Cold Cave- Full Cold Moon (2014)

Cold Cave- Full Cold Moon (2014)

“La decepción más grande que puede recibir un hombre viene de sus propias opiniones.”

Leonardo Da Vinci 

Love Comes Close fue un disco increíble y bastante celebrado, un asombroso acercamiento de unos chicos provenientes del mundo del hardcore y el noise al mundo del synthpop de unos New Order, ejecutado a la perfección el disco se convirtió  en un referente obligado para aquellos que tanto añoraban los sonidos sintéticos de los ochentas, una curiosa vista despiadada y sin mucha nostalgia a un periodo complejo, con la guerra fría aún rampante, pero luego vino Cherish The Light Years que precisamente nos arrojó años luz del debut ya pesar de la solidez de algunos temas no dudo que causara mucho disgusto en quienes esperaban una continuación del primer disco, pero ¿Cómo pedirle eso a gente como Wesley Eisold, o a Sean Martin, salidos del mundo del hardcore, o a Dominick Fernow, mente maestra tras los ruidosísimos y experimentales Prurient?

Cherish The Light Years se convertiría en un contundente golpe de mazo en la nuca, por lo que los chicos optaron por tomar una nueva dirección y evitar una masacre, Full Cold Moon recopila los temas realizados a la fecha y es de alguna manera un retorno a los sonidos de Love Comes Close, sólo que esta vez, los sonidos reciclados de los 80s, suenan a sonidos reciclados de Love Comes Close ¿O debiésemos decir a sonidos desechados de Love Comes Close? Y es que no sólo no hay nada nuevo en este Full Cold Moon, sino que el disco suena a un producto un tanto añejado para mal.

Los Cold Cave se tardaron tres años para traernos material, pero desde el inicio con A Little Death To Laugh, la banda suena aburrida a muerte, precisamente asesinan cualquier gusto de volverles a escuchar, el sonido es redundante, superficial y cada arreglo, cuando lo hay está de más, cuando se puede rescatar algo, como en Young Prisoner Dreams Of Romance no es porque la banda en verdad se esté esforzando, sino porque copian descaradamente, ya no el sonido de los New Order, sino el de los Jesus & Mary Chain, y no precisamente en los mejores tiempos de los J&MC, Tristan Corbiere es simple relleno sin la menor trascendencia y continua el hundimiento de una recopilación de sencillos tal vez no necesaria en estos momentos, en que la banda debe encontrarse ya próxima a editar material completamente nuevo.

Oceans With No End posee fuerza y dirección, lleva a los Cold Cave por buen camino, agregando dosis bien camufladas de ruido, una base synthpop y esa línea oscura que tanto ha defendido la banda y que por momentos siento les acerca un poco a bandas como los legendarios Ladytron, aunque sin la mitad del carisma de esa enorme banda, People Are Poison nuevamente suena floja, redundante, con unos teclados airosos, pero el mismo tedio rítmico de  cada uno de los temas anteriores, la banda denota una falta total de esfuerzo ¿O será que de plano estos fueron meros bosquejos de algo mayor? Habrá que esperar.

Rescatable dentro de tanta oscura mediocridad pudiese encontrarse Black Boots, con un planteo un tanto diferente de los temas anteriores, con una línea acida de sintetizar que representa una amenaza latente salida de entre las sombras, las vocales de Eisold denotan un efecto que tiende a descomponerlas denotando cierto deterioro mental y es precisamente aquí dónde la banda consigue conjuntar elementos interesantes y pudiésemos decir nuevos para la mezcla, la voz de Eisold y su incluyente decadencia salvan Meaningful Life a pesar de tener irónicamente un arreglo un tanto insignificante e insulso inclusive.

El resto de temas del disco simplemente nunca consiguen formar un todo y pareciera que a la banda poco le importo lograrlo, simplemente arrojo un cumulo de grabaciones pasadas, hizo un paquete con ellas y lo lanzó a nosotros, si este es un preámbulo para un esperado regreso, resulta fría como una cueva, si pero en el Ártico, Eisold y compañía son abandonados por sus oscuros ángeles aquí, y más que ir calentando el terreno para su regreso, parecieran estarnos desanimando con todas sus fuerzas, a la fuerza ni los zapatos.