Rage Against The Machine-Rage Against The Machine (1992)
Rage Against The Machine-Rage Against The Machine (1992)
Siempre fui inquieto en cuanto a mis gustos musicales, escuchaba a los Velvet Underground en medio de mis amigos adoradores de Metallica y Slayer, defendía a Black Sabbath en medio de los punks que me decían que había que escuchar a GBH o a The Exploited, escuchaba a los Smiths o a Public Enemy, cuando otros me decían que Malevolent Creation o Extreme Noise Terror era lo correcto, tal vez por ello en 1992 que se editó este disco no me tomó por sorpresa, recuerdo las risas incomodas de quienes estaban conmigo cuando puse este disco varias veces, muchos de ellos imposibilitados de congeniar ambos mundos, ¿hip hop y rock?, a pesar de lo que hayan hecho los Faster Pussycat o los Faith no More antes, aquellos habían sido experimentos de un tema o dos, Rage Againts The Machine era un disco completo en dónde ambos estilos se fusionaban y por si fuera poco hablábamos de ritmos increíbles y una guitarra fuera de este mundo.
Rage Against The Machine vino a este mundo en un momento en dónde se requería ser contestatario, las puertas de la libertad se abrían pero a un paso lento, por lo que era necesario abrirlas de una patada en un instante, esto fue precisamente lo que Zack De La Rocha y Tom Morello nos trajeron, aquella gran patada que tumbara las puertas de lo que se podía y lo que no se había hecho en la música, ese “gathering of the tribes” con que sonó Ian Astbury, de los The Cult, idea que le robó Perry Farell y que plasmó en su Lollapalooza, que termino convirtiéndose en una charada comercial, claro, había mucha música “alternativa”, pero nada poseía esa subversión que tanto nos gustaba de los Black Flag, Sex Pistols, los Clash, N.W.A. o los Public Enemy, así que escuchar esos primeros acordes de bajo y la posterior explosión de la batería y la guitarra de Morello en Bombtrack, fue toda una revelación, de alguna manera los RATM habían conseguido construir una versión sucia y áspera del hard rock, con posibles raíces en los MC5 o los Funkadelic, sin ser de Detroit, en el cual el discurso incendiario sentaba a la perfección y Zack de la Rocha se presentaba como un hibrido de la mordacidad de un Johnny Rotten o un Eazy E, pero con la consciencia social de un Chuck D o un Bono (antes de que Bono perdiera la cabeza y se volviera tan Avida Dollars como Dalí.
Mis amigos sin duda se habían enganchado con la explosión de sonido de esta banda, los fuegos de pirotecnia que salían de la guitarra de Morello sin duda los hacían dudar, ya que era imposible resistirse a su destreza como “shredder”, pero se sentían confusos con la parte de poesía revolucionaria de De La Rocha , claro, eran tiempos de cerrazón y de ese: “si escucho rock, debo detestar el hip hop”, que sustituía el “si escucho metal debo detestar el punk “, y viceversa de años atrás, algo de lo que por alguna razón pude escapar y disfrutar, y que poco a poco fue permeando al mundo de la música permitiendo a muchos disfrutar de música que de otra manera se hubiera quedado bajo tierra, Killing In The Name es sin duda una de las piezas centrales del discos, Morello y compañía sin duda sabían como llevar su mensaje e incomodar a los no convencidos, que luego de una entrada impresionante se enfrentaban a una pieza de funk incomprensible para muchos, pero esta pieza era una explosión tal que resultaría imposible de ignorar, aún y que la música invitaba a flotar, las duras letras de De La Rocha nos mantenían los pies en el suelo, Take The Power Back terminaba convenciendo a cualquiera, nuevamente la guitarra de Morello transformándose en sierra eléctrica y después en mesa de DJ, y esos ritmos compactos y macizos que más que golpearnos nos mecían, y de La Rocha con su fluido discurso, sin duda acercándose aquí lo más posible a lo que ya nos enseñaba el gran Chuck D.
Y así continuaba de manera despiadada pieza incendiaria tras pieza incendiaria, Settle For Nothing muestra las muchas caras de De La Rocha , quien podía ser un punk violento, un terodáctilo furioso y profético como Bob Marley.
El mundo se encuentra en turbulencia y llama a el regreso de alguien que consiga captar este mundo, y nunca hubo un mejor momento para que los Rage pudieran materializar un regreso, sus discos empiezan a re editarse y eso es señal de algo que pudiera venir, Bono no levantará su mano, ya que posiblemente lleva una copa de martín en ella y su reloj Rolex, Chuck D parece haber perdido esa llama y Joe Strummer está muerto, el escenario está puerto y las cosas cada vez se calientan más, y en mis sueños escucho a estos cuatro siendo producidos por Trent Reznor, algo no muy lejano si uno recuerda ese ENORME disco que le hizo a Saul Williams, el tiempo es ahora, ojala.
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