Tree Of Life- Terrence Mallick (2011)

Tree Of Life- Terrence Mallick (2011)

Desde un principio algo tenemos que entender, no me resulta disparatado pensar que Terrence Mallick es de alguna manera el padre cósmico del buen Harmony Korine, sólo que mientras que Mallick suele poner la mira de su cámara en el cielo y en el universo sobre nosostros, Korine suele apuntar su cámara a las cañerías y las cucarachas, pero, Hey! Algo es seguro aquí, ambos hombres hacen poesía pura traducida en impactantes imágenes que difícilmente se salen de nuestras cabezas una vez que entran en ellas.

Tree Of Life es apenas la quinta película del buen Terrence en más de 30 años de carrera desde que hizo su primer película llamada Badlands en el año de 1973, si, Badlands es una película enorme que por casualidad pude ver cuando era niño en la televisión por cable en dónde aparecía Martin Sheen, un tipo que en pantalla sabe como actuar y transmitir esa rebeldía enfermiza de mejor manera que su hijo, que aparece haberse dejado llevar por la fantasía Hollywoodense (aunque saca un sin fin de puntadas divertidas ese Charlie!), muchos dirán que Natural Born Killers es la película esencial cuando uno habla de una pareja de serial killers en fuga (aunque Arturo Ripstein con su y Profundo Carmesí y Arthur Penn con su Bonnie and Clyde podrán decir otra cosa), pero mientras que NBK es un escandaloso juego de niños, Badlands es the real thing, artística y poética a más no poder, con su forma de captar una cruda historia de amor y muerte, con Sheen como James Deen llevado al extremo y con Sissy Spacek en otro enorme papel que la inmortalizaría tanto como cuando hizo Carrie.

Pues Mallick sigue haciéndose acompañar de presencias estelares para Tree Of Life, ya que si bien Sheen, Spaceck, Richard Gere, Colin Farrell, Adrien Brody, George Clooney (y una sucesión no menos impactante ni corta). Entre otros, aquí, Mallick se hace acompañar de dos monstruos tremendos del cine actual, por un lado el consagrado Sean Penn, probablemente el mejor actor de la actualidad y digno sucesor de gente como Robert DeNiro y Al Pacino, y ni más ni menos que Brad Pitt, un inteligente actor (sucesor tremendo del buen Robert Redford) que ha sabido llevar sus roles como “galán de cine”, intercalándolos inteligentemente con actuaciones en los que ha sido dirigido por grandes como David Fincher, Terry Gilliam, Alejandro Gonzalez Iñarritu, Neil Jordan, Quentin Tarantino y los hermanos Coen, curiosamente Pitt y Penn por separado han trabajado con el paisano Iñarritu en Babel y en 21 Grams respectivamente.

En Tree Of Life Mallick nos envuelve en una narrativa paralela en la cual nos vemos inmersos en un macro cosmos y en un microcosmos, se enfrasca en darnos una poética y grafica versión de la creación del universo y los seres vivos, así como en la vida de una familia de Texas en los años 50s, Mallick converge brillantemente imágenes cósmicas en dónde vemos el universo crearse, los mares, los primeros seres vivientes, los dinosaurios y su posterior destrucción alternándolos de una manera impactante con la historia de una familia que vive las turbulencias internas del día a día, con tres hijos que van creciendo entre un padre autoritario, frustrado y que trata de aprenderles disciplina, y una madre amorosa, casi angelical, lo cual los pone ante la disyuntiva de elegir entre “la naturaleza y la gracia”, una de las principales propuestas de la película.

Hay que reconocer que Mallick manifiesta un control total sobre un medio completamente audiovisual que hace uso de una narrativa no lineal, compleja y que sabe distanciarse del mundo de las meras historias, Mallick se las ingenia para conjurar los mundos de la ciencia, la poesía, la nostalgia, el existencialismo y la vida misma, usa las expresiones de los actores para transmitir el mensaje, las palabras salen sobrando en su mundo de imágenes y sonidos, la lógica, la lógica no existe en este mundo como de ensueño, plagado de recuerdos, de dudas, de culpa y de posterior redención.

Una película lenta que pondrá a más de uno en aprietos, Mallick no pone el plato servido para nadie, se interesa más en entender las preguntas que en proponer las respuestas o las soluciones, con Mallick uno no espera que los conflictos se resuelvan, uno sólo se dejan envolver por su mundo y su poesía visual, y se deja llevar hasta la orilla, arrastrados por la corriente, contra esa que es mejor nadar a su favor que en contra.       

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