Más Allá del Austericidio
Más Allá del Austericidio
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Por: Erreh Svaia
Syriza, el partido de la “izquierda radical” en Grecia, ganó
las elecciones de manera sorprendente hace algunos años, bajo la bandera del combate
“a muerte” contra la austeridad, los votantes de Syriza, cansados de la
corrupción de gobiernos anteriores, más que emocionados por la “radicalidad”
del programa del partido, dejaron de manifiesto que estaban en contra de las
políticas de la Unión Europea que mantenían una dura política de austeridad
aplicada a todos los países miembros de la Unión, el desenlace del “drama”
griego no fue el esperado, y Syriza nunca cumplió sus promesas, por el
contrario, el triunfador de esas elecciones, Alexis Tsipras no tardó en hacer a
un lado a los “radicales” de su partido (como a Yanis Varoufakis, ministro de finanzas,
clave para el triunfo de Tsipras, y que rápidamente fue despedido del gabinete),
en correr una consulta popular en la cual se avistaba la salida de Grecia de la
UE, para después “negociar” con la “troika” y aceptar felizmente condiciones
peores para Grecia que las que se tenían anteriormente.
La izquierda Europea en su búsqueda del poder, ha tomado en
muchas ocasiones la bandera de la “anti austeridad”, advirtiendo el llamado “Austericido”,
recortes en los presupuestos de gran parte de los rubros de gobierno que
terminan lesionando fuertemente el estado de la economía nacional, la lógica
nos dice que la austeridad nos dicta evitar todo tipo de despilfarros innecesarios
y lujos excesivos que fueron la norma de muchas clases políticas irresponsables
en el pasado, pero no debemos confundir la austeridad con el austericidios,
recortes presupuestales más allá de lo necesario para la supervivencia del sistema,
que daña directamente programas indispensables para la sociedad, como la
educación, la salud e incluso la atención a desastres, o para el crecimiento y desarrollo
de la industria, como la infraestructura de comunicaciones y transportes, cuyos
recortes terminan provocando consecuencias peores que los problemas iniciales
que pretendían resolver.
Cuando la izquierda, que lucha contra la austeridad, llega
al poder, es casi un hecho que abanderará esa “austeridad” contra la que se
decía luchar, porque ante los excesos y abusos de gobiernos anteriores, parece
la única manera de salir adelante, y esa prolongada continuación de la austeridad,
trae como único resultado, el surgimiento de propuestas aún más radicales, de
manipulación social, basta ver que la respuesta a ese surgimiento y normalización
de la izquierda anti austeridad en Europa, sea el surgimiento de una derecha
extrema, como ya hemos visto tomar fuerza en Francia, Austria, Grecia, Alemania,
Hungría, Polonia, Italia e incluso en la hasta hace poco inédita España.
En México empezamos a ver éstas muestras de la austeridad
aplicadas por un supuesto partido de izquierda recién llegado al poder, hemos
visto recortes de personal sin sus correspondientes indemnizaciones, hemos
visto recortes en los presupuestos del sistema de salud, recortes en el sistema
de seguridad pública, de seguridad social, de educación y de prevención de
desastres, el resultado de todo esto, además de ser una sociedad y un país débil,
expuesto e incluso indefenso, que no recibe las promesas de campaña y que
enfrenta un escenario incluso peor que el percibido anteriormente, más
inseguridad, más desempleo, menos guarderías, menos escuelas, menos atención
médica, menos medicamentos de calidad, más asesinatos.
La austeridad debe ser aplicada ante los lujos y excesos de
administraciones pasadas, en eso todos estamos de acuerdo, pero cuando ésta
austeridad se vuelve una trampa que afecta directamente a los rubos básicos que
mantienen a flote a los más indefensos dentro de la sociedad, se vuelve una austeridad
que mata, que cancela tratamientos a enfermos y les niega medicinas, que
cancela guarderías y pone a las madres solteras en una situación imposible, que
impide una rápida reacción a un desastre natural y profundiza la desgracia.
Hoy la supuesta izquierda que nos gobierna aparece con la
bandera de la austeridad desmedida, irracional hasta cierto punto, obsesionada
con los recortes en el sector salud, pero obstinada en destinar cuantiosos
recursos en sus apuesta a una empresa de gobierno obsoleta, endeudada y
moribunda, hoy México suspende tratamientos de retrovirales, tratamientos a
enfermos de cáncer, trae medicinas de baja calidad de países como la India (al
tiempo que otorga jugosos contratos con adjudicación directa a empresarios
afines al régimen) al tiempo que decide construir aeropuertos inviables, trenes
que atraviesan la selva y refinerías que al terminarse enfrentaran una época en
que el auto eléctrico será el rey, en Europa esto permitió el surgimiento de una
nueva extrema derecha, en México, un país cuya extrema derecha, representada
por el PES y por el partido a cargo de Manuel Espino (hoy en Morena) que está
por surgir bajo auspicio del actual gobierno, sólo podemos imaginarnos lo mal
que podría resultar.
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