Darkthrone- The Underground Resistance (2013)

Darkthrone- The Underground Resistance (2013)

15 Discos y contando, y una carrera de casi 30 años, nada mal para quienes iniciaron como una banda de death metal nada espectacular, que repentinamente cambió su dirección hacia el black metal más rabioso y representativo de los inicios de este en Noruega, al grado de convertirse en un ícono del genero, y que en años recientes parecen estar obsesionados con el crust punk y con Motorhead.

The Underground Resistance es el disco más reciente de los Darkthrone, cada uno de los discos de esta banda son un verdadero fenómeno, ya que representan la supervivencia y expansión de un genero, que si bien en sonido se ha diversificado bastante, en espíritu se niega a morir y continua infectando infinidad de géneros colindantes, The Underground Resistance, muy en el espíritu de los Ramones, o de los ya mencionados Motorhead no representa nada nuevo o fuera de lo ordinario en el actual sonido de los Darkthrone, pero definitivamente no decepcionará en lo absoluto a los fieles seguidores del grupo.

 Dead Early primer tema de estos letales seis cortes denota una marcada influencia de los Hellhammer del buen Tom G. Warrior, en esas épocas en que Warrior buscaba ser primitivo y grotesco a más no poder, y es precisamente de esa época en especifico de donde Nocturno Culto en los brutales y abrasivas instrumentos de cuerda y Fenriz en la batería sacan su inspiración, con un tema que si, claro, denota cierta influencia punk, tanto como los Hellhammer la llegaron a tener, con esos tiempos acelerándose de una manera instintiva que repleta de técnica, con un Fenriz demoledor y controlado a la vez, manteniendo el ritmo y rematando brutalmente en cuanto le es posible, en un tema que tampoco pudiera sonar muy lejano en el catálogos de los Amebix.

Walkyrie cambia un poco la atmósfera, y representa un cambio bienvenido, con unas guitarras acústicas y después un ritmo pujantemente épico, muy a tono de aquellos discos “vikingos” de Bathory, aunque sin los majestuosos teclados, manteniendo aquí más el tono primitivo y bárbaro de la esencia vikinga, y después un rápido cambio a algo que bien podrían ser los Mercyful Fate, densos y oscuros, pero en una vena más clásica con una interesante nota melódica en la voz.   

Lesser Men tiene un espectacular inicio con su cascada de poderosas y fieras guitarras empalmándose de manera compleja y después lo inesperado, un solo de guitarra muy al estilo Motorhead, para después entrar de lleno en algo que bien nos podría recordar a los  Celtic Frost más brutales, con todo y esos parámetros de melodía tan extraños que Warrior y Martin Eric Ain solían plantearnos, The Ones You Left Behind suena a algo así como un resumen de las influencias mencionadas, con unos Darkthrone definitivamente abandonado por momentos el black metal y metiéndose de lleno en algo más que ellos han sabido confeccionar, unos Hellhammer muy punks, unos Discharge después de haber escuchado mucho a unos Mercyful Fate, o unos Bathory vikingos mezclándose con unos Amebix muy hooligans, sin duda mezclando influencias de manera interesante, nada muy exótico, nada ajeno al catalogo de discos de un chico adorador de esa época en que el metal y el punk se fueron fusionando en el mundo del crust, o una época previa en que los Hellhammer, los Venom y los Bathory escucharon mucho hardcore.  

Come Warfare, The Entire Doom tiene esas guitarras siniestras que tanto me gustaban de los Hellhammer, combinándolo con esas vocales cavernosas que sólo el buen Tom Warrior nos supo vender envueltas del metal más vanguardista en los 80s, Leave No cross Unturned pone el acento en la influencia de los Mercyful Fate, aunque claro, una versión bastante intoxicada de la banda del buen King Diamond, cerrando un disco cuya única crítica pudiese ser no presentar gran cambio con sus antecesores, pero cuyo gran acierto es que este par continua metiéndole alma y corazón a cada uno de sus discos, convirtiéndose muy probablemente en herederos de bandas como los Ramones o los Motorhead en la escuela de: “Si no está roto, ¿Para que arreglarlo?”, un prueba más de que las limitaciones no son obstáculo para un gran disco.