Putin y la Reivindicación del Fascismo



Putin y la Reivindicación del Fascismo


Interesante personaje como siempre este Putin, elegido dentro de los rangos obsoletos de lo que antes se conocía como KGB, en un momento en que los llamados oligarcas buscaban mantener el status quo a través de un hombre que les fuera leal y que pudieran seguir manipulando como hicieron con el debilitado Yeltsin, Putin emergió como el candidato ideal, un hombre leal a toda prueba, poco conocido y discreto, Putin se colocó primero como primer ministro y después Yeltsin lo nombró como su sucesor, poco sabrían los rusos y el mundo que este hombre de oscuros orígenes habría de convertirse algún día, no sólo en el hombre fuerte de Rusia, sino en el reconocido hombre más poderoso del mundo, capaz de detener una guerra y de encarar a la nación más poderosa del mundo (EUA).

En el gobierno de Rusia podemos ver temas muy interesantes, obviamente se reconoce el desastre del gobierno comunista del pasado, pero de alguna manera se busca regenerar el culto a Stalin como un hombre que hizo de Rusia una imperio poderoso, Putin reconoce que querer regresar al comunismo sería una estupidez, pero señala que cualquiera con corazón extraña esa época de poder, por otro lado se niega a entregar a su país a las tendencias de occidente y libre mercado, se coloca en una tercera posición y busca recuperar parte del poder del pasado a través de alianzas con el gobierno Ucraniano, entre otras acciones.  

Poco queda de aquel Putin gris, leal y discreto, tan pronto se hizo del poder puso a raya a sus antiguos patrones, los oligarcas, lo cual le valió de gran reputación en su tierra, barrió a aquellos hombres que ante la entrada del libre mercado desangraron al país y estableció sus propias reglas, contuvo la nostalgia por el comunismo y supo crear su propia política, ni comunista, ni capitalista, con un estado fuerte y libertades, sí, pero controladas, con democracia, sí, pero controlada, dando nacimiento a un nuevo estado propulsor del nacionalismo, de la mano dura y generador hasta cierto punto de un moderado y discreto fascismo.
De sobra sabemos que Putin no será un nuevo Stalin o un nuevo Hitler, el hombre es un tipo inteligente, que rige con mano de hierro, sí, que se ha visto favorecido en lo económico sí, pero que ha sabido sacar a su manera a Rusia de la gran debacle luego de la caída de la unión soviética, que si bien, no han conseguido despegar, el país no se ha desmembrado y parece ir retomando el rumbo.

Pero el radicalismo nunca ha sido extirpado del todo en Rusia, el poder del estado ejercido sobre el país continua metiendo a presión a varias etnias y territorios diferentes, tanto que el roce entre ellos es evidente, las olimpiadas de invierno a llevarse a cabo en Rusia se ven ensombrecidas por las amenazas terroristas de los Chechenos, que buscan a toda costa la separación de esta región de Rusia, el islamismo radical se pone de frente con la Rusia de Putin, en Ucrania, donde Putin tiene gran influencia económica, la ciudadanía empieza a ejercer presión para librarse de la influencia rusa y acercarse a la unión europea, mientras que en el centro de Moscú, la oposición comienza a ganar fuerza, dicen que a problemas extremos soluciones extremas, probablemente este ya no será un tema para Putin en el futuro, pero si para el mundo, ya que muy probablemente Putin inteligentemente entregue el poder al terminar su periodo, el problema es aquí en manos de quién? De un hombre influido por sus ideas, pero de un mayor poder y medidas más extremas que sacuda Rusia? Un posible Hitler o un posible Mussolini que prenda el hervor nacionalista en aquella gran nación, o un hombre con sabiduría y apertura que voltee a occidente en busca de una modernización del gran coloso del norte de Europa? La moneda está en el aire.         
 

Comments

  1. Que dilema eh? Fascinante por decir poco.

    Putin ha logrado "contener" de cierta manera a Rusia de buena forma. Equilibrando aquella nostalgia con estas nuevas eras. Dando y reteniendo. Pero el próximo mandato será clave, tu sabes, la paciencia tiene límites y hay procesos que inevitablemente acaban. Este de transición que ha vivido Rusia puede que este viviendo sus últimos tiempos.

    Saludos!
    Esteban
    http://politomusica.blogspot.com

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