Rammstein, 2019




Rammstein, 2019

HYPERDRIVE

Por: Erreh Svaia

Rammstein es una banda de músicos sumamente famosos fuera de su natal Alemania, para los que han escuchado a la banda Eslovena de Laibach, sabrán de dónde vienen musicalmente los Rammstein, también entenderán el porqué han conseguido el nivel de popularidad que tiene actualmente, mientras los Laibach han creado un culto respecto a su música, prefieren adentrarse en situaciones bastante complejas como musicalizar cintas sobre Nazis del espacio, o hacer conciertos en Corea del Norte, por su parte los Rammstein siguen conquistando lugares como los EEUU, parte de Europa y Rusia (en dónde irónicamente se han  hecho de bastantes fans), es posible que los Laibach no aspiren en lo absoluto a la enorme popularidad de los Rammstein, y es seguro que los Rammstein prefieren crear sus brutales operas rock de una forma que resulten algo menos abstracto y más directo para sus seguidores.

Es curioso que los Rammstein sean más famosos fuera de Alemania que dentro de ella, al interior de su país, son considerados como algo incómodo, así como lo fuera el gran compositor Richard Wagner, es un pasado que los Alemanes no pueden ignorar, pero que prefieren no hablar de él, en el caso de los Rammstein, ese pasado es algo que explotan con singular gusto, no celebrándolo tal vez, pero si disfrutando del incómodo espectáculo (todo con un muy oscuro sentido de la ironía) que representa abordar temas como el estilo de vida extremo de los Alemanes, su pasado nacionalista, su presente gris e incluso decadente, la “herencia” hoy no deseada del Nazismo y el presente a veces surrealista de casos de abuso sexual, canibalismo y necrofilia.  

Rammstein, así tal cual titulado, es el séptimo disco de la banda, el primero en casi 10 años, y manteniendo el nivel musical que consiguieron recrear para Liebe Ist Fur Alle Da, aquí se consiguen mantener los elementos característicos de la banda, un sonido compacto e intenso, pero también se consigue seguir avanzando en lo que considero ha sido principalmente el talón de Aquiles de la banda, su falta de diversidad musical, aquí, particularmente, la banda se compromete a esto y consigue uno de sus discos más diversos musicalmente hablando, que en combinación con elementos de sus primeros discos, duros, directos pero monótonos, nos trae una producción bastante disfrutable.

Una banda directa que suele ir directamente a la herida, a “causar el mayor daño posible” y de ésta manera abren el disco con Deustchland, un doloroso recordatorio de la brutal historia Alemana, pasando por pasajes en realidad incómodos, que seguramente resultaran incluso intolerantes para el ciudadano Alemán contemporáneo, y atractivo para el confundido seguidor de los nacionalistas extremos, la mezcla de guitarras y sintetizadores, además de los modernos arreglos y un provocador video, seguramente harán del tema todo un suceso, pero la música al final ésta ahí, las rabiosas guitarras se encargan de llevar el curso en la poderosa Radio, además del singular trabajo de teclados de Christian Lorenz, que nos llevan del heavy metal más rabioso al latiente corazón sintético de la música techno.

Zeig Dich consigue combinar de manera sobresaliente coros al estilo Wagner con guitarras Thrash y una poderosa dinámica rítmica a cargo del bajista Oliver Riedel y el baterista Christoph Schneider, quienes cargan con la mayor parte del tema que consigue dar al vocalista Till Lindermann el escenario perfecto para sus dramáticas y características ejecuciones, mientras que para Auslander la banda se muestra más flexible en su ejecución en un tema dominado por teclados y baterías principalmente y con las brutales inflexiones de Lindermann, cabe mencionar aquí, que a partir de éste tema la banda pierde un poco su brutal ataque frontal, Sex avanza a un ritmo más usado por bandas Glam o por el Synth Pop, inspirado tal vez en el trabajo de bandas como T. Rex, y para Puppe, la banda empieza a dar muestras de haber encontrado algunas limitaciones musicales.

Llama la atención que la banda haya agrupado varios temas flojos justo en el centro del disco, una curiosa desviación que resta impacto al disco en general, y del que alcanzan a recuperarse en Weig Weg, con sus teclados “progre” y sus guitarrras “hard rock”, con un sonido bastante europeo, pero es hasta Tattoo en dónde la banda consigue recuperarse y volver a la carga de la manera más brutal posible, con esa mezcla de intenso heavy metal, instintos Wagnerianos y más drama, la banda no abandona su decadencia característica y consigue retomar las riendas del disco, el cual cierra con las oscura y amenazante Hallomann, terminando así un disco que seguramente complacerá a sus rabiosos seguidores, que probablemente continuará situándolos como algo muy incómodo para la conciencia Alemana, y un festín para los muy retorcidos cerebros nacionalistas que seguramente no alcanzarán a entender el muy negro sentido del humor de la banda, que para éste disco consiguen nuevamente retratar el corazón de la atribulada Alemania de hoy en día, alguna vez el cosmopolita motor de Europa, hoy amenazada por la división y por las sombras de su pasado.  

Comments

Popular Posts