Fire!- Without Noticing (2013)
Fire!- Without
Noticing (2013)
Mats Gustafsson y sus Fire! parecen estar nuevamente
retándose a sí mismos hasta el extremo, y este (Without Noticing) es una
majestuosa prueba de ello, para alguien como un servidor que ama con fervor el
free jazz y la música extrema, este disco resulta una verdadera delicia ya que
con absoluto talento despliega amabas vertientes y las funde de manera sabia y
arrebatadora.
Por un lado tenemos la abrasiva introducción, de Standing On
A Rabbit, dónde Gustafsson no sólo nos sorprende armado de su saxofón, sino que
pone en devastador despliegue su Fender Rhodes y coqueteos con la electrónica
en despliegue en algo que me recuerda mucho la magia de Miles Davis buscando
trascender más allá de los sonidos tradicionales de la trompeta, aquí no sólo
Mats busca romper con los sonidos que ya nos son familiares, sino que al puro
estilo Stockhausen explora sin miedo el sonido puro en sí, lo altera, lo
transmuta y lo cambia en algo más, por otro lado, en Would I Whip, su sección
rítmica me recuerda a la Band of Gypsys de Hendrix, sólidos a más no poder,
derrochando un hipertrofiado músculo además de una afinidad por la oscuridad
más densa, recordándome por instantes los momentos que disfrute intensamente de
uno de los discos más increíbles que he escuchado en los últimos años, el
Sentencia de los españoles Orthodox, de la misma manera, pero en sentido
contrario, los Fire! se aproximan, como en Your Silhouette On Each, desde el
mundo del free jazz, al mundo del doom,
proporcionando siniestro espacio a las baterías, duras y anunciantes de la
perdición, mientras que el bajo se arrastra, proporciona una elástica densidad,
y juntos crean una atmosfera tan negra que pondría ansioso al mismo Tony Iommi,
pero es aquí dónde Gustafsson hace su aparición y nos brinda un momento no tan
intenso como en el resto del disco, pero si repleto de pasión y tensión al por
mayor.
At Least On Your Door abre con un poderoso bajo a cargo de
Johan Berthling, un hombre que sin duda sabe cómo tejer una gruesa telaraña de
sonido, el fondo perfecto para que Gustafsson se abra paso entre las sombras
con su incendiario saxofón, Gustafsson sin duda creciendo a pasos agigantados
como músico y compositor, un hombre del que no cabe duda escucharemos aùn màs
en el futuro y sus extensa y variada obra nos atrevemos a predecir rivalizará
con la de su colega el gran John Zorn, Gustafsson y Berthling se enfrascan aquí
en un prodigioso dialogo, mientras que Berthling acecha amenazador, Gustafsson
es ágil y boxea con su propia sombra, sorprendiéndonos con su singular e
intensa técnica, para posteriormente en Tonight.More.Much More mostrarnos un
lado más reflexivo, más nocturno, acompañándose de su Fender Rhodes, Gustaffson
expande el concepto, lo vuelve cósmico y de pasada nos vuela la mente en mil
pedazos con sus exploraciones fuera de este mundo, nos pone los nervios de
punta con el ruido electrónico que incluye pero protege de esta manera
fieramente su libertad creativa, sostiene el maridaje entre el free jazz y la
escuela ruidista, y tanto Berthling,
como Andreas Werllin, en la batería, son importante parte de este oscuro y
fúnebre ritual, si, tal vez los Orthodox debieron seguir por esta ruta, y
hubieran llegado a territorio similar hace un par de años, viniendo del mundo del
metal, tal vez se asustaron de lo que eran capaces de hacer, tal vez sintieron
que podían llegar a perder su identidad y su esencia, tal vez, quien sabe, pero
perdieron un poco de eso que los hacía tan grandes al regresar de lleno al
heavy metal, los Fire! se muestran sin miedo, y tanto Berthling como Werliin se
acercan sin miedo al doom, lo hacen
suyo y lo adatan a sus necesidades, crean un hibrido notable, transgreden
géneros, pero salen librados de manera espectacular, y de esta manera nos
brindan uno de los mejores discos del años pasado, sin lugar a dudas.
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