Voivod- Target Earth (2013)

Voivod- Target Earth (2013)

En el año de 1990 sucedió algo extraordinario, las puertas del heavy metal se abrieron a nuevas y diferentes propuestas, por un lado la historia que casi siempre cuento de cómo obtuve en el 89, aquel muy apreciado por mi, disco de Louder Than Love de los Soundgarden, y mi arrogante teoría de haber sido el primero en el país en haberlo escuchado, un disco que cambio más mi vida y mi manera de escuchar la música que mil Neverminds de Nirvana hubieran podido conseguir, el fin del pop metal se sembró con ese disco, en dónde los Soundgarden, como buenos alquimistas conjuraron el nombre del heavy metal, el blues y la música punk de una manera poco antes vista, Led Zeppelin, Joy Division, Killing Joke, Black Sabbath, Husker Du y Howlin Wolf danzaban frente a nosotros, pero los Soundgarden no fueron los únicos que empujaban fuerte a la nueva configuración del espectro del heavy metal, de Canadá, un discreto país, pero con prodigiosas aportaciones musicales venían los Voivod, una banda con fuertes raíces en el Thrash Metal, que igualmente integraban en sus influencias a Pink Floyd, King Crimson, Rush, Killing Joke, Bauhaus, los Dead Kennedys y The Saints, aquella legendaria banda de punk australiana, por aquellos años Bóvido editaba el clásico Nothingface, probablemente el mejor disco de su carrera, y por si fuera poco la radio se estremecía con Epic, primer sencillo de The Real Thing, a cargo de Faith No More, quienes no requieren mayor introducción, en aquel año (1990), tuve la suerte de ver a estos tres titanes de gira, anunciando una nueva época musical, abriendo aún más nuestros oídos a nuevos mundos sonicos, Soundgarden se uniría más tarde a Danzig para darle un giro más a esta retorcida tuerca, otro giro más al cambiante espectro sonoro, tiempo antes de la llegada de Krud Bobain.

Hace un par de meses nos llegó el disco más reciente de Soundgarden, Voivod nos traen este Target Earth, y seguido nos llega nuevo material de los Tomahawk, dónde milita el buen Mike Patton, ex de los FNM, así que de alguna manera en estos meses me vienen a la mente muchos recuerdos de los noventas, innovadora época antes del holocausto del “pop metal”, y la llegada del nefasto “grunge”.

Pues bien Voivod, luego del Nothingface nos traje muchas otras sorpresas, el Angel Rat un disco brillante que debió catapultar a Voivod al estrellato, pero que por alguna razón no sucedió, después la banda perdió a Blacky, bajista y miembro esencial, momentáneamente sustituido por Jason Newsted de Metallica, quien aporto, la verdad no gran cosa al grupo, excepto algo de publicidad gratis y fácil, el auto titulado Voivod del 2003, Katorz e Infini fueron discos excelsos, pero para ese entonces Voivod ya había salido del radar de muchos y  a pesar de la calidad de ellos, pasaron injustamente desapercibidos, aunque no para un servidor, que tuvo la suerte de escucharlos y disfrutarlos, aunque Katorz significó el ultimo disco que grabaron con su guitarrista y principal compositor, Piggy, quien sin duda significo fuerte parte del sonido de la banda con sus agudas líneas de guitarra más salidas del mundo del jazz que del heavy metal, Piggy y que sin duda daban al grupo su particular identidad que los ponía muy lejos de convertirse en un clon más de Megadeth, y ni que decir del Infini, que se armó a partir de piezas de guitarra dejadas por Piggy en un homenaje monumental póstumo elaborado por el grupo.

Pues bien Target Earth es el primer disco de Voivod verdaderamente sin Piggy (y el número 13 en la historia de la banda), con otro guitarrista, de inicio, Blacky y Away nos reciben con un poderoso bajo y una fiera batería, Dan Mongrain en la guitarra no alcanza la grandeza del los riffs de Piggy, muy probablemente no por falta de capacidad, más bien en un esfuerzo conciente de no imitarle, aún así los riffs que Mongrain emite son duros, directos y letales, dejando a Snake Belanger las vocales que suenan un tanto forzadas por el paso del tiempo, pero que aún así Belanger sabe como presentarse de manera espectacular, Mongrain, veterano de bandas canadienses brutales como Cryptopsy o Gorguts, escupiendo riffs filosos e inesperados, llenado bien el hueco que dejara Piggy, tal vez la diferencia presentándose no tanto en su ejecución, sino en la mezcla de efectos que aplica a su guitarra, sonando un poco más a la época más primitiva de Voivod, antes del Nothingface, lo cual de alguna manera brinda frescura al sonido del grupo, que casi al final de este tema, suenan completamente revitalizados.

Kluskap OKom es uno de esos temas raros que siempre esperamos por parte de Voivod, Away le da buena propulsión al tema y de inmediato las viejas influencias del punk salen a flote con la banda, bajo y batería a todo galope, aquí es dónde la técnica de Mongrain brilla y aporta una solidez admirable a la banda, con un Belanger aquí demostrando su grandeza como vocalista de la banda, aportando melodía e intensidad sin caer en el desgarre vocal de mal gusto, un tema que sin duda traerá a la mente lo mejor del Nothingface y que evocará a muchos memorias de Piggy, aunque Mongrain no se tienta el corazón y nos presenta por momentos brutales descargas de guitarra.

Empathy For The Enemy brilla con lo mejor de Voivod, intensos riffs que no suenan a clichés heavymetaleros, la clara y venenosa voz de Belanger, el oscuro y reptante bajo de Blacky y la batería ultra técnica de Away, en un tema en el cual es posible disfrutar de las estelares ejecuciones de cada uno de los miembros del grupo, que suenan tan excelsos como en sus mejores épocas que muchos daban como tiempo pasado, evocando el mundo del Thrash mejor ejecutado, el punk más melódico y el gótico más machacante que podamos imaginar, con un Belanger, alguna vez uno de mis vocalistas favoritas acercándose en furia épica al legendario Chuck Billy de los Testament (que el año pasado nos trajeron un DISCAZO).

Mechanical Mind es impresionante en su compleja sucesión de ritmos y de riffs, una banda que continua con su nivel de excelencia cercana a su máximo potencial, claro la ausencia de la genialidad de Piggy en la guitarra y su visión al componer son sentidos a lo disco, tal vez la banda suena falta de ese arrogante atrevimiento del pasado, de esa abrasiva identidad, aún así lo inesperado siempre hace su aparición como en este tema, ni que decir de Resistance un tema con una cadencia infecciosa imposible de ignorar, o Kaleidos que nos demuestra el tremendo rango dinámico del sonido de la banda.

Artefact se convierte en el tema que cierra este disco, la pieza que cierra el engrane y que se convierte en el ultimo capitulo de un buen regreso, la banda en plena forma, perfeccionando sus nuevas responsabilidades compositivas luego de la partida de Piggy, tal vez ese fue el detalle que faltó para que este disco consiguiera sacar a los Voivod del underground esta vez, una visión más cohesiva en el departamento de composición, aún así, con esta condición, será cuestión de un par de años para que esta versión de los Voivod regresen no solo con buenos ritmos, buenas ideas y buenos riffs, sino con canciones más inmediatas, sólidas y de una pieza, aquí se denota que se esforzaron tal vez de más y los temas suenan un tanto forzados.


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