Juan Pablo Villalobos- Si Viviéramos En Un Lugar Normal (2012)
Este Si Viviéramos En Un Lugar Normal, más reciente obra de Juan Pablo Villalobos, denota en todo momento un idioma sencillo y minimalista, eso si, bastante explosivo, constantemente nos hace doblarnos de las risa con un humor por demás acido, alucinante y delirante, con un Villalobos en la cima de su talento como satirista mordaz y observador, Villalobos nos presenta el mundo incoherente en el cual una familia de clase baja en los ochentas, que vive hundido en el México que sólo conocía el PRI, en un cerro que lleva por nombre
Los nombres de los hijos de esta familia, son nombres griegos, sólo con el fin de acentuar el sentimiento de tragedia griega (aunque trasladada al contexto mexicano), y agregar fuertes dosis de sarcasmo y surrealismo, a la ya de por si surrealista vida que refleja Villalobos en este escrito, gemelos que no son gemelos (un chiste viejo la verdad, pero que Villalobos de alguna manera re inventa), la policía, siempre en vigilia, con un Villalobos disectandolos magistralmente, inseminación artificial de vacas, aplicado de una manera tremendamente hilarante, una sospechosa familia de ricos polacos, un país del cual Villalobos nos siembra la duda si en verdad existirá, abducciones extraterrestres, sin que aparezca Maussan, botones de pánicos para incapacitados y hasta encuentros con políticos son algunos de los temas que Villalobos aborda de manera ágil y fresca, eso si, nos expone al mundo de los insultos y las maldiciones al por mayor, y al tío Pink Floyd, claro, que como Marilyn Manson en la película esta de la masacre de Columbine, el más estrafalario y amoral para las masas, parece ser el que esta más cerca de tener la razón y de ser el más coherente en toda esta historia de risa siniestra.
Villalobos alza la mano y se hace del manto de Ibarguengoitia con su humor veloz y altamente corrosivo, si bien la obra de Villalobos no es trascendental a un grado de un García Márquez o un Cortazar, su estilo es bastante punk, bastante hardcore y no aspira a otra cosa que a causar molestia a las conciencias débiles y santurronas, ¡Vaya manera de iniciar un disco!, con un hermoso recordatorio maternal en todo su esplendor, una obra para leerse en un par de días y no parar de reírnos de nosotros mismos en un buen tiempo.
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