Que Plantón!
Que Plantón!
Si así es, Robert Plant fue alguna vez piloto de zeppelín, y de uno muy pesado, era de plomo, nunca se vino abajo, por más malitos que fuesen los últimos discos de Led Zeppelin, Jimmy Page (Jaime Pagina), John Paul Jones (Juan Pablo Juanes), John Bonham (Juan Buen Jamón) y Plant nunca nos quedaron del todo mal, Presence apestaba un poco, pero después del colosal Physical Graffti que banda no hubiera bajado un poco el ritmo y se hubiese escuchado un tanto exhausta, además tenia Achilles Last Stand o Nobodys Fault But Mine, dos obras maestras pesadas y psicodélicas por parte de este grupo, o que decir de In Through The Out Door, otra pieza clave mas en el camino del legendario Zeppelin, no fue un mal disco, las épocas se movieron, y las masas voltearon a ver la música disco, mientras tanto el punk empezaba a poner en llamas al Reino Hundido y la New Wave se convertía en una fuerza poderosa en el vecino país del norte, no me sorprende que las audiencias que tanto amaban al grupo empezaran a disiparse, aunque quien podría hablar de un grupo debilitado con un tema inicial como In The Evening? O South Bound Suarez?, y ni que decir que la creatividad e innovación aún les fluían por las venas, como en Fool. In The Rain, que me hace pensar porque no fueron empalados los de Maná cuando hicieron ese horrendo y sacrílego cover, y miren que no soy una persona que rinda honores a nada, pero Maná pecó y pecó gravemente al tocar ese clásico (bueno de hecho pecan con el simple hecho de existir, bastardos!), tanto que si los perros del Cerro de la Estrella en verdad son carnívoros, debían tener una larga cita con los miembros de esa basura de grupo.
Esta semana ha rondado por mi mente Robert Plant y es que he puesto especial atención en sus discos más recientes, los cuales por algún tiempo me pasaron desapercibidos, y que ahora me hacen pensar que el “metal god”, ya no es un dios del metal, o del rock n roll, sino un verdadero maestro musical que ha sabido ponerse al frente de los tiempos y revivir una carrera que muchos debieron dar por perdida hace décadas, fui fan del Now & Zen, que descubrí en mi adolescencia casi por error, mi niñez y adolescencia temprana fue acompañada por la música de Led Zeppelin, sus casetes eran obligatorios en mi vieja grabadora, y por casualidad me encontré aquel disco de solista de Plant, Tall Cool One siempre ha sido uno de mis temas favoritos, genial de principio a fin, brillantemente sampleando a los Zeppelin, aunque Plant no pudo continuar con su genialidad en el Maniac Nirvana, Hurting Kind rockeaba duro, pero de ahí en adelante el disco se iba a pique, y si mal no recuerdo, fue editado cuando el mundo musical cambiaba, y bandas como Skid Row y Warrant se volvían obsoletos, y Nirvana y Pearl Jam se convertían en la “onda”, por aquellos años, a Page se le ocurrió la “genial” idea de aliarse con David Coverdale de Whitesnake, un clon de Plant por cierto (y de Ian Gillian, y de Paul Rodgers, y hasta de George Michaels a lo mejor, que cosa tan triste), si Page había caído en la más vil senilidad, tuvo un momento de claridad y retomó sus pláticas con Plant, pero obviamente Plant no es un hombre que viva en el pasado, posiblemente mucha de sus inspiración musical venga de ahí, Elvis, Howlin Wolf, Skip Spence, Tim Buckley o Rod Stewart, pero esto sólo le servía para impulsarse hacia el futuro, por lo que rápidamente creo un nuevo plan de regreso y que manera de regresar.
