Iceage-You`re Nothing (2013)

Iceage-You`re Nothing (2013)

Cada verano yo extraño invariablemente la nieve de la Danesa 33, legendaria empresa de helados que hace unos 30 años era la líder en helados en el país, si mal no recuerdo Nestlè los compró en aquellos primeros años de la globalización (en una compra màs forzada que voluntaria), cuando esta empresa buscaba entrar en el negocio nacional de los helados, una compra más por ambición que por amor a la marca, Danesa 33 desapareció rápidamente y en su lugar los helados Nestle hicieron su aparición, una marca comercial, sin mucho de original o especial que ofrecer, que obviamente respalda su precio bajo con una calidad mediocre, ya saben, manteca fría con sabor y nada de leche, como debería ser, por años no puse atención en el nombre de aquella desaparecida marca, hasta que en la escuela el nombre de Dinamarca apareció en mi vida, y la rivalidad que surgió con estos en los mundiales de fútbol (y que por estos días vuelve a surgir), Dinamarca, un país pequeño, de primer mundo, con el control de la enorme Groenlandia, la tierra verde, y es precisamente de Dinamarca de donde viene el grupo que nos compete el día de hoy.

 Cualquiera pudo haber dicho que los Iceage, después de su arrebatador debut, New Brigade del 2011 y su posterior integración al catalogo de la Matador significaría un descenso en el nivel de intensidad y crudeza de esta banda en búsqueda tal vez de una mayor penetración a nuevas audiencias, pero déjenme decirles que el que lo haya dicho se equivocó, You`re Nothing es tan crudo y vicioso, o más que su disco de debut, estos daneses mantiene firme las riendas de su carrera y continúan liberando sus despiadadas descargas de post punk de alto octanaje.

Desde el nombre del disco, You`re Nothing, los Iceage nos reciben con una bofetada, después la abrasiva introducción de guitarra y la explosión de batería que emerge en Ecstasy un tema brutal y áspero que sin duda, representa una gran manera de abrir este disco, con algunos alucinantes pasajes aprendidos sin duda a gigantes como los Sonic Youth y después esas vocales tan post punk que debieron nacer de tanto escuchar a gente como Joy Division, pero antes de caer en lo fácil y dejar caer a los Iceage en la categoría de los Interpol y de coronarlos como los nuevos Joy Division, hay que reconocer su intensa afición por el hardcore más feroz, como en Coalition, tema duro y volátil en dónde nuestras dudas de ablandamiento de los Iceage quedan completamente empolvadas en el suelo, aquí reina la crudeza, la velocidad y la oscuridad en sanísimas y abundantes cantidades, tanto que pareciera que en cualquier momento este tren se podría descarrilar.

Interlude brinda un leve respiro, con un pasaje muy a la Sonic Youth, que sólo sirve para que los Iceage nuevamente carguen y preparen sus armas, Burning Hand hace rápidamente su aparición con algo de esa bestialidad de los primeros Black Flag, antes de la llegada de Rollins y su sofisticación y etapa más experimental, las guitarras crujen, como si sus guitarristas chocaran sus manos contra ralladores de quesos y el bajo agregan un dinámico y poderoso fondo, minimalista si, pero contundente sin lugar a dudas, la banda no hace ninguna concesión a las melodías, lo suyo es un punk moderno, experimental, como el buen post punk, que no sólo se limita a tres tonos (aunque quizás solo usen dos a veces) ni a la típica actitud quejosa y anarquista del punk inglés, cogiendo algo de la nostalgia de bandas como los Joy Division, The Fall o los Wire, dando un ligero toque pop a sus composiciones, sin caer en el aberrante pop punk. 

In Haze suena precisamente como la perfecta colisión entre la perdición profética de los Joy, estrellándose de frente contra la locomotora de los Black Flag de Keith Morris, caóticos y rabiosos a más no poder, Morals inicia con un bajo monstruoso y una posible melodía pop envuelta por un halo de oscuridad y una brutalidad reprimida, en algo en verdad melódico que rápidamente se transforma en algo más, que probablemente una banda como los Strokes envidiarían poder hacer.

Un bajo feroz es lo primero que escuchamos en Everything Drifts y después el veloz ataque del grupo, el cual se repite en la amenazadora Wounded Hearts, probablemente el momento mas post punk del disco, con esa mezcla de hardcore y toques góticos que sin duda resultan por demás relevantes, una especie de ingeniería inversa de lo que hicieran los hardcore punks con el sonido de los Wire, probablemente así sonarían los Wire si escucharan a Black Flag.

It Might Hit First señala un momento en que las puertas del infierno se abren y toda la furia se desata en un vehiculo que se dirige a toda velocidad hacia un barranco, los Iceage pisan el acelerador a fondo y se preparan, como decían los Exodus: -“Para el impacto inminente.”


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