Donde Yace Mi Padre
Mi padre yace en una tumba sin su nombre. O, m谩s bien, las cenizas de mi padre descansan en el sitio familiar donde, casi toda su vida, indic贸 que quer铆a estar. Muchas veces lo he se帽alado: la relaci贸n con mi padre no fue buena. No fue la que yo hubiera querido tener con 茅l, y muy seguramente no fue la que 茅l hubiera deseado tener con su hijo. He hecho lo que pude, he intentado que la relaci贸n entre mis hijas y yo sea diferente. Creo que lo he logrado a medias. Me gustar铆a que fuera mejor.
Tengo muchos recuerdos de mi infancia. Muchas cosas se quedaron grabadas en mi mente y no se han borrado. La mayor铆a de ellas, por cierto, son malas. Mis hijas dicen que no se acuerdan ni de lo que pas贸 hace un par de a帽os. Al menos no hablan de malos recuerdos de su infancia como yo lo hago. Me duele profundamente haberlas dejado durante unos a帽os, cuando tuve que ir a trabajar a otra ciudad durante la pandemia.
Mi padre apareci贸 una vez en la escuela primaria durante el recreo. Es una de las pocas ocasiones en que estuvo en mi escuela. Otra fue una noche: nos vendieron unos boletos para una pel铆cula que pasar铆an en la escuela. Ped铆 dinero para comprar los boletos e ir con mi madre y mi padre, pero al final la pel铆cula no se proyect贸; algo ocurri贸 con la cinta y nos devolvieron el dinero. Otra vez fue cuando estaba en la preparatoria y olvid茅 una libreta con una tarea en su carro. Llegu茅 a la escuela y, antes de entrar a clase, me fumaba un cigarro, cuando de repente lleg贸 mi padre detr谩s de m铆. Tir茅 el cigarro y trat茅 de disimular lo que hac铆a; supongo que 茅l disimul贸 no haberme visto.
En aquella ocasi贸n de la primaria, mi pap谩 se hab铆a desmayado el fin de semana anterior durante una carrera. Los m茅dicos que lo atendieron le recomendaron hacerse unos ex谩menes m谩s exhaustivos. El resultado fue una aparente falla en el coraz贸n. La extra帽a ocurrencia de mi padre fue ir a la escuela a decirme que era posible que le quedaran pocos a帽os de vida. Extra帽o decirle eso a un ni帽o de 7 u 8 a帽os. Desde entonces crec铆 con el miedo de que mi padre podr铆a morir en cualquier momento. Me mentalic茅 de que mi padre morir铆a pronto y yo quedar铆a al frente de la casa, cuidando a mi madre. Pero las cosas no fueron as铆. Un d铆a mi madre me confes贸 que ten铆a c谩ncer y que solo le quedaban unos meses de vida. El diagn贸stico fue tan preciso que, a los seis meses, me quedaba solo yo con mi padre.
Muchos familiares murieron los a帽os siguientes. Pr谩cticamente todos los hermanos de mi madre fallecieron. Despu茅s, los padres de mi padre tambi茅n se fueron, unos a帽os despu茅s. Hablar de la muerte era algo com煤n entre mi padre y yo, pero no era com煤n que habl谩ramos de su propia muerte. Estoy seguro de que mi padre nunca pens贸 en ello. No de forma definitiva. Estoy convencido de que, en alg煤n momento, mi padre pens贸 que vivir铆a muchos a帽os m谩s. Nunca hablamos de esos detalles cruciales que uno deber铆a abordar cuando se enfrenta a su propia mortalidad: testamentos, despedidas, 煤ltima voluntad. Nos distanciamos por un tiempo porque pens谩bamos de forma muy diferente. Al final, solo me qued贸 una vaga idea de lo que 茅l quer铆a para su despedida de este mundo.
Guardo una foto de la oficina en la que trabajaba justo el d铆a en que me avisaron de la muerte de mi padre. Eran las 9 o 10 de la ma帽ana cuando recib铆 el mensaje. La realidad es que mi padre no hab铆a muerto en ese momento; lo hab铆an encontrado en su cuarto ya sin vida, probablemente dos d铆as despu茅s de su fallecimiento. Cuando est谩bamos al pendiente de 茅l, mi esposa le hab铆a salvado la vida cuando lo vio caer. Cuando mi padre decidi贸 ponerse al cuidado de unos familiares, muri贸, y hasta dos d铆as despu茅s se dieron cuenta. El cuerpo ya estaba en mal estado. Una ceremonia de cuerpo presente no fue una opci贸n. Opt茅 por decidir que el cuerpo fuera cremado. No hab铆a sido su voluntad expresamente, pero alguna vez lo mencion贸.
Lo que s铆 hab铆a dicho es que quer铆a estar en un nicho junto a mis abuelos. Me pareci贸 una decisi贸n extra帽a, considerando que hab铆a un lugar en el sitio familiar donde enterramos a mi madre. Su voluntad de estar junto a ellos no se pudo cumplir. Mi padre no hab铆a comunicado esto a mis t铆os, que eran los due帽os del nicho, y ellos planeaban ocuparlo al morir, por lo que no hab铆a espacio para 茅l. Despu茅s de cremarlo, hicimos una peque帽a y algo inc贸moda ceremonia con mis familiares. Estaba solo junto a la familia de mi padre, que lo hab铆a cuidado de manera deficiente en sus 煤ltimos d铆as. Al final, ellos quisieron decidir d贸nde poner las cenizas de mi padre, pero no acept茅. Ya hab铆an tomado demasiadas malas decisiones. Al terminar la misa, llevamos las cenizas a la tumba de mi madre. Mi padre descansa all铆 con quien fue su 煤nica compa帽era de vida. La tumba lleva el nombre de mi madre y la fecha de su muerte. Tengo pendiente que graben la l谩pida con el nombre de mi padre y la fecha en que dej贸 este mundo. Aunque sabemos el d铆a en que lo encontramos sin vida, no hay certeza de cu谩ndo realmente falleci贸.



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