Señales

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Por: Erreh Svaia

"Cuando el río suena, agua lleva", y éste río empieza sonar mucho, se habló primero meses atrás de la renuncia presentada por la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, la cual no se dice fue aceptada por el presidente, después se habló de la renuncia del Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, proyectado como el posible futuro delfín del presidente, renuncia que tampoco fue aceptada e incluso públicamente desmentida, la más reciente de éstas renuncias no aceptadas y "acalladas" es la del Jefe de la Oficina del Presidente, Alfonso Romo, quien debió pasar un momento difícil y hasta humillante, cuando aseguró que las inversiones en el Nuevo Aeropuerto en Texcoco, serían respetadas para luego después ser desmentido cuando el proyecto fue cancelado como resultado de una consulta popular ilegal, el trabajo de Romo no debe ser fácil, convencer a empresarios (ramo dentro del cual en más de una ocasión ha sido acusado de prácticas deshonradas y poco éticas) como él, de confiar en un gobierno que ni siquiera le respalda y lo manda al patíbulo, así que no resulta sorpresa escuchar rumores sobre su renuncia, como tampoco resulta sorprendente que acto seguido, niegue haber renunciado, como en la caso de Sánchez y Ebrard, Romo tiene mucho que perder si se rebela contra el presidente, en el caso de Sánchez, una cuantiosa pensión, equiparable a esa que se supone se les canceló a los ex presidentes, además de la posible revelación de más inmuebles de esos que para pagar, uno ahorra por más de "100 años", como ella misma declaró y que se confirmó fueron sacadas a la luz por el mismo partido político del presidente (durante parte de la pugnas internas entre grupos de poder a cargo de gente como Ricardo Monreal y Yeidckol Polevnsky), en el caso de Ebrard, peor aún, se pierde el fuero que Ebrard tan desesperadamente buscó tratando conseguir una candidatura por varios partidos y que lo forzó a un exilio involuntario para huir de las investigaciones sobre fraude en la construcción de una de las líneas del metro de la CDMX, en el caso de Romo (quien a conveniencia ha sido simpatizante del PRI, del Pan, del PRD y ahora de Morena, además de ser uno de los beneficiarios del llamado FOBAPROA), él sabe perfectamente lo que puede perder, porqué le sucedió cuando en el gobierno de Calderón y de Peña Nieto estuvo inhabilitado, si en el  plan de gobierno del presidente López está la ligera  idea de permanecer en el poder más de un sexenio, esto implicaría la salida permanente de Romo en proyectos de gobierno y su fin como empresario, un retiro anticipado incluso antes que el de su colega Carlos Slim, a quien el presidente "retiró" antes de tiempo, provocándole cuantiosas pérdidas económicas en la bolsa.

La señal es clara para el naciente círculo de oligarcas en el nuevo gobierno, la sumisión a los mandatos del presidente les permitirá crecer bajo el auspicio del gobierno, como sucede a gente como Ricardo Salinas (entre otros miembros del llamado Consejo Coordinador Empresarial), que ha visto crecer generosamente sus negocios en el primer trimestre del 2019, o enfrentarse a él y ser afectado como sucede con Carlos Slim, quien ya tuvo un duro revés por parte del gobierno del presidente López, tras la cancelación del Nuevo Aeropuerto en Texcoco y seguramente una amenaza para Romo en caso de decidir separarse del ahora presidente (considerando que la Adjudicación Directa se ha convertido en una bandera del actual gobierno, una receta segura para los monopolios, la desincentivación de la inversión y por ende la corrupción), esto además de encender varias alarmas en las cuales se puede vislumbrar como en otros gobiernos de índole populista, la salida anticipada de personajes progresistas y moderados (Carlos Urzúa, Secretario de Hacienda podría ser el siguiente), y el posible avance de las partes más radicales del movimiento que llevó a la presidencia al presidente en turno, llaman la atención las cada vez menos discretas reuniones del fracciones de Morena con miembros reconocidos del Chavismo, sus apariciones en el Foro de Sao Paulo y más recientemente su reunión con gente como Axel Kicillof (de inclinaciones Keynesianas y afición por el FMI), ex Ministro de Economía durante el gobierno de Cristina Kirchner en Argentina, cuya “gran aportación” al combate de la pobreza en Argentina, fue eliminar las estadísticas de pobreza por considerarlas “ofensivas”, además de su idolatría por las políticas estatistas y su preocupación aparente por el debilitamiento de los sueldos de los trabajadores argentinos, sin considerar la rampante inflación prevaleciente durante su administración, razón por la cual los sueldos fueron perdiendo su poder adquisitivo.

Hace poco mencioné que México no corría peligro de transformarse en Venezuela en unos pocos meses (aunque muchos indicadores se han deteriorado más rápido de lo que muchos esperaban), y que para llegar a un estado así, se recorrería primero un curioso camino hacia el PRI Sistema autoritario e irresponsablemente asistencialista de los 70s y 80s, para después avanzar dramáticamente a la Argentina Kirchnerista de los 90s-00s, llegando a la Venezuela Chavista de hoy en día se cumpliesen los peores escenarios posibles, con la inflación y la autonomía del Banco de México como principales alarmas de peligro (la inflación comienza a despegar y supongo que gente como Jonathan Heath, otro moderado en funciones dentro del Banco de México deben estar inquietos por la llegada de gente como Kicillof) , hoy pareciera que la Bolsa Mexicana de Valores nos diera otra advertencia si observamos que ha acumulado su peor racha desde 1981 ¿Será éste un posible pronóstico reservado de la visión del presidente de regresar al país a un estado previo a las políticas emprendidas hace más de 35 años, cuando él aún estaba en el PRI y era parte del PRI Sistema? En el caso de la Bolsa Mexicana de Valores, lo ha logrado.