Aladdin de Guy Ritchie, 2019

Aladdin de Guy Ritchie, 2019

HYPERDRIVE

Por: Erreh Svaia

Aún me sigue pareciendo bizarro ver el nombre de Guy Ritchie (alguna vez considerado el “Tarantino” inglés) asociado a una película infantil de Disney, su trilogía “inglesa” con cintas sobre Sherlock Holmes, The Man From UNCLE y King Arthur eran desviaciones definitivas hacia trabajos menos personales, que de alguna manera ya denotaban un cambio en la agenda de Ritchie, aquel el hombre que nos trajo las exquisitas Lock, Stock, and Two Smoking Barrels, Sntach y RocknRolla, que llevaban el cine de Tarantino a caricaturescos extremos, aunque no debemos olvidar el descalabro aquel de Swept Away, con su ex esposa Madonna, en todo caso Aladdin está lejos de ser lo peor de Ritchie, como película no animada de Disney resulta sumamente entretenido el dinámico ritmo característico de Ritchie, escenas llenas de adrenalina excepcionalmente coreografiadas, como la persecución inicial que nos presenta al hábil ladrón que se enamora de una princesa en el Medio Oriente, otras características esenciales del cine de Ritchie como el manejo trepidante de la cámara, y los cambios de velocidad súbitos de rápido a lento están presentes en todo momento, al tiempo que sus más bajos instintos sobresalen de manera sutil en escenas de asesinatos y tortura, algo definitivamente inusual en una película infantil.

Fuera del shock de saber que Guy Ritchie dirige una cinta infantil de Disney (aunque mucho se ha dicho de su estilo casi caricaturezco de manejar las escenas de acción) es Will Smith y su papel como genio de la lámpara (una extraña mezcla de The Mask, Hulk y Shrek y el Dr. Manhattan), de entrada, la actuación de Smith es un retroceso a su época de excesos cómicos, un papel que tal vez le hubiera venido genial a Jim Carrey hace unos años, aunque seguramente Carrey lo rechazaría hoy en día, ya que como se dice, los comediantes evolucionan y se vuelven actores, Carrey lo ha hecho, y hasta hace poco creía que Will Smith lo había hecho, su papel en Aladdin es en definitiva un retroceso, aunque es difícil esperar grandes avances del hombre que rechazó el papel de Neo en Matrix porque era según él era una cinta de “efectos y patadas”, y terminó aceptando cosas como Wild Wild West o Men in Black, la actuación de Smith es lo peor de la película, con guiños a Carrey o a su papel en The Fresh Prince of Bel Air, muy alejado de su notoria evolución y casi consagración como actor en cintas como The Pursuit of Happyness o como el enorme Muhammad Ali en la cinta biográfica del boxeador.

Alguien definitivamente pensó “fuera de la caja” y aplicó lo que yo considero es realmente una forma de pensar creativa, tomó a Ritchie (el Tarantino inglés), cuyas mejores cintas de acción llegan a extremos casi de caricatura, quiso hacer una película infantil con elementos de acción, intentó incrustar algo de efectos especiales que se acercan tangencialmente a la frontera entre lo real y lo fantasioso (Hulk, Shrek y el Dr. Manhattan) y finalmente añadió elementos que pienso son característicos del cine de Bollywood, ¿El resultado? Una cinta sobresaliente, entretenida y que sin duda destaca dentro del cine de infantil y de princesas que se ha estado produciendo en años recientes (y destaca la pobre presencia de Smith, como lo fue la pobre presencia de Colin Farrell en Dumbo de Tim Burton), no es los Avengers, afortunadamente y tampoco es la Cenicienta, ¿Quién podría saberlo? Tal vez el día en que Quentin Tarantino dirija una película infantil de Disney, basada en el algún cuento de los Hermanos Grimm, no éste muy lejos.