Yes.- Heaven & Earth

Yes.- Heaven & Earth

“El éxito no es final, el fracaso no es fatal, es el coraje para seguir lo que cuenta.”

Winston Churchill

Pareciera ser una buena época para el retorno de varias bandas de veteranos ingleses, el más reciente de ellos, los legendarios Yes, de las bandas más representativas del llamado rock progresivo para un servidor, poseedores además de un talento monstruoso en lo instrumental, de un poder vocal comparable al de los tremendos Crosby, Stills & Nash (que por cierto están por regresar), en opinión de un servidor la banda más representativa del género, y posiblemente una de las más exitosas, una banda que representa la ambición musical en todos sentidos y que incluso ha sufrido un poco por los excesos de su ambiciosa visión precisamente.

Esta nueva versión de los Yes con Jon Davison a la cabeza del grupo se inclina por una dirección melódica, un tanto suave y basada principalmente en su poder vocal y en una sección  rítmica bastante decente, dejando a un lado la pirotecnia de las guitarras y teclados que alguna vez caracterizaron a la banda, Davison aporta no sólo como vocalista, lugar que alguna vez ocupo Jonl Anderson, sino también como un estacado compositor, su voz encaja perfectamente con la pureza del sonido alcanzado por la banda en Believe Again, tema que posee una belleza vocal y de coros gloriosa, poniéndose a la par con bandas como los Beach Boys o CS&N, el sonoro bajo de Chris Squire es notorio, más no apabulla, se compagina a la perfección con la música y sólo por momentos Steve Howe libera algunas notas intrincadas que son retadas por el genio de Geoff Downes en los teclados, un hombre que sin duda sabe lo que hace (al igual que Howe) pero que aquí han sido restringidos de manera determinante para permitir que la melodía que acarrea Davison consiga hermosas tonalidades y una altura envidiable.

Para The Game toca al par formado por Downes y Davison lanzar las primeras notas, Downes consigue un poderoso respaldo para el trabajo de Davison, consigue ser denso y a la vez etéreo, cosa nada fácil en verdad, al tiempo que Squire y Alan White imprimen dinámica al tema, manteniendo un buen ritmo y un buen avance mientras que Howe se limita a poco más que matizar con ciertos tonos, y en ocasiones es el bajo de Squire el que se atreve a sobresalir un poco en la mezcla, mientras que Step Beyond, el tema siguiente despliega una alegre estela pop, perfectamente llevada por Downes y entonada a la perfección por Davison, quien luego del tropiezo que tuvo la banda con David Benoit, se ha convertido en el reemplazo perfecto para Anderson, al grado de sonar casi idéntico al legendario vocalista, y es precisamente en este tema dónde Howe y White rompen un poco las restricción y a pesar del celestial ensamble pop, liberan algunas sorpresas sonoras.

Alan White podrá no ser un Bill Bruford, pero posee tablas suficientes (fue parte de la legendaria Ono Band) para permanecer como uno de los miembros fuertes de la banda, y la entrada que proporciona a In a World of our Own resulta atinada, este es un tema cadencioso que tanto Downes como Squire aprovechan para sacar a la luz algunos trucos, mientras Howe no se queda atrás y se da la oportunidad de liberar algo de pirotecnia por instantes, todo esto al tiempo que Davison se da el lujo de alcanzar vocales que me traen a la mente los mejores trabajos de los hermanos Wilson con los Beach Boys.

Heaven & Earth dista mucho de ser un Fragile or un Close To The Edge, dos de mis discos favoritos de la banda, pero posee un espíritu propio lleno de carisma gracias a Davison quien a pesar de sonar similar a Anderson, aporta una nueva mística a la banda, su voz, la de Squire y la de Howe parecieran encontrarse mejor que nunca y esto se refleja perfectamente en el disco, el cual cuenta con una adecuada producción a cargo de otro veterano del mundo de la música de primer nivel, el gran Roy Thomas Barker, quien por este trabajo pudiera ser un estupendo candidato a producirles un buen disco a los Who.

Yes gracias a Davison suenan rejuvenecidos, precavidos, si, distantes de otro clásico como The Roundabout, pero capaces de interesarnos aún en su universo musical, el cual no ha dejado de ser extraordinario, habrá que poner atención a Davison en vivo tomando los clásicos de la banda, va a ser una delicia.