En el 2002, Plant editó Dreamland, un disco de covers intenso de principio a fin, que mostraba a Plant desechando su pasado rock n rollero a favor de una autentica busca de sus raíces, una fascinante investigación que ha llevado a Plant a re lanzar su carrera, como un hombre de música en plena madurez y genio creativo, claro, no todo es hacer simples covers, lo rescatable de Plant es la manera de atacarlos y rejuvenecerlos, todo esto sin miedo ha reinventarlos y a volverlos excéntricos y fascinantes, ese, es el gran secreto de Plant, Funny In My Mind es una impresionante recreación, no hay espacio para la nostalgia, sino que significa un ataque frontal a los temas con una furia que a pesar de la experiencia de Plant suena hambriento y ambicioso, en Morning Dew, Plant es capaz de rescatar esa sensibilidad que aplicaba a los temas más tranquilos de Zeppelin, algunos de ellos, que en verdad resultaban aburridos o tediosos, pero que Plant siempre sabia como sacar adelante y volver interesantes, se atreve a meterse con un tema de Dylan en One More Cup Of Coffee y transformarlo de manera que lo hace suyo, y uno de los grandes vocalistas consigue “robar” este tema de una de las voces más peculiares del mundo del rock.
Muchas cosas podría decir de este Dreamland, pero las quisiera ver más a detalle adelante, ya que este es solo la punta del iceberg, ya que Plant meses más tarde se interna en el desierto, se hace amigo de los Tinariwen, se interesa en la cultura tuareg, en una verdadera búsqueda de las raíces del blues, ocultas en la legendaria (y en estos días, tristemente celebre) Malí y esparcidas por los tuareg a través del desierto, graba algunos temas con ellos y deja presentaciones en vivo grabadas como documento de esto, y después un par de años más tarde regresa con uno de sus más osados proyectos, el sorprendente Raising Sand con la vocalista Alison Krauss, una colaboración que a ninguno de nosotros nos pudo pasar por la mente, pero que termina funcionando de manera brillante, nos borra por completo el pasado de Plant y lo presenta como algo nuevo, confirmando una vez más la ruta en ascenso de la carrera de Plant, quien viaja al sur del vecino país del norte a la segunda cuna del blues y se empapa igualmente del rockabilly que tanto influyera en su ídolo, Elvis, creando un disco sorprendente de principio a fin, con una dinámica que seguramente debió poner celoso al mismo Tom Waits.
Lo más increíble de este renacimiento de Robert Plant, es que las cosas no terminan ahí, ya que en el 2010, a Plant se le ocurre la idea de revivir a su Band Of Joy, por lo menos en espíritu, esa banda a la que Plant perteneció antes de los Zeppelin, y para este proyecto a Plant se le ocurre la descabellada idea de sumergirse en el mundo del folk, pero no sólo su natal folk ingles, de orígenes celtas, sino también el folk del vecino país del norte, consiguiendo de esta manera un disco que brilla por su original dirección creativa, consolidando a Plant como un maestro guerrero de las raíces, un hombre chamàn que ha sabido obtener el conocimiento y extraerlo de las arenas del tiempo e invocarlo a voluntad para nuestra sorpresa.
El que crea que la obra musical de Robert Plant terminó con Led Zeppelin esta muy equivocado, el que crea que Plant pertenece únicamente al panteón del rock n roll, esta igual de equivocado, ya que Plant ha sabido reinventarse y revivir una carrera con sobresalientes resultados, el genio creativo tras de los Zeppelin podrá haber sido Page, John Paul Jones pudo haber sido el genio tras los arreglos, y Bonham el músculo que los empujaba, pero Plant nos ha dejado claro que el espíritu y la pasión de la legendaria banda era él, y que esa energía y pasión no se crea ni se destruye, solo se transforma y amenaza una y otra vez con sorprendernos y sobrepasarnos, again and again…, dato curioso es que Jimmy Page originalmente quería a Rod Stewart, Steve Winwood o a Joe Cocker para estar al frente de su Zeppelin, los grandes egos de estos tres gigantes no les permitió aventurarse con el arriesgado proyecto de Page, por lo que este tuvo que conformarse con el relativamente desconocido Plant, pues bien: ¿Díganme hoy en día, quien resulto ser la verdadera estrella perdurable de estos grandes nombres? (Les doy pistas, los últimos discos de Rod dan pena, el ultimo de Cocker es bueno a secas, pero desechable y a Winwood le perdimos la pista hace rato) ¡Que Plantón!
Pero no que el "Metal God" es Rob Halford de Judas PRiest? Aaaah?
ReplyDeleteY bueno, con respecto a Plant, siento que siempre he tenido una deuda con sus trabajos en solitario. Ya iré por ellos...
Saludos!
politomusica.blogspot.com
No, Halford es una metal godess, je,je,je
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