasolinas, acción que únicamente incrementa el uso de éstos combustibles altamente contaminantes, sin proporcionar opciones de energías limpias como la energía solar o la eólica, abriendo el paso para una devastación mayor de nuestros recursos naturales en el sexenio que comienza, en un momento en que el mundo parece indicar que la solución debe ser a escala global, más allá de nacionalismos e ideologías políticas, sin los engaños de posturas ideológicas como el Green Party en los EEUU, el reciente “New Green Deal” por parte del Partido Demócrata en los EEUU, o el ya mencionado Partido Verde Ecologista de México, si el movimiento ecologista tiene que evolucionar para encontrar su trascendencia real, deberá ser más allá de la política y convertirse en un verdadero movimiento de naturaleza ciudadana, sin políticos, y con la única idea de hacer ese cambio radical que en éstos momentos demanda el planeta.